Por Vivian Garrido Moreira
Investigadora posdoctoral del PPGEco-UFSC.
traducido al español por Diego Almada, Nelson Denis y Joaquín Sostoa para El Excedente.
RESUMEN
Este trabajo consiste en una revisión general y preliminar de algunos elementos fundamentales presentes en el libro de Sraffa de 1960, con especial énfasis en su crítica interna básica a la estructura teórica neoclásica. Esta crítica se da a partir del problema de ordenación de técnicas proveniente de cambios distributivos y de la presencia de capital heterogéneo. Por eso, también se realiza una breve revisión de la llamada “curva salario-ganancia”, utilizada como marco teórico para determinar la elección de técnicas, y, en consecuencia, el ordenamiento de estas. Serán analizados, siempre de manera preliminar, desde el ejemplo de una economía que produce solo un bien básico, pasando también por la producción de un bien no básico y de más de un bien básico. Inicialmente será analizado el caso hipotético del capital homogéneo y después se introducirá el caso general, de capital heterogéneo, para luego finalizar el artículo con los elementos básicos de la crítica de Sraffa a la noción neoclásica de capital. 1) 2)
1. Introducción
Las contribuciones de Sraffa para la teoría del valor (precios relativos) y la distribución tienen dos aspectos, uno constructivo y uno crítico. El enfoque constructivo es la propuesta de reanudación del enfoque clásico del excedente, que abarca los elementos analíticos comunes a los fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx. El aspecto crítico es hacer una crítica interna del enfoque marginalista o neoclásico de equilibrio general de largo plazo. La reanudación del enfoque del excedente es inicialmente defendida por Sraffa en su introducción a las obra de Ricardo, publicada en 1951. El desarrollo de este enfoque y la crítica a la noción neoclásica de capital son realizadas en el libro Producción de mercancías por medios de mercancías, publicado originalmente en 1960. A lo largo de estas breves notas, trataré de ilustrar la naturaleza más básica de los principales resultados de ese libro, desde los positivos hasta los críticos, haciendo referencia a los casos más simples donde ellos pueden surgir. De ninguna manera pretendo agotar, ni siquiera profundizar el tema, solamente procedo a dar una familiarización al pensamiento de este importante pero poco difundido autor, lo que ocurre por la complejidad de su trabajo como por el carácter avasallador de su crítica a la estructura de pensamiento dominante en la teoría económica todavía hasta hoy.
Puede decirse que esta crítica de Sraffa vino, en cierto modo, a acabar con la denominada “controversia del capital”, una confrontación de ideas sobre la naturaleza y el papel de los bienes de capital, que tuvo lugar entre los economistas de la Universidad de Cambridge y los economistas del MIT (EUA) entre los años 1950 y 1960. Además del propio libro de Sraffa, una profundización de la visión crítica de la noción de capital en la teoría neoclásica puede hacerse con las obras de Garegnani (1966), Garegnani (1970), Pasinetti (1966) y Kurz & Salvadori (1995, capítulo 14). Sobre la parte positiva del trabajo de Sraffa, puede ser encontrado a detalle, pero también de manera didáctica, en los trabajos de Freitas & Serrano (2008) y Bhering (2016).
Las notas de este trabajo se presentarán de la siguiente manera. En la sección 2 se desarrollará la clásica curva salario-ganancia y la fundamentación de la relación inversa entre esas dos variables distributivas para una economía que produce solo un bien básico con capital homogéneo. Luego se introducirá un bien no básico (sección 3), y la heterogeneidad del capital (sección 4), finalizando la base teórica de análisis que fundamentará el problema central del capital en la teoría neoclásica, dado por la reversión de intensidad del capital y/o por el retorno de las técnicas (sección 5) seguido finalmente por el desmontaje de la estructura teórica neoclásica, tanto por el lado de la “curva de oferta” como de la “curva de demanda” de capital (sección 6). El artículo finalizará con un brevísimo comentario sobre la concepción de la “mercancía-patrón”, que viene a ser una solución presentada por Sraffa al problema de la medida invariable de valor perseguida por Ricardo a lo largo de su obra, y también una solución alternativa de Sraffa para la relación entre distribución y precios relativos en economías que producen más de un bien básico, como se analizará a lo largo del texto.
