El viejo Almacén. BsAs

Surplus Approach

“Es necesario volver a la economía política de los Fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx. Y uno debe proceder en dos direcciones: i) purgar la teoría de todas las dificultades e incongruencias que los economistas clásicos (y Marx) no fueron capaces de superar, y, ii) seguir y desarrollar la relevante y verdadera teoría económica como se vino desarrollando desde “Petty, Cantillón, los Fisiócratas, Smith, Ricardo, Marx”. Este natural y consistente flujo de ideas ha sido repentinamente interrumpido y enterrado debajo de todo, invadido, sumergido y arrasado con la fuerza de una ola marina de economía marginal. Debe ser rescatada."
Luigi Pasinetti


ISSN 1853-0419

Entrada destacada

Teorías del valor y la distribución una comparacion entre clásicos y neoclásicos

Fabio PETRI   Esta obra, traducida por UNM Editora, ha sido originalmente editada en Italia con el título: “Teorie del valore e del...

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14 may 2022

Presentación en la Feria del libro de Economía Política de Massimo Pivetti.

En el stand de la Universidad en la Feria del libro realizamos la presentación  del libro  Economía Política de Massimo Pivetti, de UNM editora,  explicando un poco su contenido y del porqué tenerlo en un curso alternativo de macroeconomía.

 


 

 Primero comenzamos con el comentario del Profesor Matías Vernengo sobre el libro:




También Massimo Pivetti a quien estamos enormente agradecidos por la gestión nos escribió para la ocasión unas palabras:


"Estoy muy contento con la publicación en Argentina de mi "Economía Política". Espero sinceramente que ayude a sus alumnos a analizar críticamente los fenómenos económicos. Hoy, más que desde la crítica a la teoría ortodoxa, es desde la mala experiencia concreta del capitalismo que el rechazo al liberalismo se desarrolla y se extiende por todo el mundo. Este rechazo, como ya ocurrió en la década de 1930, está involucrando ahora también los principales esquemas de razonamiento que en las últimas décadas han seguido dando sustento teórico e ideológico al liberalismo. Considero que actualmente el desarrollo de formas alternativas de razonamiento en economía política debe ante todo servir de base, en los diversos contextos geopolíticos, para la concepción de caminos de política económica progresistas, encaminados al pleno empleo y al fortalecimiento del poder de negociación de los trabajadores. Pienso que sin una visión clara y articulada de un camino alternativo de política económica, cualquier movimiento de oposición política al liberalismo, aunque sea numéricamente importante, actuaría esencialmente desarmado". Massimo Pivetti

 

Para mayor referencia del libro ver : ACA


 


13 dic 2021

Nuevo libro traducido: Economía Política de Massimo Pivetti

 


 

Massimo PIVETTI

ISBN (Edición impresa) 978-987-782-051-5

225 Págs-15x22cm

En esta oportunidad nos complace presentar en el marco de la Colección Biblioteca de Economía, una nueva publicación en consonancia con los objetivos institucionales de difusión de conocimientos científicos. Específicamente, se trata de un trabajo realizado desde una perspectiva teórica que cumple con varios de los requisitos de calidad y provee a nuestros propósitos de difundir producciones que aporten al necesario debate para la revisión y renovación en el ámbito de la economía política.


El profesor Massimo Pivetti, de la Universidad de Roma “La Sapienza” y otras universidades italianas, es un notorio representante de lo que puede denominarse la moderna economía política clásica, la cual reconoce como hito de actualización y reimpulso a las contribuciones de Piero Sraffa (1898-1983) en Cambridge y a los desarrollos de sus continuadores, entre quienes se destaca Pierángelo Garegnani (1930-2011), profesor de la Universidad Roma III.

 

Prólogo a la edición argentina

 
El libro Economía Política que se ha elegido para continuar la serie de textos de autores clásicos-keynesianos de la UNM es el de un prestigioso profesor y economista italiano. El libro del profesor Massimo Pivetti reúne los méritos de completar la temática que se da en los cursos de macroeconomía desde un nivel formal básico -en tanto solo tiene gráficos y muy pocas ecuaciones a modo de lenguaje preciso- pero, al mismo tiempo, posee una profundidad conceptual que lo hace apto para ser utilizado en materias avanzadas de macro­ economía de grado y para la reflexión teórica en cursos de posgrado.

