El viejo Almacén. BsAs

Surplus Approach

“Es necesario volver a la economía política de los Fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx. Y uno debe proceder en dos direcciones: i) purgar la teoría de todas las dificultades e incongruencias que los economistas clásicos (y Marx) no fueron capaces de superar, y, ii) seguir y desarrollar la relevante y verdadera teoría económica como se vino desarrollando desde “Petty, Cantillón, los Fisiócratas, Smith, Ricardo, Marx”. Este natural y consistente flujo de ideas ha sido repentinamente interrumpido y enterrado debajo de todo, invadido, sumergido y arrasado con la fuerza de una ola marina de economía marginal. Debe ser rescatada."
Luigi Pasinetti


ISSN 1853-0419

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Teorías del valor y la distribución una comparacion entre clásicos y neoclásicos

Fabio PETRI   Esta obra, traducida por UNM Editora, ha sido originalmente editada en Italia con el título: “Teorie del valore e del...

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24 nov 2017

Céfiro: Dossier a 150 años de la publicación del primer tomo de “El Capital”

Posteamos el tercer número del cuarto año de la revista de la Universidad Nacional de Moreno, Céfiro, que contiene un dossier (págs. 35-108) sobre El Capital de Marx a los 150 años de su publicación.





Como afirman  los profesores de la UNM,  Florencia Médici y Pablo A. Tavilla al comienzo del dossier:

"Tomamos como excusa la conmemoración de los 150 años de la publicación del primer tomo de “Das Kapital. Kritik der politischen Oekonomie” en 1867 para destacar, valorizar y considerar como pensamiento vivo gran parte de la gigantesca obra de Karl Marx.
Ni muerto ni mineralizado, ni tampoco convertido en suma teológica; siempre mejorable y superable críticamente, pero sabiendo que encontramos ahí, frecuentemente, un punto de partida, un disparador, un marco ordenador e inspirador. Constituyó un salto histórico inmenso, el arribo a una cumbre en materia de condensación lúcida de progresos en el conocimiento humano crítico.
Con la obra de Marx se dio una particularidad, fue prácticamente imposible serle indiferente. Por odio o por alta valoración, por él o contra él, ya sea en economía política, en filosofía, en política, en cultura, en sociología o en cualquier otro campo de las ciencias sociales, es mucho lo que inspiró y motivó a producir.
Ya sabemos que las ideas y la construcción de conceptos se refieren a un contexto temporal y espacial, sin embargo también aprendimos que algunas pueden servir para iluminar otras indagaciones sobre realidades diferentes, como marco o como guía o pistas para plantear nuevas preguntas o como invitación a superar críticamente un buen punto de partida. Cuando no, fundar toda una tradición, una corriente".
 ..............................................................
"Basta con decir que la misión de una Casa de Altos Estudios Universitarios es formar en pensamiento crítico, en comprender para transformar. Cuánto Marx está en el aire mismo que respiramos! Ni hablar de quienes nos formamos en ciencias económicas. ¿Cuántos, acaso, no estudiamos economía arrastrados por el hechizo de esos textos tan poderosos y polémicos?
Nos tentamos de parafrasear a alguien muy relevante en la historia política nacional y adaptarlo para sostener que, más allá de las opciones ideológicas, disciplinares y hasta políticas, todos somos al menos un poco marxistas, aún cuando no siempre tengamos conciencia plena, mal que pueda pesarnos. Esto suele pasar con esos pocos casos de mentes brillantes que condensaron pensamientos y espíritus de épocas y las trascendieron dando su impronta y testimonio, influyendo, motivando corrientes de pensamiento y hasta desatando tormentas.
Para ir terminando, un poco más atrevidos pero con la mejor intención de motivar lecturas: cuántas veces, en relación a algún análisis no muy convincente en el amplio campo de las ciencias sociales, y más allá de posicionamientos ideológicos, políticos y religiosos, pensamos: “a este muchacho se le nota mucho no haber pasado por Marx”.

Lo que sigue son los seis artículos integrantes de este Dossier, escritos por Enrique Aschieri, José Castillo, Eduardo Crespo, Nicolás Dvoskin, Alejandro Fiorito y Alejandro Naclerio, docentes de universidades públicas argentinas que ponen lúcido foco en algunos aspectos de esa obra cumbre de la economía política clásica, para algunos y crítica superadora de los clásicos, para muchos otros. En esta oportunidad, artículos
más cercanos al análisis experto. Un lujo.
En definitiva, siempre nos movemos con el afán de contagiar ganas y pasión por saber, por comprender el mundo y por no cesar en el deseo de mejorarlo. Como decía Marx, a seguir haciendo historia en el marco de las circunstancias que nos tocaron, aún cuando, en principio, no las hayamos elegido tan conscientemente."