2. La relación inversa entre la tasa de salario real y la tasa general de ganancia
Para explicar esta relación de la manera más simple posible, comencemos con el caso de una economía con dos sectores y capital homogéneo, aquella en la que el sector que produce el bien de capital tiene la misma razón física K/L que el sector que produce el bien de consumo, o, para simplificar, una economía que produce un solo tipo de bien, que es, al mismo tiempo, el único bien de consumo y su propio medio de producción. Este bien se produce solamente utilizando como insumo trabajo homogéneo y cantidades del mismo tipo de bien como único insumo. El producto neto de esta economía (Y) se distribuirá entre la nómina de salarios reales wL y la masa de ganancias rK (donde r es la tasa de ganancia uniforme y K la cantidad física del mismo producto utilizado como capital en la producción):
Y = wL + rK
wL = Y - rK
w = Y/L - rK/L
que es la ecuación de una recta con intersección Y/L y pendiente K/L.
Con K homogéneo, cada técnica posible simplemente comprende, por definición, una relación K/L diferente, luego, eso corresponde a una inclinación diferente en la recta descrita anteriormente. Siendo una de las variables distributivas exógenas, suponga el salario, la elección de la técnica vendrá dada simplemente por la que dé la mayor tasa de ganancia. Y varía de manera ordenada con regularidad (por ejemplo, siempre que el salario cae, se elige la técnica más intensiva en trabajo). En el ejemplo, dos técnicas: I y II.
Las condiciones técnicas de producción determinan diferentes técnicas posibles, dadas por la posición e inclinación de las curvas; y la elección de la técnica dependerá de las técnicas disponibles y la distribución de ingresos (que determina, por ejemplo, el salario actual para que luego se pueda maximizar la ganancia eligiendo la técnica que lo permita). En el diagrama anterior, la técnica I es claramente más intensiva en capital que la técnica II porque con la caída de la tasa de ganancia (interés), la empresa pasa de II a I. O con la caída de los salarios, pasa de la I a la II, o sea, menores salarios se corresponden gradualmente a la elección de una técnica más intensiva en trabajo (menos intensiva en capital = técnica II).
Si asumimos ahora que hay una infinidad de técnicas diferentes para producir el producto, pero mantenemos la hipótesis de que en cada uno de ellos el capital es homogéneo, tendremos una situación en la que la técnica elegida y la relación capital-trabajo (K/L) varía continuamente con la variación de la tasa de ganancia (y salario). Este, por cierto, es el caso neoclásico (las isocuantas neoclásicas presuponen capital homogéneo), como lo detallaremos más adelante.
En este ejemplo, donde solo tenemos un bien que es al mismo tiempo insumo y producto, el trigo se puede utilizar como una buena ilustración. El trigo se produce utilizando trigo como insumo. Cuando un determinado bien es utilizado como insumo (sea directo o indirecto) en la producción de todos los bienes de la economía, es denominado por Sraffa como “bien básico”. Los bienes no-básicos, a su vez, son aquellos que no se ajustan a esta definición. De ello se deduce que en este sector tanto las ganancias como el capital adelantado pueden ser medidos en la misma unidad física (cantidad de trigo). Esto, a su vez, hace posible la determinación de la tasa normal de ganancia de la economía basada únicamente en el conocimiento de la tasa de salario real y las condiciones técnicas de la producción de trigo. Si consideramos dadas a la tasa de salario real y a las condiciones técnicas de la producción de trigo, como es sugerido por la teoría clásica del excedente, entonces la tasa de ganancia obtenida en la producción de trigo, que será maximizada como se muestra arriba, una vez obtenida, no se puede cambiar. Esto se da a partir de una cantidad física, es decir, una parte del excedente producido.
3. Introduciendo un bien no-básico
Vamos a introducir un bien no básico, convirtiendo insumo y producto en bienes diferentes entre sí y solamente uno de ellos ingresando en la producción de ambos bienes, y verificar lo que sucede con nuestro modelo simplificado. Por ejemplo, si el bien básico fuera el trigo, que era tanto el insumo como único bien consumido por los trabajadores, el bien no básico (un bien de consumo “de lujo”) puede ser el tejido.