 
Los cinco capítulos van tomando, cada uno, una corriente teórica diferente, comenzando con la visión macro del marginal ismo, mostrando los problemas en general ocultados u olvidados en la analístim mas difundida. La posibilidad de equilibrios múltiples e inestables, se muestran con suma sencillez con el recurso de gráficos.

 
En el capitulo dos se muestran los argumentos de Keynes de primera mano y mostrando sus vínculos conceptuales con una visión del principio de la demanda efectiva a corto y largo plazo, de tal forma que al autor lo libra de presentar un capitulo explícito para la teoría de la distribución clásica, que claramente bajo ese esquema teórico, la demanda efectiva conforma un cierre casi obligado para la determi­nación de las cantidades y la producción fuera del core clásico.

 
En el capitulo tres, se enfoca la visión presente en todos los manuales de macroeconomía de la “síntesis neoclásica”, fruto de un trabajo critico de Hicks (1937) “Mr. Keynes y los clásicos” del cual este autor se arrepintió años mas tarde en Hicks, J. ; “La crisis de la economía Keynesiana”, Labor, (1976). Pivetti se explaya con sencillez y profun­didad también para explicar las relaciones conceptuales de la vuelta del neoclasicismo para cambiar las causalidades del principio de la demanda efectiva a otro esquema simultaneo, donde la “frugalidad” y la productividad del capital vuelven a ser causas de la inversión privada.

 
En el capitulo cuatro se aborda la contrarrevolución antikeynesiana de la “Nueva Macroeconomía Clásica” (N M C), pasando por los cambios fundamentales en la concepción de capital, las expectativas racionales y el giro anti política monetaria del equilibrio perma­nente. La política monetaria profundizando a Friedman con expec­tativas racionales, no solo debería no estorbar, sino que ya no haría falta.Y la política fiscal estará atada con los modelos intertemporales y temporarios donde la “equivalencia ricardiana” domina el esce­nario, claro esta no sin demasiados problemas y supuestos difíciles digerir que se explican claramente en el texto.

 
En el capitulo cinco se analiza la corrección realizada por lo que es el mainstream actual de la visión “imperfeccionista” a cargo de la visión neo keynesiana. Se parte de la existencia necesaria de “rigideces” (que no son otra cosa finalmente que la resistencia salarial y la puja distri­butiva) lo que les permite salir de la inútil teoría en base a los mode­los marginalistas como la de ciclo real de negocios, donde todo esta en equilibrio liderado por la oferta y sin necesidad de hacer políticas desde el Estado. Los neokeynesianos abren el juego vía “rigideces” a las políticas monetarias, pero no a las fiscales, donde siguen a pie juntillas la visión marginalista alia Barro. De allí derivan el análisis del comportamiento de la curva de Phillips y los remedios para el problema del desempleo. La teoría de los “salarios de eficiencia” y “salarios de reserva” son analizados por el autor, mostrando su explí­cito vinculo del conflicto de clases, el que es olvidado en la visión neo keynesiana, como es olvidado paradójicamente el propio Keynes.

 
En resumen, un libro escrito por un académico notable como el profesor Massimo Pivetti, que es sencillo de leer para el interesado en conocer Economía Política y macroeconomía. Su eje implícito en cada capítulo reside en la discusión conceptual y teórica entre dos teorías de la distribución existentes: la del excedente clásico y la marginalista en sus diferentes versiones. Esa característica del libro lo hace un candidato a reemplazar tanto manual de macroecono­mía que de tanto repetirse terminan no explicando los conceptos teóricos y la causalidad entre variables, que es el punto teórico a ser enseñado en economía.