Indice del Dossier:
• A 150 años de la publicación primer tomo de “El Capital” Presentación,
por Florencia Médici y Pablo A. Tavilla

• “Usar” El Capital. Un ensayo sobre sus dimensiones “cualitativas”,
 por José E. Castillo

• El Sistema Marx. Anatomía y dinámica del capitalismo: La vigencia del debate en el siglo XXI, 
por Alejandro Naclerio.
 por Alejandro Fiorito.

• El tratamiento de la tasa de ganancia en Ricardo y Dmitriev. Una breve comparación con Marx, 
por Eduardo A. Crespo y Marcus Cardoso Santiago

• Los robots en el sesquicentenario de Das Kapital, 
por N. Enrique Aschieri

• Das Kapital y la sociedad disciplinaria: Una lectura posmoderna de las relaciones de poder en la obra de Marx, 
por Nicolás Dvoskin

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29 mar 2014

OBSERVACIONES SOBRE LA INTERPRETACION SRAFFIANA DE LA TEORÍA DEL VALOR DE MARX




Posteamos un muy interesante trabajo del Profesor Franklin Serrano, presentada en Buenos Aires en una de sus visitas, sobre la interpretacion sraffiana de la Teoría del Valor de Marx.

 

 

Por Franklin Serrano

Profesor del Instituto de economía, UFRJ.


 

I. INTRODUCCIÓN[1]


 Una crítica basada en Sraffa (1960) a la teoría del valor de Marx es razonablemente bien conocida [2]:la llamada teoría del valor trabajo en general no ofrece resultados correctos ni tampoco en rigor es estrictamente necesaria para determinar consistentemente una tasa general de ganancia y los precios de producción a partir de un nivel dado de salario real y los métodos de producción en uso. Mucho menos conocida, en tanto, es la interpretación sraffiana de Marx, esto es, no lo que podría haber de errado (o superado) en su teoría, sino el por qué Marx habría utilizado su teoría del valor de forma que lo hizo. En este trabajo, intentaremos presentar de la forma más simple y resumida posible las líneas generales de esta interpretación (ver especialmente Garegnani & Petri, 1982) y algunas de sus principales implicancias. 

 Tratándose de temas tan complejos y polémicos naturalmente no hay aquí la menor pretensión de agotar o resolver definitivamente el tema. El objetivo es estimular o debatir e inducir a los lectores a investigar los diversos estudios producidos por esta línea de interpretación sraffiana, que no es tan conocida en Argentina.
 Para Sraffa y para sus seguidores más próximos, el papel central de la teoría del valor en Marx es estrictamente analítico y consiste apenas en permitir, a partir del excedente, determinar por un nivel dado de salario real y los métodos de producción en uso - medidos en trabajo abstracto (que Marx llamaba  plusvalía), una determinación coherente de la tasa general de ganancia y, poco después, de los precios de producción.
 Asimismo, la teoría del valor de Marx no postula que los precios de producción, precios que cubren los costos de producción más la tasa de ganancia general (entorno a la cual los precios de mercado oscilan) serían proporcionales a la cantidad de trabajo abstracto directo e indirecto socialmente necesario para la producción. La teoría del valor sirve para calcular la tasa de ganancia general que será incorporada a esos precios de producción antes e independientemente de la determinación de los mismos, de modo de impedir un razonamiento circular y proveer la base para un análisis materialista y objetivo de la generación, distribución y evolución del excedente en el tiempo.
 En la tradición marxista hay, sin embargo, ungran énfasis, raramente acompañado de una base textual sólida, sobre el supuestopapel ético, histórico, filosófico (e incluso “contradictorio) de la teoría del valor de Marx.[3] Por otro lado, muchos autores críticos de Marx hablan también de otros papeles de la teoría, cuando no la consideran inútil, puramente ideológica o “metafísica”.[4]