En este caso, ¿cuál será la tasa de ganancia obtenida de la producción de tejidos? En principio, la tasa de ganancia en la producción de trigo podría ser diferente de la tasa de ganancia obtenida en la producción de tejidos. Sin embargo, aquí entra la condición de libre competencia tendiente a provocar la igualación de las tasas de ganancia. Y el factor clave: la tasa de ganancia hacia la cual gravita la economía será, necesariamente, aquella obtenida en el sector que produce el bien básico. Esto es inevitable, una vez que la tasa de ganancia obtenida del trigo en nuestro ejemplo se obtuvo de un excedente físico, de modo que, en estas circunstancias, la única forma en que ocurre esta igualación es que la tasa de ganancia en la producción de tejido se ajuste a la tasa de ganancia obtenida en la producción de trigo.
Este excedente físico del que se obtuvo la tasa de ganancia en cuestión no ha cambiado con la incorporación de un bien no básico al sistema, por lo que la determinación fundamental de la tasa de ganancia no cambió. Como el bien no básico, el tejido, no entra como insumo ni en la producción de trigo ni en la producción de tejido, ni es parte de la canasta que conforma el salario real, nada que altere sus propias condiciones de producción cambia las condiciones estructurales de la generación excedente, que es el producto neto de esta economía. De todos modos, la elección de la técnica en la producción de tejido, dado que la producción de tejido no interfiere en la tasa general de ganancia de la economía, será simplemente basada en un criterio de minimización de costes. Ya el trigo, que es un bien básico, tiene su técnica elegida con criterios de maximización de ganancias y si no fuera producido, impide que se produzca cualquier otro bien, poniendo directamente en riesgo la reproducción del sistema económico. El producto neto continúa apenas pudiendo "aumentar" o "disminuir" según la productividad de los insumos o "factores de producción ", es decir, los bienes básicos que son los que entran en la determinación de las relaciones salario-ganancia. En verdad, la curva salario-ganancia de esta economía no sufrió ninguna alteración en su determinación y sigue siendo dada precisamente por la ecuación Y = wL + rK, con las mismas variables que antes.
Lo único que cambia cuando se modifican las condiciones de producción del bien no básico que introducimos en el modelo es tan solo su precio, provocando únicamente que el precio de los demás bienes, si se miden en este bien, cambien proporcionalmente. Sin embargo, si las condiciones de producción (y por ende los precios) de los bienes básicos se mantuvieran inalteradas, las curvas de salario-ganancia tampoco se alterarían, y si la variable distributiva exógena (salario) tampoco es alterada, los precios relativos de los bienes en la economía tampoco sufrirían cambios. Ahora, la determinación del precio del tejido no es nada aleatoria. Tenga en cuenta que, en principio, el productor de tejidos podría cobrar cualquier precio para su producto, pero, debido a la competencia, el "precio de equilibrio" del tejido terminará siendo exactamente el que dé una tasa de ganancia en el sector del tejido igual a la tasa de ganancia en el sector del trigo.
Entonces podemos concluir que, en este modelo, los datos de la teoría clásica del excedente siguen siendo suficientes para determinar la tasa de ganancia y la conclusión obtenida anteriormente de que los salarios y las ganancias están inversamente relacionados.
4. Introduciendo capital heterogéneo
Para introducir la heterogeneidad del capital de la forma más simplificada posible, consideremos ahora un modelo de dos bienes con diferentes relaciones K/L para su producción; un bien de consumo que entra en la canasta de consumo de los trabajadores, por ejemplo, pan; y un bien de capital, que continuará siendo el trigo. O sea, ahora, con capital heterogéneo, tenemos dos bienes básicos. Una “técnica” ahora consistirá en dos métodos: un método específico para producir el bien de consumo (pan) y un método que produce el bien de capital (trigo), que es utilizado para producir los insumos directa e indirectamente necesarios (trigo y pan) para producir el bien de consumo final (pan). Vamos a suponer adicionalmente que la economía se encuentra en estado estacionario (la inversión neta es cero), y que, por tanto, el producto neto de la economía consiste en una cierta cantidad de pan. Midiendo el producto neto de la economía en unidades de este bien de consumo (pan) tenemos que:
Y = wL + r pk K
Donde L es la cantidad de trabajo total directa e indirectamente utilizado para producir el producto neto Y, w es el salario real medido en cantidades del bien de consumo, r es la tasa de ganancia y pk es el precio del bien de capital en términos del bien de consumo (el precio relativo del bien de capital en relación al bien de consumo) y pkK es el valor del capital (medido en bienes de consumo) usado para producir el producto neto. Observe que en este caso, si quisiésemos mantener la relación salario-ganancia como una recta, tendríamos que modificar el eje r que debería pasar a ser rpk. Como queremos que el eje siga siendo r, pero como, al cambiar w, se altera pkK (pues las composiciones K/L son diferentes entre el bien de consumo y el bien de capital, luego un cambio en el salario altera el precio relativo entre los dos bienes de esta economía), y como ahora el “capital” está siendo medido como pkK, entonces el valor del capital cambia cuando cambia w y la alteración de la curva en cuestión estará dada ahora por el valor de la relación capital-trabajo (pk.K/L) (y ya no se mide físicamente como en el caso del capital homogéneo).
