El viejo Almacén. BsAs

Surplus Approach

“Es necesario volver a la economía política de los Fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx. Y uno debe proceder en dos direcciones: i) purgar la teoría de todas las dificultades e incongruencias que los economistas clásicos (y Marx) no fueron capaces de superar, y, ii) seguir y desarrollar la relevante y verdadera teoría económica como se vino desarrollando desde “Petty, Cantillón, los Fisiócratas, Smith, Ricardo, Marx”. Este natural y consistente flujo de ideas ha sido repentinamente interrumpido y enterrado debajo de todo, invadido, sumergido y arrasado con la fuerza de una ola marina de economía marginal. Debe ser rescatada."
Luigi Pasinetti


ISSN 1853-0419

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Teorías del valor y la distribución una comparacion entre clásicos y neoclásicos

Fabio PETRI   Esta obra, traducida por UNM Editora, ha sido originalmente editada en Italia con el título: “Teorie del valore e del...

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27 oct 2015

Brasil: no es profit led otra vez

 ¿La demanda y la rentabilidad estimulan la acumulación de capital?
Un análisis para el Brasil


Posteamos un paper sobre Brasil donde se muestra la influencia del nivel de capacidad utilizada en el crecimiento. Para la Argentina se publicó en Revista Circus ACA un paper en similar dirección.


 por Henrique Morrone

 Resumen
El objetivo de este artículo consiste en probar si la participación de los beneficios
en el producto y la capacidad utilizada afectan (causan en el sentido de Granger) a
la acumulación de capital en el Brasil durante el período 1950-2008. Se emplea la
metodología desarrollada por Toda y Yamamoto (1995) para verificar la hipótesis de
no causalidad de Granger. Los resultados indican que la capacidad utilizada causa, en
el sentido de Granger, la acumulación de capital en la economía brasileña y, por otra
parte, que la participación de los beneficios en el producto no causa, en el sentido de
Granger, la razón inversión-capital nacional. Esto corrobora la propuesta kaleckiana
centrada en el papel fundamental del acelerador y sugiere que la economía del Brasil
puede crecer con concentración o desconcentración del ingreso, siempre que haya un arreglo institucional adecuado.

Los resultados indican que el acelerador aumentaría la acumulación de capital, incrementando el nivel de actividad económica. De acuerdo con las estimaciones obtenidas, el crecimiento se produciría a través de la concentración o desconcentración del ingreso. En las economías se alternarían períodos de expansión impulsada por los salarios con períodos determinados por las ganancias, al tratarse de un fenómeno de corto o mediano plazo. Los factores principales serían el efecto acelerador y el arreglo institucional necesario para estimular la expansión. Los regímenes de crecimiento cambian a lo largo del tiempo, por lo que se sugiere proceder con cautela y profundizar las investigaciones para determinar el régimen actual de la economía brasileña.

ver todo el trabajo aca

30 nov 2014

¡¡¡Salió Revista Circus 6 !!!


Tarde pero seguro e inmunes a las crisis financieras...


Circus | Número actual ( 6)

SOBRE ESTE NUMERO (Año 4 / primavera de 2014)

Este número brinda una versión en español del artículo fundamental de Pierangelo Garegnani sobre las diferencias teóricas esenciales entre el enfoque clásico y el marginalista.
 En otro aporte importante, Vianello discute la noción del "crecimiento dirigido por ganancias" a partir de Kalecki, Sraffa y Marx.
Franklin Serrano traza una interesante y articulada referencia sobre el proceso histórico reciente y la teoría económica, mientras Matías Vernengo nos muestra que, históricamente, los bancos centrales hacían mucho más que velar por la mera estabilidad de precios. 
Marcus Cardoso y Eduardo Crespo, por un lado, y Llaria, Rodríguez, Rama y Cabezas, por el otro, discuten desde distintas aproximaciones la hipótesis del crecimiento liderado por ganancias (o por salarios), mientras Mariano de Miguel realiza una reflexión crítica sobre las contribuciones principales de Arghiri Emmanuel.