 Sin embargo, para su correcto entendimiento, la teoría del valor de Marx debe, en la visión Sraffiana, ser pensada en términos de su papel en una estructura analítica basada en la idea de excedente que Marx compartía con los economistas clásicos como Smith y Ricardo (el tema de la sección II). En estos términos, como veremos en la sección III, los conceptos económicos utilizados por Marx son razonablemente simples y en general consistentes con la “contabilidad social” típica de este abordaje. Y el carácter analítico (y no filosófico ni mucho menos ético) del concepto de valor de Marx, como única fuente o sustancia de valor, debe ser entendido (como veremos en la sección IV) a partir de la idea central de que el sistema de precios relativos solamente redistribuido entre los sectores en valor de cambio, de acuerdo con las normas de la competencia, un excedente generado en la producción a partir del trabajo asalariado. En el caso más general, este excedente se distribuye no solo como ganancia entre los diversos sectores, sino también como ganancia comercial, renta de la tierra e intereses del dinero.

 Además, para los sraffianos, el problema de la teoría del valor de Marx no es que esta teoría sea “metafísica” o cosa parecida y sí que, ya sea midiendo el salario real y las condiciones técnicas de producción en trabajo o de otras unidades técnicas, hoy sabemos que el uso de la determinación simultánea y no secuencial de la tasa de ganancia y de precios de producción permite una solución más exacta y válida sobre condiciones mucho más generales de las que alcanzó Marx en su época (como veremos en la sección IV). [5]

 Una interpretación sraffiana de Marx también nos permite analizar críticamente la idea, común a la mayoría de los autores de tradición Marxista, de que la teoría del valor trabajo no puede ser abandonada o superada, pues implicaría el abandono de otras ideas importantes de Marx sobre temas como la “ley de tendencia decreciente de la tasa de ganancia” (discutida en la sección V) o del fetichismo de la mercancía y la explotación de la fuerza de trabajo (tratados en la sección VI). A partir de ahí presentamos un breve comentario sobre la posición del propio Sraffa respecto de la teoría de Marx evolucionando a través del tiempo (sección VII). Se sigue una corta sección de observaciones finales (sección VIII). 

Un apéndice intenta mostrar cómo los conceptos económicos utilizados por Marx son razonablemente simples y en general consistentes con una “contabilidad social” típica de este abordaje. 


Para continuar leyendo  ACA
en portugues: ACA

[1] Traducción Fabian Amico y Gustavo Murga.
[2] Ver Steedman (1977), Garegnani (1974), Garegnani (1959). Esta crítica consiste en la generalización y el perfeccionamiento técnico de puntos que surgieron poco después de la publicación del volumen III de El Capital (en 1894) por economistas matemáticos rusos comenzando por Dmitriev en 1898 (Gherke (1998), seguidos de Borktievcz en 1905 (Howard & King (1998)) y por Von Charasoff en 1910 (ver Kurz y Salvadori (1995, cap. 13)).
[3] Actualmente ha ido creciendo la influencia de nuevas tentativas de resolver las cuestiones de la teoría de Marx en términos estrictamente analíticos como, por ejemplo, el abordaje del “sistema único temporal”, que no será discutido aquí. Críticas sraffianas a esta solución pueden ser encontradas en Mongiovi (2002).
[4] Como, por ejemplo, Joan Robinson (1979).
[5] Sobre esto ver Garegnani (1991).


  

9 jul 2011

Izquierda y Economía Vulgar: Marx no tiene la culpa.


Por Fabián Amico*

…el economista vulgar cree que hace un gran descubrimiento cuando contra la revelación de la conexión interna proclama orgullosamente que las cosas tienen una apariencia completamente distinta” (Carta de Marx a Ludwig Kugelman, julio de 1868).