Con la suposición de capital heterogéneo, aquí a través de dos bienes básicos, cuando se modifica la distribución entre salarios y ganancias, el precio relativo del bien de capital, y con él el valor del capital utilizado (pk.K) para producir el producto neto de esta economía con una técnica dada, debe cambiar. Veamos: para producir el producto neto de esta economía se utilizó capital y trabajo. Si el salario cae, el costo de producción disminuye un poco y, luego, aumenta la tasa de ganancia. Pero si al caer el salario, el precio del bien de capital utilizado en la producción cae también, entonces el costo de producción disminuye un poco más, luego el aumento en la tasa de ganancia es todavía un poco mayor; por eso, en este caso la relación salario-ganancia en vez de ser una recta es una curva convexa en relación al origen.
Resumidamente: si el bien de capital es menos intensivo en capital que el bien de consumo ((K/L)k < (K/L)c), la relación salario-ganancia es no lineal y convexa en relación al origen (forma de hipérbola). Ahora, si el método utilizado en la producción del bien de capital fuese relativamente más intensivo en capital que aquel que es utilizado para la producción del bien de consumo((K/L)k > (K/L)c), el precio relativo del bien de capital aumentará siempre que el salario caiga (y disminuirá con el aumento del salario real), de modo que la tasa de ganancia (medida en bienes de consumo en el gráfico) se verá parcialmente frenada, haciendo la relación salario-ganancia cóncava en relación al origen (forma de parábola). Y si la relación K/L es la misma en la producción de los dos bienes, la relación salario-ganancia es una recta, ya que efectivamente el capital es homogéneo en ese caso:
Por lo tanto, cuando incorporamos el capital heterogéneo en nuestro modelo, notamos que, ahora, cada vez que cambia la distribución del ingreso, cambian los precios relativos (en este caso, como solo tenemos dos bienes, el precio relativo entre el bien de capital y el bien de consumo) simplemente porque la composición K/L de estos bienes es diferente, haciendo diferente el peso relativo, sea del salario o de la ganancia, en el precio de los bienes tratados. Luego, para cada nueva configuración distributiva, en general, un nuevo precio relativo entre los dos bienes será generado. O sea, se hace imposible conocer su valor relativo en términos reales, en el sentido de cuál es la participación relativa del excedente contenido en cada uno de ellos. Sraffa muestra entonces que, para economías con más de un bien básico, la solución de la determinación de la tasa de ganancia y de los precios relativos tendrá que ser hecha por una de dos maneras:
1- O de forma semejante a la que obtuvimos en el modelo con apenas un bien básico (capital homogéneo), que puede ser llamada solución secuencial, en la cual, partiendo de las técnicas y del salario real dados se determina el excedente físico y, a partir de él la tasa de ganancia con la cual serán calculados los precios de las mercancías…sin embargo, con capital heterogéneo esta solución se vuelve bastante compleja, ya que es fácil notar que el “excedente físico” deja de ser trivial como el trigo y pasa a ser un conjunto de mercancías. Los intentos de Ricardo y Marx de medir este excedente en trabajo (o en un bien numerario representativo como el oro) infelizmente también son imprecisos, sufriendo de los mismos problemas generales de la compleja relación entre los cambios en la distribución y de los precios relativos. Esta posibilidad de solución secuencial fue desarrollada por Sraffa a través de la llamada “mercancía-patrón”, una mercancía artificial que cumple la función de medida invariable de valor buscada por los economistas clásicos y que veremos brevemente al final de estas notas.