 
Moreno, abril de 2021
Alejandro FIORITO 1

 

 Indice del libro:

Capítulo primero

Teoría neoclásica y el equilibrio de pleno empleo.                                                                 

1. La ley de Say, la economía política clásica y la teoría neoclásica                                            

2. Maximización de la utilidad y la función de oferta de trabajo.                                           

3. Maximización del beneficio y función de la demanda de trabajo.                           

4. El principio de sustitución 

5. Escasez relativa de trabajo y salario de equilibrio como salario de plena ocupación                    

6. Pago "en dinero" de los ingresos y sus implicaciones para la determinación de salarios y del producto de equilibrio

7. Determinación de la tasa de interés de equilibrio y la interacción entre el mercado de trabajo y el mercado del producto                                                                             

8. Sobre el vínculo entre la teoría de la distribución y la teoría de la ocupación en la visión neoclásica                                   

9. La ley de Say y la elasticidad-interés de la función de inversión: sus supuestos teóricos y evidencia empírica               

10. Nivel de precios y ajuste automático de la demanda de dinero a su oferta según la "teoría cuantitativa".                    

11. El análisis monetario de Wicksell y el ajuste (no automático) de la tasa de interés monetaria a la tasa de interés real o "natural".                                                               

12. Exogeneidad "versus" endogeneidad y neutralidad "versus" no neutralidad del dinero       

Nota bibliográfica                                                                                                                                                        

Capítulo segundo

La "revolución" keynesiana.

La independencia de las inversiones de los ahorros y el principio de la demanda efectiva       

l. Funciones de demanda y de oferta agregadas y equilibrio de plena ocupación                           

2. La noción keynesiana de "demanda efectiva" y el equilibrio de subocupación                           

3. Reversión de la relación entre ahorro e inversión y "ortodoxia financiera"                           

4. Causas y efectos de una alta propensión a ahorrar de la comunidad 

5. El multiplicador de inversión 

6. El principio de aceleración y los efectos positivos de los consumos en las inversiones.      

7. Interacción entre multiplicador y acelerador: un ejemplo numérico 

8. Concepción keynesiana de la relación entre ahorro e inversión y la teoría del interés.               

9. La tasa de interés como "fenómeno monetario" 

10. Tasa de interés, "tasa de eficiencia marginal del capital" y función de demanda de inversión

11. Sobre las causas del equilibrio de subocupación y los límites del análisis keynesiano          

12. La medición en "unidad salario" de las magnitudes objeto del análisis 

13. Los efectos de los cambios en los salarios monetarios a la luz del principio de demanda efectiva                                     

14. "Efecto Keynes" y "Efecto Pigou" 

15. Principio de demanda efectiva e implicaciones de la política económica                                      

Nota bibliográfica                                                                                                                                                        

Capítulo tercero

La "síntesis neoclásica", o la absorción de las críticas de Keynes 

1. La teoría de Keynes vista como teoría de la depresión                                                  

2. El equilibrio real y la relación inversa entre tasa de interés e ingreso                     

3. El equilibrio monetario y la relación directa entre la tasa de interés y el ingreso                          

4. La determinación simultánea del saldo real y el equilibrio monetario y el pleno empleo como situación normal de la economía          

5. La "trampa de liquidez" 

6. La frugalidad y la productividad del capital reasumen el papel del primeros actores                  

7. El fenómeno del "desplazamiento" 

8. El gasto militar y el "desplazamiento" de las inversiones privadas: el caso de la economía estadounidense                                                                                                                                    

9. Síntesis neoclásica y «Efecto Pigou»         

10. Sobre la relación entre el nivel general de precios y el ingreso basada en la síntesis neoclásica  

Nota bibliográfica                                                                                                                                                         

Capítulo Cuarto

La restauración teórica de finales de siglo

El monetarismo y la "nueva macroeconomía clásica"                                                                