Este texto responde a algunas de las críticas realizadas por Rolando Astarita en seis extensas notas en su blog (sucesivamente, RA1, RA2, RA3, RA4, RA5 y RA6, ver referencias). Astarita no se priva de realizar acusaciones morales, ni de desplegar una cadena de variados calificativos (“reformista armonicista” y otros) hasta la propuesta –no se sabe bien a quién dirigida- de que “tenemos que desterrarlo de las filas de la izquierda” y que por eso él ha dedicado su tiempo a “desnudar” mi lógica.
Sin embargo, los airados textos de Astarita presentan serios errores conceptuales (tanto en su análisis de los precios como de las cantidades o crecimiento) que condicionan todo su enfoque. No vamos a discutir aquí la extensa serie de non sequitur en que incurre Astarita. Por ejemplo, al sugerir que si el capitalismo funcionara realmente como dicen los economistas de inspiración keynesiana y/o sraffiana, entonces eso sería equivalente a afirmar que podrían “suprimirse todas las calamidades del capitalismo”, por caso, “emitiendo mucho papel el Estado puede curar crisis, desocupación y todas las demás miserias generadas por el capitalismo” (sic). O analogamente cuando sugiere que “el economista que tiene mal digeridas algunas vagas ideas sobre dinero exógeno y helicópteros, exclama indignado “Marx anticipaba a Friedman…!!!”. También recurre a falacias ad hominem, sugiriendo que si uno sostiene una hipótesis keynesiana-sraffiana, entonces uno sería “reformista” o cosas quizás peores.
Es difícil prejuzgar sobre la medida en que los lectores se podrían dejar impresionar por tales acusaciones, o que si éstas podrían obturar las posibilidades del pensamiento crítico. Por caso, incluso si quienes defienden una visión inspirada en Sraffa, Kalecki o Keynes fueran merecedores de graves acusaciones morales o políticas -como Astarita sugiere-, desde el punto del vista del argumento eso importa un comino: si el argumento es válido, es válido independientemente de quién lo sostiene, y sigue siendo válido por más que él desacredite a quien lo sostiene. Un lector atento sabrá leer los razonamientos que subyacen a la larga serie de non sequitur y de falacias ad hominen que prodigan los textos de Astarita. Por ende, este texto se focalizará en algunas ideas sobre el dinero y crecimiento que subyacen a los calificativos morales y a las extensas citas de Marx.

Por lo expuesto en este texto, llegamos a la principal conclusión: la economía marxista, tal como es entendida por Astarita, no es más que una variedad extrema de lo que Marx llamó economía vulgar. La interpretación formulada por Astarita, a pesar de la profusión de citas, refleja una concepción estrecha de los logros analíticos de Marx. De hecho, las principales ideas esbozadas por Astarita sobre dinero, tasa de interés, deuda pública y crecimiento tienen una base lógica y empírica extremadamente débil, y lejos de brindar una renovación y recreación de las ideas centrales de Marx, equivalen a un ejercicio de pura economía vulgar.
Marx entendía que en la economía vulgar las apariencias superficiales son confundidas con la subyacente realidad social. En la confusión de estas apariencias, además, el marco teórico básico (subyacente) de Marx se pierde de vista. Dicho marco teórico, por ejemplo, concibe los precios como centros de gravitación de largo plazo regulados, junto con la tasa de ganancia, por las condiciones técnicas de producción y por el salario real. Las ganancias emergen como un residuo, o excedente, cuya magnitud depende del grado en el cual los trabajadores generan más producto del que ellos y el proceso de producción consumen. Este enfoque del excedente puede ser desarrollado sin referencia a las problemáticas categorías de valor presentes en Marx, como lo hace Sraffa, sin socavar su explicación básica de cómo funciona el capitalismo.

Por caso, la economía política clásica y Marx vieron la competencia como el mecanismo central de coordinación dentro del capitalismo. En ausencia de impedimentos a la movilidad de los recursos, los flujos intersectoriales de capitales empujan los precios de mercado y el producto hacia sus niveles normales de largo plazo, tal que la tasa de ganancia “normal” tenderá a igualarse en todas las ramas. El conjunto de precios, producto y salario real consistente con el establecimiento de una tasa uniforme de ganancia refleja así fuerzas sistemáticas y dominantes operando sobre los precios y la distribución.
A su vez, un rasgo distintivo del análisis clásico-marxista de la distribución es el rol central asignado a la oposición de los intereses de clases (en particular entre trabajadores y capitalistas, aunque también, con rentistas terratenientes).

En este contexto, la participación en el ingreso agregado de los propietarios del capital y de la tierra representa un excedente obtenido después de deducir del producto social los bienes de consumo necesarios para el sostenimiento y reproducción de la clase trabajadora, y las mercancías utilizadas en el proceso de producción (incluyendo la depreciación del capital). La tasa de ganancia depende de la magnitud de este excedente (o en todo caso, de la parte de este excedente que va a los capitalistas) en relación a la cantidad de capital utilizada en la producción. Ciertamente, y esto es una diferencia fundamental con la economía convencional, todo este conjunto de variables aparece influenciada decisivamente por factores históricos, políticos e institucionales.