2- O por el método de las ecuaciones de precio simultaneas. Sraffa también mostró que, en rigor, la mercancía-patrón, aunque conveniente, no es estrictamente necesaria para resolver el problema central de la determinación de los precios relativos de las mercancías. El autor ofrece una solución alternativa que comprende una ecuación de precios para cada mercancía, todas escritas a partir de los métodos de producción y dada una variable distributiva (como el salario real que usamos en el ejemplo de capital homogéneo), más una ecuación que define un numerario cualquiera, dado por una de las mercancías (tomando la ecuación de precios de esa mercancía y haciéndola igual a uno). Sraffa muestra, a partir de eso, que siempre es posible determinar, simultáneamente, la tasa de ganancias y los n-1 precios relativos y que esta solución es válida para cualquier número de bienes básicos que se quiera disponer en una economía, o sea, para cualquier configuración de capital heterogéneo.
Infelizmente no hay espacio en estas breves notas para detallar las ecuaciones simultáneas ni la mercancía-patrón. Sin embargo, lo que es fundamental dejar claro es que, cualquiera que sea la solución adoptada, el sistema de Sraffa con “n” bienes básicos mantiene todavía la conclusión principal de que las condiciones técnicas y una de las variables distributivas, esto es, lo exógeno en la teoría del excedente, continúan siendo suficientes para determinar la otra variable distributiva y todos los precios relativos de la economía. También, en cualquier circunstancia, salarios y ganancias permanecen inversamente relacionados. Nótese todavía que la tasa de ganancia normal, aquella que rige y determina la gravitación de los precios de producción, deberá ser determinada en los sectores que producen los bienes básicos de la economía. Solamente los bienes básicos determinan las relaciones salarios-ganancias posibles en una economía de forma coherente y consistente con la capacidad de generación de un excedente. Esto quiere decir que los precios de ahí derivados (formados con base en la tasa de ganancia normal) expresan las condiciones reales de producción agregada, esto es, el costo de producción más el valor efectivamente agregado por el proceso productivo.
Aclarados estos importantes aspectos, estamos ahora listos para analizar la elección de técnica en una economía con capital heterogéneo y así mostrar de forma simplificada la crítica de Sraffa a la teoría neoclásica. Sin embargo, antes de continuar necesitamos una categoría más de análisis. Como ahora la inclinación de la curva salario-ganancia se encuentra en valor, lo que hace que ella cambie a pesar de que la relación K/L permanezca constante para cada técnica, tenemos que pasar a utilizar, como parámetro de identificación de cuál es la técnica físicamente más intensiva en capital o trabajo, el producto (neto) por trabajador. Para esto basta con observar el intercepto vertical (en el eje w) de cada técnica. En él r = 0, luego Y = wL, o sea que w = Y/L: a este nivel de salario todo el producto neto es distribuido para los trabajadores. Cuanto más alto es el intercepto, mayor es el producto por trabajador obtenido por un mismo número de trabajadores, entonces, consecuentemente, más intensiva en capital es la técnica en cuestión. Vamos a suponer que existen dos técnicas alternativas disponibles para producir el producto neto de esta economía. Para simplificar los gráficos supondremos que en la técnica I por casualidad la razón física capital-trabajo en la producción del bien de capital es idéntica a la razón física capital-trabajo de la producción del bien de consumo, y por lo tanto la relación salario-ganancia correspondiente es lineal. Por otro lado, supondremos que en la técnica II la producción del bien de capital utilizado es más intensivo en capital que el sector que produce el bien de consumo ((K/L)IIk > (K/L)IIc). Por lo tanto, la relación entre el salario real y la tasa de ganancia en la técnica II es parabólica.
Vemos que, para cualquier salario encima de wa, la técnica I es la que maximiza la tasa de ganancia y, por lo tanto, es la que tenderá a ser adoptada. Si el salario cae por debajo de wa es la técnica II la que será más rentable y pasará entonces a ser adoptada. De esta forma, cuando el salario real cae de un nivel por encima de wa a un nivel por debajo de este valor, hay un aumento en la tasa de ganancia y, coherentemente con lo que se espera en la teoría neoclásica, el salario menor llevó a la elección de una técnica que posee un menor producto por trabajador una vez que Y/L II < Y/L I. En este caso, la caída del salario real a un nivel un poco inferior a wa redujo el costo de la mano de obra. A pesar de que el precio relativo del bien de capital y el costo relativo del capital de la técnica II (que es más intensivo en trabajo que la técnica I) aumentó, este aumento no fue suficiente para eliminar la ventaja de costos de la técnica II para salarios abajo de (más próximos a) wa.