Artículos del Número 6

Garegnani, P.
Sraffa: Análisis Clásico versus Marginalista
pág. 1-37


Vianello, F.
La Demanda Efectiva y la Tasa de Ganancia: algunas reflexiones sobre Marx, Kalecki y Sraffa
pág.38-56


Serrano, F.
El neoliberalismo como regreso de la economía vulgar
pág.57-74


Vernengo, M.
Pateando la escalera también: Los bancos centrales en perspectiva histórica
pág.75-97


Cardoso, M. y Crespo, E.
Some critical appraisals on the profit-led models of growth
pág.98-113


Laria, P.; Rodríguez, J.; Rama, V. y Cabezas, S.
Regímenes de crecimiento de la economía argentina en el largo plazo Un abordaje post–keynesiano
pág.114-139


De Miguel, M.
Valor, Salario y Precios de Producción en Arghiri Emmanuel
pág.140-171


Levrero, S.; Palumbo, A. y Stirati, A.
Reseña: “Sraffa and the Reconstruction of Economic Theory”
pág.172-174




Ir a Revista Circus

7 abr 2013

Inflación Oligopólica y el Crecimiento dirigido por Ganancias






Por Alejandro Fiorito* y Eduardo Crespo**


El domingo 24 de marzo los investigadores de Flacso, Schoor y Manzanelli, en respuesta a una crítica nuestra realizada la semana previa, afirman que en estas discusiones se debe tener “rigor metodológico y sustento empírico”. Estamos totalmente de acuerdo y por ello insistimos en que la hipótesis de la ‘inflación oligopólica’ carece tanto de sustento teórico como empírico. En el terreno de la teoría, los autores argumentan que el precio de ‘exclusión’ -que por definición es inferior a aquel que tornaría viable la participación de competidores marginales- es necesariamente ‘circunstancial’, dado que una vez expulsada competencia, los ‘oligopolios’ tenderían a colocar precios superiores a los iniciales. En esta descripción los ‘oligopolios’ parecen seguir una receta experimental con la cual primero bajarían precios para luego subirlos.

Los procesos de concentración estarían signados por una curva de precios primero descendente y luego ascendente. Cabe preguntarse por el rigor metodológico apuntado: los investigadores de FLACSO, o de cualquier otra institución, ¿conocen algún 'experimento' de esta naturaleza llevado a cabo en la vida real? ¿Por qué motivo cuando vuelven a elevar los precios por encima del nivel de exclusión los productores marginales no pueden reingresar al mercado? Llama la atención la referencia a Sylos Labini, un autor absolutamente cristalino cuando apunta al precio de exclusión (o precio ‘límite’) justamente como un nivel tan bajo que excluye del mercado a eventuales competidores. Para Labini los ‘oligopolios’ excluyen competidores colocando precios bajos, no altos. Y deben mantenerlos en niveles bajos para inhibir la entrada.
En el terreno empírico los autores refieren a la puja distributiva intra-capital y reclaman un mayor nivel desagregación para sacar conclusiones. Sin embargo, la simple comparación entre los índices agregados de las ramas ‘más concentradas’ en relación, por ejemplo, con los de precios al consumidor, desbaratan la hipótesis de una inflación impulsada por prácticas oligopólicas (ver gráfico 1).

Gráfico 1


Como se puede observar, las ramas altamente concentradas (RAC) presentan tasas de variación casi idénticas, hasta resultar indistinguibles a partir de 2006, al índice IPIB manufacturero promedio que publica el INDEC, al tiempo que crece a tasas significativamente menores al índice de precios 7 provincias, sobre todo a partir de 2006 cuando se aceleró la inflación.
Los investigadores reconocen no tener datos sobre costos, lo que no les impide asegurar que existe una presión inflacionaria derivada de la estructura ‘oligopólica’. Aunque no disponemos de una estructura de costos detallada, como primera aproximación contamos con la participación de los salarios en el valor agregado bruto de las 500 mayores empresas. Como puede observase en el gráfico 2, esta participación se incrementó en forma sostenida desde 2003, confirmando las estimaciones sobre los margen unitarios entre decrecientes y estables mencionadas en nuestra nota anterior.