1. Una "nueva" ortodoxia y sus denominaciones 

2. La noción de "tasa de desocupación natural" 

3. Equilibrio del mercado laboral, oferta agregada y demanda agregada 

4. La importancia atribuida al "efecto riqueza" en la explicación de la función de demanda agregada                                    

5. La función de demanda agregada como determinante del nivel de los precios                            

6. Ahorro e inversión 

7. Función de oferta agregada y curva de Phillips 

8. Una interpretación alternativa de la curva de Phillips y la política de ingresos                  

9. Interpretaciones modernas de la curva de Philips y sus implicaciones 

10. La hipótesis de las "expectativas racionales" 

11. Políticas para gestionar la demanda agregada versus políticas que afectan la oferta de mano de obra y el ahorro    

12. Sobre los efectos expansivos a largo plazo de las reducciones del gasto público                       

13. El aumento de la tasa de ahorro de la economía como objetivo primario de la política económica                                   

14. La "nueva macroeconomía clásica" y el proyecto de unificación monetaria europea 

15. La pérdida de la soberanía monetaria y la soberanía fiscal en el caso italiano 

Nota bibliográfica                                                                                                                                                         

Capítulo Quinto

 “Nueva economía keynesiana " y las instituciones del mercado laboral                     

1. Los temas en el centro del análisis: el desempleo y sus remedios 

2. La "tasa natural de desempleo " como la tasa efectiva de desempleo 

3. Desempleo "natural", desempleo de equilibrio y desempleo involuntario                                    

4. Políticas de precios corporativos y equilibrio macroeconómico 

5. La aversión de las empresas al riesgo                                                                        

6. Comportamiento empresarial e inestabilidad económica: una primera evaluación                    

7. Rigidez a la baja de los salarios reales y el desempleo involuntario 

8. Teorías de los "salarios de eficiencia" 

9. "Salarios de eficiencia" y teoría neoclásica del salario                                                              

10. El problema del peso insuficiente del desempleo en la determinación de los salarios y las soluciones propuestas   

11. La "rigidez" del mercado laboral como causa de desempleo a la luz de la experiencia y del principio de demanda efectiva 

12. Protección legal de los trabajadores (la "rigidez" del mercado laboral) y políticas de pleno empleo: una conexión muy estrecha 

Nota bibliográfica

Para comprar el libro:

http://www.unmeditora.unm.edu.ar/index.php/colecciones/biblioteca-de-economia/292-economia-politica

 

 

8 jul 2020

Matias Vernengo y Fabian Amico: Situación y Perspectivas de la economía argentina y mundial

Conferencia completa de Matias Vernengo y Fabian Amico y ATE de SantaFe
Economía política de la pandemia (con escenas de keynesianismo explícito). Spoiler alert: 1) La decadencia de EEUU es un mito; 2) La "eutanasia del rentista" es inviable en un solo país.








31 may 2020

Santiago Gahn: "Nuestra estructura productiva no genera los bienes de capital necesarios para crecer



Santiago Gahn está viviendo en Italia desde octubre de 2017, cuando viajó para cursar el doctorado en Economía Política en la Università Roma Tre. Previamente había realizado una maestría en Desarrollo Económico en el Instituto de Altos Estudios Sociales (Idaes), de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), y había estudiado Economía en la Universidad de La Plata. 

- ¿Cómo ve la situación mundial con la irrupción del coronavirus?
-Lo veo como una gran caída en la demanda, porque la gente no puede salir y consumir. Esto hace que caigan los niveles de actividad y la inversión. Y hay un montón de empresas que, si el Estado no las mantiene, van a cerrar. Entonces, nos vamos a encontrar con gente que no tendrá más trabajo. La tasa de desocupación y las tasas de pobreza y de indigencia van a aumentar mucho. Acá se suma también el tema de la restricción del sector de la salud: si hay 50 camas para internar a las personas y ya están cubiertas, no se puede seguir abriendo la economía, porque habrá gente que se va a contagiar y se quedará sin cama. Entonces, hay que adecuar la restricción económica a la cantidad de camas disponibles. Creo que el Estado tiene la capacidad de financiar a las empresas y a las personas para que se queden en la casa sin generar ninguna actividad. Dado que el gasto es el que genera la circulación de dinero y el crecimiento económico, no hay que producir primero, sino que primero se necesita el gasto. De hecho, hay personas que se dan cuenta de que pueden vivir sin trabajar, porque pueden llegar a estar seis meses cobrando un sueldo del Estado. Si el Estado tiene la decisión política de hacerlo, lo puede financiar. 