5. Capital heterogéneo y la imposibilidad de ordenación de técnicas
5.1. Reversión de la intensidad de capital
Sin embargo, las cosas son muy diferentes si hiciéramos el mismo análisis partiendo de un nivel de salario real mucho más bajo, el wb. En el gráfico anterior vemos que cuando el salario pasa de un nivel ligeramente superior a wb a un valor inferior, habrá un cambio de técnicas, esta vez de la técnica II a la técnica I, que ahora es la más rentable. El problema es que este desplazamiento que tiene lugar alrededor del punto wb, como señaló Sraffa, contradice completamente la teoría neoclásica.
Primero, es fácil ver que, aunque el salario real se ha reducido, la economía ha comenzado a operar en un sistema con un coeficiente de mano de obra menor (y una producción por trabajador mayor), ya que Y/LII < Y/LI. Además, contrariamente a lo que debería ocurrir según el supuesto “principio de sustitución” neoclásico, la tasa de ganancia ha aumentado y el sistema elegido tiene una relación capital-trabajo mayor que el sistema anterior, ya que el intercepto vertical de la técnica I es mayor. Este cambio de la técnica II a la I cuando el salario cae por debajo de wb o, lo que es lo mismo, el cambio de la técnica I a la II cuando el salario aumenta por encima de wb, ilustra el caso más simple posible de lo que se conoció en la literatura crítica sraffiana como el fenómeno de “reversión de la intensidad de capital” (“reverse capital deepening”), es decir, cuando la tasa de ganancia disminuye y la relación capital-trabajo disminuye en lugar de aumentar (y viceversa). Este fenómeno ocurre en la dirección opuesta a lo que supone la teoría neoclásica, es decir, utiliza relativamente más en lugar de menos del “factor de producción” que se ha encarecido, lo que demuestra que no es posible derivar lógicamente funciones de demanda “bien comportadas” de factores de producción en economías que tienen capital heterogéneo.
5.2. Regreso de técnicas
Si miramos el gráfico anterior como un todo en lugar de centrarnos en uno de los dos puntos de cambio en las técnicas, podemos ilustrar otro fenómeno que contradice completamente la idea neoclásica. Observamos que a medida que aumenta la tasa de ganancia se elige inicialmente la técnica I. Cuando la tasa de ganancia aumenta aún más, la técnica I es superada por la técnica II. Sin embargo, para tasas de ganancia aún mayores, se vuelve a utilizar la técnica I. El retorno de la misma técnica física (compuesta por los mismos dos métodos de producción, uno para el bien de consumo y otro para el bien de capital) en dos tramos totalmente diferentes de niveles de tasa de ganancia (o salario real), uno muy bajo y otro bastante alto, es lo que los críticos sraffianos llaman “regreso de técnicas” (“reswitching of techniques”).
La posibilidad de devolver la misma técnica a diferentes niveles de precios de los factores muestra que es simplemente imposible, en el caso general, obtener cualquier ordenamiento de las técnicas en términos de su mayor “intensidad de capital físico” independientemente de la distribución entre salarios y ganancias. Si la técnica I se adoptó inicialmente a niveles bajos de la tasa de ganancia, se podría suponer que era más intensiva en capital, y que a mayor tasa de ganancia (interés) mayor tendencia a abandonar esta técnica, pero como exactamente la misma técnica se puede adoptar a tasas muy altas de ganancia (interés) cualquier argumento de este tipo no tiene sentido.
6. La crítica a la lógica interna del sistema neoclásico de equilibrio general
Los ejemplos de reversión de la intensidad de capital y el retorno de las técnicas no son excepciones o rarezas, sino ocurrencias comunes y probables. En efecto, su posibilidad de ocurrencia sólo requiere que el capital sea heterogéneo, es decir, el caso general de toda economía real. Tenga en cuenta que, en nuestro ejemplo con dos técnicas, siendo solo una de ellas con capital heterogéneo, ya es imposible no tener un intercambio de técnicas porque hay dos intersecciones entre las técnicas. Pero ¿qué hay detrás de estos fenómenos? En nuestro ejemplo, cuando el salario cae por debajo de wb, se eligió la técnica más intensiva en capital en lugar de la técnica más intensiva en mano de obra, pues si bien esta caída ha abaratado el costo de mano de obra, a estas tasas de ganancia relativamente altas, el efecto del aumento del precio del bien de capital al encarecer la técnica II es tan intenso que compensa con creces la supuesta ventaja que tendría esta técnica a bajos salarios al usar más mano de obra por unidad de producción.