Gráfico 2


Es significativo que se admita una caída (aunque leve) de las utilidades con relación al valor agregado durante la ‘post-convertibilidad’ sin abandonar la hipótesis de una inflación impulsada en forma significativa por presiones oligopólicas. Además, debe recalcarse que la rentabilidad efectiva de los capitales en cualquier economía no depende únicamente de los precios finales con relación a los costos unitarios, sino del nivel de la demanda final en relación al stock de capital disponible. Durante el período analizado la rentabilidad del capital en Argentina no se preservó en base a subas de precios desvinculadas de los costos, sino que fue el aumento de la demanda agregada, al elevar el grado de utilización de la capacidad productiva, lo que permitió que los capitales disfrutasen de un nivel de rentabilidad alto en términos históricos aún con márgenes unitarios decrecientes.
En un pasaje de la respuesta los autores sostienen que “estudiando los precios relativos del sector de bienes de capital (rama escasamente concentrada) se advirtió que los precios mayoristas del mismo aumentaron muy por debajo del de sus insumos críticos. Resulta que los principales proveedores de materias primas son grandes oligopolios con larga tradición en elite empresaria local (Aluar, Acindar, Siderar, Siderca), cuya rentabilidad media fue del 22 por ciento, mientras que la de la industria de bienes de capital alcanzó el 7 en 2005-2009.” Es importante notar que los productos elaborados por estos ‘oligopolios’, como aluminio, acero y tubos sin costura, son commodities estandarizados cuyos precios están también influenciados por el mercado mundial, al tiempo que no guardan una relación directa con la estructura de mercado doméstica. En todo el mundo estos productos aumentaron de precio y Argentina no fue una excepción.  
Con relación al comportamiento inversor de la clase capitalista en la Argentina, los autores señalan, como si se tratase de una paradoja, que las inversiones efectivamente realizadas durante la ‘post-convertibilidad’ no fueron proporcionales a la rentabilidad obtenida. Aquí aparece una vez más un problema de naturaleza teórico. En contraposición a muchas corrientes neomarxistas con significativo peso en la academia argentina, debe notarse que en ninguna economía del mundo la inversión privada es inducida por la rentabilidad obtenida en el pasado, sino por la ganancia adicional que es posible obtener por ampliar la capacidad productiva, es decir, por realizar una nueva inversión. Los autores, quizás sin advertirlo, dan una solución para la ‘paradoja’ planteada cuando dicen que “el elevado crecimiento del producto manufacturero durante la posconvertibilidad ha sido impulsado por la enorme capacidad ociosa existente tras la crisis de la convertibilidad”. Si realmente existía una enorme capacidad ociosa, ¿por qué debía esperarse un boom inversor cualquiera fuera la rentabilidad? ¿En qué lugar del planeta las empresas invierten alocadamente cuando la capacidad ociosa es elevada? Este comportamiento inversor puede resultar contradictorio con los postulados del neomarxismo y quizás allí radique el origen del cuestionamiento moral implícito en la expresión ‘reticencia inversora’. Pero lo relevante en este caso es que no se trata de una conducta reñida con las leyes más elementales del capitalismo.  
Según los autores “la contrapartida (de la ‘reticencia inversora’)… fue una plétora de capital remitida al exterior por distintos mecanismos”. De allí infieren que este es “también un factor de importancia para reflexionar sobre la escasa diversificación de la matriz industrial en la última década”. Por un lado, distintos investigadores de FLACSO desde hace años argumentan que el ‘capital concentrado’ de Argentina goza de ganancias extraordinarias. Por otro, este curioso capital en lugar de quedarse en la Argentina y penetrar en otros mercados con mercancías domésticas, aprovechando sus ‘extraordinarios’ privilegios, opta por migrar al exterior huyendo de esta mina de oro de la rentabilidad extraordinaria. 

 Cabría preguntarse, ¿ganancias extraordinarias con relación a las que se pueden obtener en otros países? A modo de ejemplo, ¿los investigadores saben cuál es la rentabilidad de una colocación financiera en Argentina con relación al resto del mundo?  Y esto nos conduce al problema final de la escasa diversificación de la matriz industrial del país. Pareciera que los autores imaginan que el único capital que sabe crear barreras a la entrada es el que opera en Argentina.



Dada la apenas incipiente política industrial de los últimos años y el bajísimo nivel de inversión pública, en realidad es ingenuo pensar que cualquier actor privado va a reinvertir ganancias y adoptar una actitud audaz en materia de inversión, independientemente de los vaivenes de la demanda agregada y de las reticencias típicas del capital privado para afrontar los desafíos del desarrollo. En ese sentido, no hay ninguna novedad histórica: Argentina no tiene otra opción más que elevar los niveles de inversión pública. Quien descubrió América y llegó a la luna no fue el mercado. Fue el Estado.
 