-¿Cuánto tiempo puede el Estado financiar esta situación? ¿Cuál es el límite, por ejemplo, en un país como la Argentina, que tiene menos herramientas fiscales y de endeudamiento?
-En la Argentina la restricción es el sector externo, la falta dólares. La restricción del sistema de salud está, pero la segunda restricción que sigue es la de los dólares. No veo que haya una restricción fiscal. De hecho, el Gobierno puede financiar el déficit todo lo que quiera. Es un decisión política. 

-¿No hay un límite de tiempo para mantener la economía cerrada y que el Estado financie los pagos con emisión? 
No veo que haya límites temporales, más que la decisión política. Doy como ejemplo el caso de Inglaterra, donde hubo un conflicto con el presidente del Banco Central, quien dijo que no quería financiar al Tesoro porque decía que eso era inflacionario, que iba a generar falta de credibilidad de la autoridad monetaria y que no iba a ser más independiente. El discurso que escuchamos siempre. Y el Tesoro le dijo que igual debía financiar todo lo que ellos necesitaban. El Banco Central tuvo que acceder. Para ellos, la decisión de abrir o no la economía es un decisión política, además de que el sistema de salud cuenta con una restricción de oferta. Inglaterra es un país que emite moneda internacional y no tiene ningún tipo de límite. Nosotros tenemos dos restricciones: la del sistema de salud y la externa, que es la falta de dólares. Este año, igual, no veo que haya una escasez de dólares. Hay un problema financiero con la política monetaria, con el tema del tipo de cambio paralelo pero, en principio, la gente no se va a ir de viaje, no habrá turismo y ahí hay miles de millones de dólares que nos vamos a ahorrar. Además, las importaciones se van a destruir, van a caer muchísimo por la caída en la actividad. Los empresarios no van a invertir porque no hay demanda, y esas máquinas que antes se traían de otros países, no se van a traer. 

-Está también el problema de la brecha cambiaria, por la diferencia de precios entre el dólar oficial y los paralelos. ¿Cómo puede afectar eso?
-Una forma de reducir la brecha es aumentando la tasa de interés, para intentar que la gente ahorre en pesos y no compre dólares de manera compulsiva. Creo que fue lo que intentaron hacer en las últimas semanas, con el aumento de la tasa de los plazos fijos. 

-¿Se puede por un lado subir la tasa para que la gente ahorre en pesos y, al mismo tiempo, pedirle a los bancos que bajen las tasas para dar créditos?
-Se puede trabajar con el subsidio al crédito como políticas puntuales. Yo soy más de los que piensan que es mejor tener la tasa de interés alta y que la gente ahorre en pesos. Además, el crédito es endógeno a la actividad. Si la actividad cae, porque están cayendo las exportaciones o el gasto público, el crédito va a caer. No se le puede pedir a los bancos que empujen la cuerda. Habría que subir la tasa de interés para que la gente se quede en pesos, y aumentar el gasto público para que la rueda empiece a girar de nuevo. Los bancos son agentes bastantes pasivos en la parte de créditos productivos. 

-La inflación hoy no es un problema, pero ¿cómo ves la situación cuando lo peor ya haya pasado y volvamos a la normalidad?
-La Argentina tiene una historia inflacionaria histórica, de muy largo plazo. El único momento en el cual no tuvimos fue en los 90, con el sistema del uno a uno. Hubo dos cosas en esa época: la fijación del tipo de cambio y el desarme de los sindicatos. Por lo tanto, las causas principales de la inflación en la Argentina son dos: la fluctuación del tipo de cambio y la puja distributiva. La inflación en los últimos años empezó a estar en el orden de 20% esto a partir de 2007 y 2008, cuando hubo un incremento impresionante de los precios internacionales de la comida. El gobierno de entonces quiso poner retenciones y no pudo, pero era una manera de gestionar ese conflicto. Recuerdo que Hugo Moyano decía: "Voy a pedir de incremento salarial lo que aumente el changuito en el supermercado". Como tenemos una historia de densidad sindical muy fuerte y muy interesante, creo que esto también colabora con el problema inflacionario. Pero no es que hay que ver a los sindicatos como si fueran dañinos, porque es una lectura sesgada. La realidad histórica argentina es que también, gracias a esos sindicatos, los niveles de vida de la gente que trabaja ha sido más alto en comparación con los del resto de América Latina. Con la cuestión del tipo de cambio, es más fácil controlarlo, ya que el Banco Central puede vender futuros e intervenir para estabilizarlo. Pero la puja redistributiva es un tema más político. Nadie quiere resignar sus ingresos. 