Esto es perfectamente posible, porque con capital heterogéneo, como la relación salario-ganancia de cada técnica puede ser no lineal, nada impide que las relaciones salario-ganancia de dos técnicas se crucen dos veces, como en el gráfico anterior. La concreción de estos ejemplos hace que el análisis teórico de Sraffa migre a un nivel de crítica a la teoría neoclásica que llega a su estructura central. Como el caso general es el del capital heterogéneo, ahora es inevitable preguntarse cómo se podría mantener el mecanismo de equilibrio general neoclásico en una situación en la que es imposible garantizar que el mercado del factor de producción “capital” se comporte de manera predecible. Y aquí es donde Sraffa expone, de manera totalmente segura, la inconsistencia fundamental del marco teórico neoclásico sobre el factor capital, de la siguiente manera:
6.1. La crítica de Sraffa a la "curva de oferta" de capital
Un supuesto general del régimen de competencia es una tasa uniforme de ganancia a largo plazo. Si la tasa de ganancia es la misma sobre el stock de capital de todos los sectores, entonces estos “capitales” que componen estos stocks deben ser del mismo “tipo”. Si fueran diferentes, producirían productividades (marginales) diferentes y tendrían que corresponder a tasas de ganancia diferentes. Por lo tanto, la uniformidad de la tasa de ganancia presupone que el capital es homogéneo. Sin embargo, dado que el capital es heterogéneo, la teoría neoclásica busca “homogeneizar” el capital, midiéndolo no en unidades físicas, sino a través de su valor monetario (en rigor, este es el valor real, y para ello el valor monetario relativo de los distintos bienes de capital debe ser constante). Pero esto es precisamente lo que debe determinarse en el mercado de capitales, en función de las cantidades ingresadas (dotación) y demandadas en este mercado. Esto hace que lo que ahora se denomina “dotación” (valor de la dotación de capital) llevado al mercado dependa de la tasa de ganancia misma y, por lo tanto, cambie junto con ella (o, en otras palabras, cambie con la distribución del ingreso). En estas condiciones, se hace imposible decir cuál es la dotación de capital, que, por lo tanto, permanece indeterminada.
6.2. La crítica de Sraffa a la "curva de demanda" de capital
Cuando el capital es heterogéneo, las “unidades” de capital difieren entre sí, es decir, mientras algunas unidades contienen más trabajo que “capital”, otras contienen relativamente menos unidades de trabajo incorporadas. Entonces, cada nueva “unidad” de capital agregada a la producción cambia simultáneamente la cantidad de trabajo total utilizado, que por lo tanto ya no se da. Pero si la cantidad de trabajo varía todo el tiempo, es imposible medir la productividad marginal del capital, porque para medir el producto marginal de un factor, se cambia la cantidad utilizada de ese factor, dadas las cantidades de los otros factores. Es decir, si no es posible determinar la productividad marginal del factor, en este caso el capital, no es posible determinar su curva de demanda, según la teoría neoclásica.
6.3. Disolución del sistema neoclásico de equilibrio general
Para resumir la crítica al sistema neoclásico: 1- si no es posible determinar la dotación del factor capital y: 2- si no es posible determinar la curva de demanda del factor capital, entonces: no es posible determinar el equilibrio en el mercado del factor capital. En consecuencia, tampoco es posible determinar el equilibrio en el mercado del factor trabajo, ya que es necesario conocer la dotación de capital para medir la productividad marginal del trabajo y de ahí su curva de demanda. Por lo tanto, si no es posible determinar el equilibrio en el mercado de factores, no conoceremos las cantidades elegidas de los factores, que son las que determinan la técnica elegida que garantiza el equilibrio a largo plazo. Pero si no conocemos la técnica elegida, no podremos saber la(s) cantidad(es) de producto producido. Sin la(s) cantidad(es) de producción, tampoco podremos conocer los precios de equilibrio del mercado de bienes finales, del mismo modo que no conocíamos ya los precios de los factores. Finalmente: el equilibrio general a largo plazo es completamente indeterminado y se convierte en un concepto inútil.