* Profesor de la UNLU
** Profesor de la UFRJ

Original: Pagina 12

6 ago 2011

Inversión Inducida, Tasa de Ganancia y Tasa de Interés

En su último seminario en Buenos Aires, Franklin Serrano se refirió a los determinantes de la inversión dentro de las explicaciones teóricas tanto desde el convencionalismo ortodoxo, hasta algunas versiones heterodoxas, mostrando en cada caso, sus falencias teóricas y empíricas.

En algunos casos (ortodoxos) son los supuestos de pleno empleo de recursos,junto con erradas pendientes negativas de demanda de capital con respecto al nivel de la tasa de interés y posiciones indeterminadas y sin sentido de las mismas.

Para en los casos heterodoxos como el de Pasinetti, la inversion depende de la diferencia entre la tasa de ganancia esperada y la tasa de interés. Pero, la tasa de interés forma parte de la tasa de ganancias esperada como costo de oportunidad del capital, tendiendo en el largo plazo, a igualarse ambas y por ende, destruyendo dicha causalidad.

En el caso de Minsky, pese a haber iniciado su posicion con un acelerador rígido (Hicks), luego en sus formulaciones posteriores (su libro sobre Keynes), lo desecha totalmente por considerarlo demasiado mecánico, y lo cambia por una visión de una curva de inversión traccionada financieramente, generando el problema de no depender de las cantidades demandadas esperadas, ni de la capacidad instalada.


En otros casos, no separar las cantidades de capital invertidas respecto de la rentabilidad, confundiendo las causalidades y dejando a la demanda como un resultado pasivo y adaptable a la capacidad productiva son entre otros los problemas evidenciados.


1-"No hay nada más práctico que una buena teoría" 

 

2-"La trayectoria de inversión productiva en una posición de largo plazo sustentable, depende de la demanda efectiva, pero no alcanza sólo con la inversión autónoma en innovación, dado que el innovador no necesita que la economía crezca en tanto puede extraer mercados de los otros".

3-"la curva de demanda de inversión, tiene una pendiente negativa sin sentido y una posicion en el cuadrante, tambien sin definida determinación".

4-"existen dos críticas sraffianas a las funciones de inversión heterodoxas como las de Pasinetti"


5-"Abajo de un margen de ganancias mínimo aceptado, y con muchas ventas, no tengo demanda efectiva ni inversión. Por encima del margen mínimo, cuanto mas ventas, más se invierte, y nunca mas que la propia demanda esperada"  00


6-"por encima del margen aceptado, ningún aumento de margen, implica un aumento de inversión" 

     Criticas a las versiones heterodoxas  


7-"Lo bueno en las versiones de inversion de Steindl, es que no trabaja con firmas representativas, para su explicacion del proceso de inversion, que en su caso es de la firma, y no agregada



8-"En el caso de Bhaduri-Marglin, comienza su modelo con la necesidad de incorporación de las contradicciones del capitalismo y con el agregado del grado de utilización. Pero su teoría tiene varios problemas.Se llega a la Paradoja de la Superexplotación o dilema de Badhuri-Marglin, donde puede verse que no es sustentable el llamado camino "profit led growth, salvo en el caso que se considere una determinación de oferta o Ley de Say. ".  


9 "en la expresión de Minsky,este se ha olvidado de las cantidades vendidas para la determinación de la inversión. La economía es el arte de confundir flujos con stocks"
 

Conclusiones de Política

1-Dada la centralidad de la demanda efectiva en la determinación de la inversión, en general tiene mas efecto sobre la inversión, el estimular el consumo y los gastos autónomos, que los gastos directos (subsidios). Sin querer decir con esto que no hace falta, o no es necesario, hacer políticas de desarrollo o industriales.

2-Las excepciones pueden ser sectores exportadores o de sustitución de importaciones, que no tengan condiciones de rentabilidad, a pesar de tener condiciones de demanda".





