El viejo Almacén. BsAs

Surplus Approach

“Es necesario volver a la economía política de los Fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx. Y uno debe proceder en dos direcciones: i) purgar la teoría de todas las dificultades e incongruencias que los economistas clásicos (y Marx) no fueron capaces de superar, y, ii) seguir y desarrollar la relevante y verdadera teoría económica como se vino desarrollando desde “Petty, Cantillón, los Fisiócratas, Smith, Ricardo, Marx”. Este natural y consistente flujo de ideas ha sido repentinamente interrumpido y enterrado debajo de todo, invadido, sumergido y arrasado con la fuerza de una ola marina de economía marginal. Debe ser rescatada."
Luigi Pasinetti


ISSN 1853-0419

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Teorías del valor y la distribución una comparacion entre clásicos y neoclásicos

Fabio PETRI   Esta obra, traducida por UNM Editora, ha sido originalmente editada en Italia con el título: “Teorie del valore e del...

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15 ene 2022

"Para evitar la llamada 'fuga de capitales' es preferible tener 'bicicleta' financiera en pesos y no en dólares"

Entrevista a Alejandro Fiorito

 

Por Enrique de la Calle

AGENCIA PACO URONDO dialogó con el economista de la universidad de Moreno Alejandro Fiorito sobre restricción externa y la obsesión argentina con el dólar. "No es un problema “cultural”, como suele decirse, tiene lógica, que proviene de un cálculo muy básico. ¿En qué activo me conviene ahorrar?", describió. Por eso, propone diferenciales de tasas de interés nominales positivas. "Hay que pagar una tasa de interés que cubra la tasa que paga el mundo. Pero también cubrir el riesgo cambiario, el riesgo de una devaluación. Un tipo que tiene dólares y lo pone en un activo en pesos, si se devalúa la moneda, pierde plata. Eso no puede ocurrir", resaltó. Además, aseguró que no hay arreglo virtuoso posible con el FMI y que posiblemente "se arregle algo que no se pueda cumplir en el tiempo". 

APU: Usted propone pensar la restricción externa (la falta de dólares) en relación a la llamada “fuga de divisas”, porque sin resolver la segunda no tiene sentido avanzar con la primera. ¿Es así?

AF: Sí. La discusión tiene varias facetas. Hoy se discute mucho con el ambientalismo en torno a la importancia de aumentar exportaciones. Pero hay que entender que en simultáneo hay que solucionar el problema, llamémoslo así, financiero, de formación de activos externos (FAE). Que no es un problema “cultural”, como suele decirse, tiene lógica, que proviene de un cálculo muy básico. ¿En qué activo me conviene ahorrar? Se puede decir que siempre pasó así en la Argentina, y en realidad no fue siempre, uno puede poner una fecha, 1975, donde todavía se compraban casas en pesos. Empezó a suceder que a los particulares les convenía más el activo dólar que otro. El problema es que Argentina no puede comprar dólares en un banco.

APU: Cuando uno habla de “formación de activos externos” suele pensar en “fuga de capitales”, es decir, recursos que salen del país (por ejemplo, en sociedades offshore). Entiendo que usted no lo entiende así. ¿Qué incluye la formación de activos externos?

AF: Hay un error en llamar “fuga de capitales” a la FAE que, en tal caso, políticamente puede cerrar para tener un tono de acusación. Si hay “fuga” es porque tendría que haber estado adentro y se fue. En realidad, la formación de activos externos es cuando una empresa, o una persona física, en principio, puede decidir en qué moneda, en qué activo, sea un plazo fijo, la compra de un bono, coloca lo que no va invertir. Una empresa que tiene un capital líquido que no va a invertir, tiene que decidir dónde lo va a dejar. Entonces observa y decide: ¿Dónde lo dejo, acá, con qué tasas de interés, o compro bonos, o en un fondo de inversión, o en Uruguay? No hay ningún delito ahí. Decide donde le conviene más. Y esa conveniencia tiene que ver con la situación del diferencial de tasa de interés nominal, no el real. Porque un inversor puede no vivir en Argentina, no le importa la inflación en Argentina, no va a comprar nada en Argentina. Entonces, lo que va a fijarse es cuánto le rinde un activo medido en dólares que tiene que poner en algún lado. Lo que ha pasado en Argentina es que esas tasas diferenciales nominales fueron negativas. Lo que vuelve lógica la existencia de una formación de activos externos. Por supuesto, que la existencia de controles cuantitativos como el “cepo” hace que este mecanismo no funcione tan bien.

ver nota aca

 


18 jul 2018

El “cepo” del FMI





Por J. M. De Lucchi The New School For Social Research

Luego del fracaso del sistema de metas de inflación, las inconsistencias derivadas de Jefatura de Gabinete y la mala praxis en el manejo de la corrida cambiaria, el BCRA se encuentra hoy intervenido por el FMI. Las exigencias del organismo están orientadas a garantizar que el ajuste se cumpla, por medio de metas fiscales o, eventualmente, a través de un salto cambiario. De allí se desprende el sentido del “cepo” a las intervenciones vendedoras del BCRA.

El enfoque del FMI sigue siendo el tradicional programa de sesgo monetarista, en el cual la inflación y las tensiones cambiarias son vistas como consecuencias directas del déficit fiscal. Supeponiendo el supuesto de que los mercados se autoregularizan, el FMI ha forzado al BCRA a liberar el tipo de cambio y la tasa de interés para abocarse a “monitorear” su hoja de balance.