-Pero también es difícil tener un Banco Central activo cuando hay cada vez menos dólares y caen las reservas. ¿Cómo ve el tema de deuda en esta situación?
-Las reservas son el arma del Banco Central, son la manera de defenderse frente a los ataques especulativos y de cuidar el tipo de cambio. Hay que tratar de evitar la pérdida de reservas. Con el tema de la deuda, no estoy tan informado en detalle, pero es muy importante que haya un acuerdo, porque la Argentina siempre necesita dólares. Tenemos una estructura productiva que no produce los bienes de capital necesarios para seguir creciendo. Por eso necesitamos los dólares para importar. Desde 1975 fuimos perdiendo nuestra capacidad productiva. Uno entiende la puja distributiva que hay a través de eso: el peso de los rentistas agrarios contra los industrialistas. Es una discusión que la Argentina no saldó nunca, todavía estamos discutiendo las retenciones y si hacer o no política industrial. Es una discusión que el mundo ya la saldó hace rato en favor de la industria. 

-¿Con la aparición de los servicios, no entra un tercer jugador: industria, campo y servicios?
-Los servicios son importantes, pero tienen a las industrias atrás. Por ejemplo, para todo lo que sea internet hay que construir redes de infraestructura para tener servidores. 

-¿Pero eso no se puede tercerizar?
-Sí, pero lo necesitan. Los servidores están en Estados Unidos, no puede haber uno en la Argentina donde se corta la luz cada 10 minutos. 

-Pero las empresas argentinas como Globant y Despegar tienen a la mayoría de sus empleados brindando servicios. Por eso pareciera que ya hay un tercer jugador.
-Sí, hay una tendencia a que los servicios participen más en el producto, pero esos servicios no existirían si no está la industria atrás. Por ejemplo, Despegar, si no está la industria del turismo, que implica tener aviones, no existiría. Los servicios están, pero son un eslabón final de algo que está atrás. 

-Escribió bastante sobre la cuestión del déficit fiscal. ¿Se puede tener siempre más gastos que ingresos?
-Si hay un Banco Central que emite moneda propia, no veo cuál puede ser el límite. Mi tesis es que el ajuste en las cantidades es mucho más potente que el ajuste en precios. Cuando se aumenta la demanda, ya sea por gasto público o porque aumentan las exportaciones, la capacidad productiva se adecua a esa nueva demanda esperada. Es muy flexible. En la teoría tradicional, neoclásica, se espera que si aumenta la demanda con déficit fiscal, debería subir la inflación. En realidad no es así porque las empresas compiten entre ellas, por eso el ajuste de precios es cero, ajustan por cantidades. Por ejemplo, el gobierno quiere comprar ambulancias y la utilización de las plantas automotrices crece ante la mayor demanda. Y si la demanda se sostiene, van a decidir abrir otra planta, porque si no lo hacen ellos, lo hará otra empresa. La manera de defender su negocio es invirtiendo. Ante cada aumento de demanda, o aparecen nuevas firmas o las que están, expande sus plantas. Pero, porque tenemos problemas en nuestra estructura productiva y no producimos los bienes de capital, hay que comprarlos con dólares. Entonces, la empresa automotriz le comprará al Banco Central los dólares para importar maquinaria, porque los otros países no van a aceptar pesos. El límite que hay es de escasez de dólares. ¿Por qué cuando se abre una planta automotriz se necesitan tantos dólares? Esa es la pregunta principal. ¿Por qué las máquinas no se producen en la Argentina? En algún momento se produjeron. Pero desde 1975 para acá, todos los gobiernos fueron integrando la industria de bienes de capital nacional, y nos hicimos más dependientes del resto del mundo, pero no de una forma positiva. En nuestro caso, fue de manera negativa, porque cada vez que crecemos, necesitamos más dólares y eso nos limita porque tenemos escasez. 

Fuente: La Nación