Debate Posterior:



1 Pareciera que en el Brasil no se puede hablar de Sustitución de importaciones...

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25 jul 2011

Sobre las Fluctuaciones del Producto y la Inversión: Aquiles y la Tortuga









Por Eduardo Crespo*




En su furibunda respuesta a Fabián Amico, José Tapia indica que existen pruebas muy fehacientes de que la inversión fluctúa más que el producto, es decir, estaría probado que la inversión crece más que el producto durante las expansiones y que cae más que éste en períodos de contracción. Tapia coloca esta evidencia como prueba de que es la inversión quien determina al producto y no a la inversa. Lo apuntado por Tapia es un hecho estilizado que está fuera de discusión. Sin embargo, no es una prueba de la causalidad apuntada por él. Es decir, que la inversión fluctúe más que el producto no indica que la misma ‘cause’ el producto o que el crecimiento del producto sea una variable dependiente de la tasa de ganancia normal.
Veamos el asunto con un poco más de detalle. Tenemos la conocida ecuación referida del crecimiento del stock de capital:

s/v u=gk
s=S/Y
v=K/Y*
u=Y/Y*

Donde ‘s’ es la tasa de ahorro; ‘S’ el ahorro agregado; ‘Y’ el producto efectivo; Y* el producto normal para un dado stock de capital; ‘K’ el stock de capital agregado; ‘v’ la relación capital-producto normal (porque está referida al producto normal); ‘u’ el grado de utilización de la capacidad productiva; ‘gk’ la tasa de crecimiento del stock de capital.

Para ejemplificar la cuestión partimos de una situación en la cual el grado de utilización es normal, es decir, asumimos u=1 (Y=Y*). Supongamos que s=0,1 y que v=2. Es decir, tenemos una tasa de ahorro del 10% del producto y la relación capital-producto normal es igual a 2. También para simplificar asumamos que el stock de capital no se desgasta, es decir, la tasa de amortización es nula.

Si con estos datos colocáramos la condición de que el grado de utilización se mantiene en su nivel normal (u=1) período tras período, la economía y el stock de capital estarán creciendo al 5% de un período al otro. Hasta ahora sólo hemos definido las condiciones de un crecimiento del producto con grado de utilización normal sin establecer ninguna relación de causalidad. Introduzcamos, entonces, una relación de causalidad. Pongamos que la inversión persigue al producto, argumento que defiende Amico y que rechaza Tapia. Supongamos que de un período al otro, por cualquier motivo, el producto pasa a crecer a una tasa mayor al 5%, por ejemplo, al 10%.

Si no modificamos ningún otro dato, de un período al otro el producto (Y) habrá crecido un 10%, el stock de capital (K) lo habrá hecho en un 5,5%, es decir, gk=0,055 (s=0,1; v=2; u=1,1), y el grado de utilización acabó siendo mayor al normal (u>1).

Al inicio del período siguiente el stock de capital, y consecuentemente el producto normal (Y*), son mayores, como ya se indicó, en un 5,5%. Si quienes deciden las inversiones desean que su nivel de utilización de la capacidad instalada sea normal, lo lógico es que aumenten su tasa de inversión (I/Y=S/Y). Ahora bien, ¿a qué nivel deberían hacerlo? Si el producto sigue creciendo al 10% período tras período, lo lógico sería aumentar la tasa de inversión hasta un nivel gracias al cual el stock de capital pueda alcanzar aquel nivel que garantiza una utilización normal de la capacidad.


Veamos algunos ejemplos, si la tasa de inversión ahora pasa a ser del 20% (s=0,2), el volumen agregado de inversión estará creciendo al 10% todos los períodos. Sin embargo, a dicha tasa el stock de capital NUNCA va a alcanzar aquel nivel que garantiza una utilización normal. Y el motivo es que en el período inicial bajo análisis el producto creció más que dicho stock, y a partir de ahí, para tasas de crecimientos idénticas (10%), la diferencia inicial no se recupera jamás. Para que el stock de capital alcance dicho nivel el volumen de inversión, al menos durante un tiempo, debería crecer a una tasa MAYOR al 10%.

Y esto es precisamente lo que muestra la evidencia empírica apuntada por Tapia. Es decir, que durante las expansiones el volumen de inversión crece a una tasa MAYOR que el producto. El razonamiento es simétrico para el caso en el cual el producto pasa a crecer a una tasa menor de un período al otro. En esta situación, si el grado de utilización va a tender a retornar a su nivel normal, lo es esperable sería que el volumen de inversión crezca a una tasa aún MENOR a aquella del producto al menos por un cierto período de tiempo. Y esto, también confirmaría lo apuntado por Tapia: durante las desaceleraciones la inversión crece a una tasa MENOR al producto.