Mientras el BCRA intentaba formalizar las bases operativas de los llamados “inflation targeting”, definía la tasa de interés de corto plazo como su objetivo operativo y, para alcanzarlo, utilizaba (aunque erráticamente) un amplio abanico de instrumentos de política como el corredor de pases u operaciones de mercado abierto. Hoy, en cambio, en coordinación con el Tesoro, el BCRA se encuentra improvisando un esquema operativo basado en un criterio cuantitativo: eliminación de transferencias del BCRA al Tesoro; reducción del stock de Lebac; recompra de Letras Intransferibles por parte del Tesoro y activa regulación de encajes bancarios. En cuanto a las implicancias de política cambiaria, el FMI ha habilitado un sistema de modestas subastas diarias y la posibilidad de reducir la posición global neta en moneda extranjera de los bancos.

Así, pese al cepo institucional, el desafío inmediato continúa siendo el restablecimiento de la confianza. La reciente pax cambiaria se debe mas al efecto de un mercado anestesiado que al anclaje de expectativas. La fuerte volatilidad de tasas ha sido provocada por el rol no acomodaticio del BCRA y, consecuentemente, el abandono de su tasa objetivo del 40%. Por lo tanto, la demanda de liquidez es hoy abastecida con el desarme de stocks del sector privado. Dicho de otro modo, el BCRA ha provocado un estrés monetario para controlar el estrés cambiario.

Si bien es cierto que la inversión privada es poco sensible a la tasa de interés de corto plazo en pesos, la incertidumbre de tasas alarga la cadena de pagos y podría tornarse en un fenómeno disruptivo. Precisamente, como la oferta monetaria es endógena, y no puede ser un objetivo operativo, la autoridad monetaria podría provocar una crisis de liquidez si intentase persistentemente controlar su hoja de balance.

Por otro lado, como si el endeudamiento en moneda extranjera no hubiese sido suficiente, se ha iniciado, parcialmente, un perverso canje de Lebac por Letes en dólares. En realidad, en este contexto, las emisiones de Letes se asemejan hoy a ventas de “dólares futuro” a 7 o 12 meses con el objetivo de desestimular demanda en el mercado de cambios. No obstante, a diferencia de las operaciones a futuro, el Tesoro se está comprometiendo a entregar el “activo subyacente”, lo que podría generar el efecto contrario al deseado en términos de expectativas cambiarias.

El sesgo monetarista de las exigencias del FMI no solo compromete el sistema de pagos, además, se ha tornado en un potencial factor de desestabilización ante una nueva corrida cambiaria porque el mercado descuenta que, eventualmente, no habrá ninguna “pared” de contención. En tiempos de crisis es necesario que el Banco Central amplíe su capacidad operativa, diversificando instrumentos e intensificando su presencia para colocarse siempre por delante del mercado. Las intervenciones y señalizaciones cambiarias son requisitos fundamentales para comenzar a normalizar el mercado monetario y evitar los riesgos de una nueva devaluación.

Original : el Economista

13 may 2010

Necesitamos nuevas entidades financieras globales




Por Matías Vernengo
de The Progressive

Necesitamos nuevas instituciones financieras para supervisar una economía mundial más justa.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) está de vuelta, y eso no es algo bueno.
Durante las últimas décadas, el FMI se había desacreditado por sus imposiciones de políticas crudamente pro-mercado en los países en desarrollo basadas en una medida igual para todos- que provocó miseria masiva. Pero en la actual crisis financiera mundial, el FMI ha regresado, jugando un papel central para Grecia, Hungría y Letonia hasta llegar a Pakistán. Sin embargo, sus políticas siguen siendo sorprendentemente estáticas: reducción de empleo del sector público, reducir los subsidios públicos, y desplegar la alfombra roja para las empresas extranjeras.

A medida que el titular del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo recientemente: "Seguimos siendo una institución que cree que una inflación baja y estable engendra beneficios positivos para el crecimiento y la estabilidad macroeconómica." La creación de empleo, la reducción de la pobreza o la mejor distribución del ingreso no son parte del vocabulario del FMI.

Como una alternativa al FMI, varios gobiernos de centro izquierda de América del Sur se han unido para crear el Banco del Sur (BANSUR). Oficialmente creada en mayo de 2007 y formalmente constituida en septiembre pasado, BANSUR va a ser operativa.

Según Pedro Páez, presidente de la Comisión Ecuatoriana Presidencial para la nueva arquitectura financiera, BANSUR será el componente principal de la nueva estrategia de integración en América del Sur. El plan para una nueva arquitectura financiera regional implica menor dependencia de fondos externos, con el uso creciente de las monedas de la región en lugar del dólar, mayor grado de cooperación en la región y un avance hacia un sistema monetario común apoyado en políticas para promover el pleno el empleo y la reducción de la pobreza.
BANSUR también representa una alternativa a los acuerdos bilaterales de comercio promovida por varias administraciones estadounidenses. No es de extrañar, Chile, Colombia y Perú - todos los cuales tienen acuerdos comerciales bilaterales con los Estados Unidos - no son, al menos inicialmente, los miembros de la nueva organización.
El Banco del Sur es un primer paso crucial en la promoción de un proceso más equilibrado y sostenible de desarrollo, uno de cuyo objetivo básico es mejorar la vida de la inmensa mayoría de la gente, no sirve a los intereses estrechos de los bancos y corporaciones multinacionales.Si tiene éxito BANSUR en América del Sur, otras regiones podrán copiarlo y liberarse ellas mismas del yugo del FMI.
La dictadura del Fondo Monetario Internacional debe llegar a su fin.

Matías Vernengo es profesor asociado de economía en la Universidad de Utah.