Este aspecto fundamental queda definitivamente perdido en los textos de Astarita, donde parece no existir lugar para las determinaciones políticas (exógenas). Pero como tales aspectos son decisivos en Marx, el enfoque de Astarita refuerza su carácter doctrinario en términos de lo que Marx llamó economía vulgar, es decir, un cuerpo de proposiciones que confunde “las apariencias superficiales con las relaciones sociales fundamentales” que sustentan al capitalismo.

Astarita, ciertamente, ha perdido de vista la “conexión interna” que posibilita el crecimiento de las economías capitalistas (la demanda efectiva) y ha sucumbido de hecho a las posiciones monetaristas, aferrándose a la teoría del dinero-mercancía con la que -se creía- se regía el mundo hace más de 100 años. Nada de esto, por cierto, puede ser culpa de Marx.

Todo el enfoque de Astarita solo pone de relieve que, en los tiempos que corren, el marxismo vulgar se encuentra lamentablemente en una situación particularmente vulgar y que, pese a las crisis de las visiones dominantes en economía, no consigue salir de esa situación de alarmante vulgaridad, que a estas alturas parece irrecuperable. Por esa razón, pese a sus renovadas ínfulas, cada día tiene menos impacto sobre la formación de los economistas más jóvenes y sobre el mundo real.



Ver texto completo aca


Algunas de las citas de la nota en Circus 4



*Director de la Revista Circus e investigador de UNLU.

21 may 2009

Circus 4: La Continuidad Teorica entre Marx y Sraffa

Presentación de Circus 4
Debate de la Continuidad teórica entre Marx y Sraffa

El Grupo Lujan el 8 de mayo, realizó la presentación del cuarto número de Circus, dedicado al vínculo y continuidad de la obra de Sraffa con Marx. Para ello se contó con la presencia de economistas e investigadores vinculados a la teoria clasica del excedente como Eduardo Crespo, Alejandro Fiorito y Fabian Amico, que argumentan a favor de la continuidad teórica de Sraffa con respecto a Marx y por otro lado Axel Kicillof argumentando en favor de una diferencia radical de la teoria de valor en Marx con lo que denomina la economia "ricardiana".
En el número de Circus 4 se presenta una nota que trata de resumir el problema a cargo de Amico y Fiorito,


Presentación a cargo de Hugo Azcurra y Exposición de Alejandro Fiorito
1-"Sraffa ofrece una revitalización de la economía clasica y representa una implosiòn de la economía neoclásica"




2-Sobre el núcleo analítico del problema de la transformación
"Si el problema analítico no està bien resuelto, dificilmente podrà hacerse alguna valoración normativa, filosófica, o política correcta..."
(Ecuaciones a las que refiere la exposición de A. Fiorito)



Exposición de Axel Kicillof



1-"como yo en Marx leo otras cosas, nunca logrè conectar la critica de Sraffa con mis propias inquietudes"
2-"la teoria de los costos de produccion es una teorìa tautologica"
3-"la teoria de los salarios de subsistencia es a las claras insostenible"
4-"El sraffismo es la fundamentación política del populismo....la idea de que hay una masa de recursos dando vuelta y que se la puede apropiar los trabajadores si ponen garra, o los capitalistas si uno se duerme, es lo que piensa en la Argentina el peronismo cuando habla de cincuenta y cincuenta..."


Exposición de Eduardo Crespo



1-"Sraffa se consideraba Marxista"
2-"lo de donde viene la mercancia y lo de la dialéctica esta bien, pero el problema es resolver los precios normales"
3-"existe una continuidad entre Marx, Dmitriev, Bortkiewicz, V. Charasoff y Sraffa"
4-"el sistema temporal simple no tiene bases textuales y es indefendible" ..."Shaikh es el verdadero neorricardiano"
5-"la defensa de la ley de Say se encuentra en muchos marxistas, contra los kaleckianos: los capitalistas gastarìan lo que ganan"


Exposición de Fabián Amico



1- Final de Crespo. Inicio de Amico
"¿Cómo se puede determinar endógenamente lo que va a ser la participación de los trabajadores en el excedente? ...
no hay manera porque depende de condiciones históricas específicas, lamentablemente para quienes quieren determinar todo dentro de un "sistema economico general marxiano"...esto depende de la lucha de clases".

 
2-"Para muchos marxistas si no hay consistencia algebraica...no importa...todo sigue siendo válido..."





Circus se vende en La Junior, Junin al 745, frente a la facultad de Economicas.
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