Una explicación más simple

Podemos explicar todo esto con un ejemplo más simple y didáctico. Pongamos que tenemos una carrera entre dos contrincantes, otra vez, entre Aquiles y la Tortuga. Al inicio ambos arrancan a la misma velocidad, pongamos, a 10 Km por hora, y se mantienen en la misma línea. En algún momento del recorrido Aquiles acelera y aumenta su velocidad a 12 Km por hora y le saca una determinada ventaja, una distancia, a la Tortuga.

Si la tortuga empieza a correr también a 12 km/h la distancia entre ella y Aquiles dejará de aumentar, pero no se va a reducir hasta tanto la tortuga no corra a una velocidad MAYOR a 12 km por hora…
De igual modo, si ambos arrancan a 10 km/h y en un punto del recorrido Aquiles desacelera y empieza a correr a 8 Km por hora, la tortuga le sacará una determinada distancia. Si luego la tortuga también empieza a correr a 8 Km por hora, la distancia que inicialmente le sacó a Aquiles se mantendrá contante hasta tanto la tortuga decida correr a una velocidad MENOR a 8 km por hora…

En síntesis el PERSEGUIDOR (o furgón de cola) verá obligado a correr a velocidades mayores, o menores, que su PRESA en la medida en que ésta se le escale y se le quede rezagada… Y si observamos las trayectorias respectivas vamos a comprobar que quien persigue acelera o desacelera en forma más pronunciada que su presa…

En otras palabras, la evidencia que Tapia ofrece a su favor es perfectamente compatible con la idea de que la inversión sigue al producto ‘como furgón de cola’, es decir, con aquello que indica el acelerador.

Ahora bien, ¿compatibilidad en este caso indica causalidad? ¿Esta evidencia empírica podría también ser compatible con la idea de que es el producto el que sigue a la inversión?
Sí, siempre y cuando podamos observar las siguientes situaciones:

1) Durante las expansiones el grado de utilización (u) debería DISMINUIR.
2) Durante las contracciones (y desaceleraciones) el grado de utilización debería AUMENTAR….

Si alguien encuentra evidencia empírica de esto último habría que darles la razón a Tapia y Astarita… Entre los marxistas que defienden estas nociones rara vez se distingue entre tasa de ganancia normal y efectiva, el grado de utilización de la capacidad en general nunca se menciona, etc. En fin, es sorprendente que buena parte de la profesión (¿por motivos ideológicos?) haya abandonado algo tan simple e intuitivo como el acelerador para reemplazarlo por nociones tan ridículas como el crecimiento profit-led.


*Profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro

17 jun 2011

¿El crecimiento de China es dirigido por la inversión?



por Matías Vernengo


La confusión general, tanto en la corriente principal y algunos grupos heterodoxos, sobre el modelo de desarrollo asiático es por lo menos sorprendente. Martin Wolf, en una reciente columna (requiere suscripción o gratuitamente desde aquí), dice con respecto a las perspectivas de crecimiento de China que:

"Afortunadamente, China tiene una proximidad cultural y económica con los éxitos del este de Asia. Por desgracia, China comparte con esas economías un modelo de crecimiento liderado por la inversión que es a la vez una fortaleza y una debilidad. Por otra parte, la versión china de este modelo es extrema. Por esta razón, se puede argumentar que el modelo puede causar dificultades incluso antes que los que hubieron en el caso sin duda menos distorsionado de Japón. "

La idea es que las altas tasas de ahorro, asociadas a la represión del consumo, y la ausencia de una red de bienestar social, conducen a altas tasas de inversión, lo que explica el increíble rendimiento de las economías asiáticas en los últimos 60 años, comenzando con Japón , seguido por los Tigres, y luego China. El peligro sería que, como la participación en el consumo crece, y:

"Este patrón de crecimiento es el de revertir, como desea el gobierno, el crecimiento de la inversión debe caer muy por debajo del PIB. Esto es lo que sucedió en Japón en la década de 1990, con terribles resultados."

Aunque, no suficientemente explicados, uno podría imaginar que el problema es que con mayores niveles de consumo podría no ser suficiente el ahorro para "financiar" la inversión. Además, el argumento de la columna sugiere que como resultado de los altos niveles de inversión, los rendimientos en "en el margen" son bajos, y "gran parte de la inversión realizada ahora no sería rentable."