7. La mercancía-patrón
Terminemos entonces con una breve explicación de la mercancía-patrón, probablemente la contribución positiva más ingeniosa de Sraffa a la teoría del valor y la distribución.
En una economía compleja con numerosos bienes de capital heterogéneos, la determinación de las curvas de salarios-ganancias, por el método secuencial descrito en la sección 4, requiere la elección de un numerario de valor invariable, es decir, que tenga la característica de que su propio precio (y solo este) no cambiaría como resultado de un cambio en la distribución. Sraffa ideó una “mercancía-patrón” imaginaria, compuesta por un agregado de bienes, en una combinación muy peculiar, un promedio ponderado, de todos los bienes básicos producidos en la economía. Esta ponderación se hace de tal manera que esta “mercancía-patrón” no es más que una especie de capital homogéneo, en el siguiente sentido: tanto los insumos como los productos de esta economía contienen un peso igual en su composición física de bienes básicos, en todas las etapas de producción.
En otras palabras, el capital (o capitales) es homogéneo con la producción (o con los productos). Aunque podríamos pensar que, en el estándar de la industria, todos los bienes contienen la misma composición K/L, esto puede tomarse analíticamente como si todos fueran efectivamente el mismo bien. Esto significa que la curva de salario-ganancia de una economía dada, cuando se evalúa en la mercancía-patrón de esta economía, es una línea recta exactamente como vimos en el caso del capital homogéneo y de la cual podemos extraer los mismos subsidios analíticos para determinar, por ejemplo, la tasa de ganancia de esa economía. Así, en la mercancía-patrón, para una tasa de salario dada (y, como siempre, conociendo la tecnología) la tasa de ganancia se puede determinar en términos físicos, es decir, en la mercancía-patrón, como sucedió primero en Ricardo, con el trigo (Napoleoni, 1979). Y a partir de eso, se pueden determinar los precios relativos de la economía.
La ponderación que se utilizará en el cálculo de la mercancía-patrón es única para cada economía, de acuerdo con sus características estructurales productivas. En la práctica, por lo tanto, la mercancía-patrón es solo un número índice con un peso específico para cada caso. Esto significa que cada economía tendrá una mercancía-patrón que la represente. Pero, en cualquier caso, su propiedad fundamental permanece: si el salario en términos de unidades de mercancía-patrón aumenta, la tasa de ganancia cae linealmente.
8. Conclusión
La contribución de Piero Sraffa a la teoría económica se puede resumir en dos frentes: uno positivo, retomando el enfoque clásico del excedente para el cuerpo de análisis económico; otra crítica, de deconstrucción de la teoría neoclásica, a través de su crítica al “capital” como factor de producción. El libro de 1960 cumple estas dos tareas al estudiar los efectos de los cambios en la distribución entre salarios reales y la tasa de ganancia sobre los precios relativos de las mercancías. Sraffa muestra que bajo estas condiciones es posible generalizar la idea clásica de que existe una relación inversa entre el salario real y la tasa general de ganancia para cualquier número de bienes, lo que confirma, en condiciones más generales, los resultados centrales del enfoque clásico. También muestra que, en el caso general del capital heterogéneo, los cambios en la distribución generan cambios en los precios relativos de los productos que invalidan la teoría neoclásica (o marginalista) del capital tanto del lado de la oferta como de la demanda.
Bibliografía
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Sraffa, P. (1985[1960]) Produção de Mercadorias por Meio de Mercadorias, Coleção Os Economistas, São Paulo: Nova Cultural.
Notas
1 Estas notas resumen una visión general de la autora (de su entera responsabilidad) basada en gran parte en discusiones y textos de discusión compartidos entre los miembros del Grupo de Economía Política de la UFRJ. Parte de estas ideas pueden ser encontradas en las páginas y textos personales de los profesores del grupo, así como en el blog oficial del grupo, ubicado en www.excedente.org.
2 Este texto fue traducido al español por Diego Almada, Nelson Denis y Joaquín Sostoa para El Excedente.
para ver el texto entero ver ACA
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