En los círculos heterodoxos se solía hablar de un nexo entre inversión y beneficios en el modelo de desarrollo asiático. Este fue el punto principal de un artículo famoso por Akyuz y Gore (requiere suscripción). La idea era que la política del gobierno aceleraba el proceso de acumulación de capital mediante la creación de rentas y empujando las ganancias por encima de las que podrían ser alcanzadas en las políticas de libre mercado y las mayores ganancias generan incentivos para la inversión y el crecimiento económico. Además, las economías de Asia muestran una capacidad de aumentar las exportaciones de forma continua a través del "vuelo de ganso", y su capacidad para generar los altos niveles de ahorro e inversión necesaria para esta mejora.

Además, Gabriel Palma, un conocido economista heterodoxo en la Universidad de Cambridge, sostuvo que el ahorro en una economía, necesario para la acumulación de capital y la inversión que en su opinión, no es voluntaria o espontánea, y que necesita un rol del gobierno. Que la falla general en América Latina en crecer tan rápido como los resultados del Este de Asia, se debe en parte al hecho de que el ahorro interno se dirige hacia el consumo y no a la inversión. En otras palabras, mientras que las élites de Asia invierten como las hormigas, las elites latinoamericanas emulan los patrones de consumo del mundo desarrollado, como el saltamontes (ver por ejemplo su papel en la burguesía chilena aquí, se requiere suscripción).

Hay problemas en las cuentas tanto con el modelo neoclásico como con el heterodoxo sobre el desarrollo asiático. El modelo convencional sugiere que el flujo de los ahorros es de alguna manera financia la inversión. Alguien debería mostrarle a esta gente el Sistema de Cuentas Nacionales (SNA-2008), que demuestra que los ahorros son un residuo. Además, si el modelo cambia de crecimiento dirigido por exportaciones a dirigido por la demanda doméstica, en particular, con mayores niveles de consumo, la inversión seguirá reaccionando, a través del acelerador, y no dejará de crecer. Si el consumo crece más rápido que la producción, y aumenta su acción, ya sea la inversión, o el consumo público o las exportaciones netas, tendrán que caer como porcentaje del producto, pero eso no sería una señal de algún problema particular para el proceso de crecimiento. La inversión es el resultado del crecimiento en Asia como en cualquier otra parte del mundo.

Un posible peligro es que si las exportaciones netas son negativas, una restricción externa puede llegar a ser vinculante. Sin embargo, los chinos han mantenido una cuenta de capital cerrada, y gestionar su tipo de cambio, lo que sugiere que hay una conciencia clara de que las limitaciones externas deben ser administradas. Asimismo, se ha buscado agresivamente las fuentes de insumos, tratando de conseguir condiciones favorables de comercio, por lo que el acceso y la capacidad para pagar las importaciones no obligarán a una desaceleración de su economía. Por lo tanto un resultado probable es simplemente que la cuota de consumo se incrementará, mientras que la de inversión se reducirá, sin efecto significativo sobre el crecimiento. El estancamiento japonés no tiene nada que ver con una caída en la participación de la inversión en el PIB total, y esta relacionado, en parte, con el colapso de una burbuja financiera.

Para el relato heterodoxo sugiero leer mi post sobre si los Estados Unidos es tiene un crecimiento dirigido por las ganancias. El problema es esencialmente el mismo con el argumento general del crecimiento dirigido por ganancias. El problema es que la inversión se deriva de la demanda. Los altos beneficios no conducen a la inversión si el crecimiento de la demanda es lento. El elemento central del modelo de desarrollo de Asia fue el crecimiento de las exportaciones, y su acceso privilegiado a los mercados estadounidenses. Carlos Medeiros (lectura en portugués aquí) y Franklin Serrano se han referido a esto como "el desarrollo por invitación." Tanto los chinos como los americanos se han beneficiado del acceso a los mercados estadounidenses, con los bienes de consumo baratos. Lo más importante para las empresas estadounidenses (además de acceso a los mercados asiáticos de China y otros) es el uso de la relocalización como una amenaza efectiva contra el trabajo en casa.

En suma, no sólo a China no es impulsado por la inversión, sino que además no hay riesgo significativo de una estrategia de desarrollo de China más dependiente de las fuentes internas de la demanda. El consumo no es perjudicial para el crecimiento, sobre todo si es el resultado de un aumento sostenido de los salarios reales, en lugar de la acumulación de la deuda privada, como ocurrió en los últimos booms de América. Ese es el desafío chino, para incorporar un número creciente de trabajadores en la economía formal, con salarios reales más altos.

Original: Naked Keynesianism