Posteamos un muy interesante trabajo del Profesor Franklin Serrano, presentada en Buenos Aires en una de sus visitas, sobre la interpretacion sraffiana de la Teoría del Valor de Marx.
Por Franklin Serrano
Profesor del Instituto de economía, UFRJ.
Profesor del Instituto de economía, UFRJ.
I. INTRODUCCIÓN[1]
Una crítica
basada en Sraffa (1960) a la teoría del valor de Marx es razonablemente bien
conocida [2]:la llamada teoría del valor trabajo en general no ofrece resultados correctos ni tampoco en rigor es estrictamente necesaria para determinar consistentemente
una tasa general de ganancia y los precios de producción a partir de un nivel
dado de salario real y los métodos de producción en uso. Mucho menos conocida,
en tanto, es la interpretación
sraffiana de Marx, esto es, no lo que podría haber de errado (o superado) en su
teoría, sino el por qué Marx habría utilizado su teoría del valor de forma que
lo hizo. En este trabajo, intentaremos presentar de la forma más simple y
resumida posible las líneas generales de esta interpretación (ver especialmente
Garegnani & Petri, 1982) y algunas de sus principales implicancias.
Tratándose de temas tan complejos y polémicos
naturalmente no hay aquí la menor pretensión de agotar o resolver
definitivamente el tema. El objetivo es estimular o debatir e inducir a los
lectores a investigar los diversos estudios producidos por esta línea de
interpretación sraffiana, que no es tan conocida en Argentina.
Para Sraffa y para sus seguidores más
próximos, el papel central de la teoría del valor en Marx es estrictamente
analítico y consiste apenas en permitir, a partir del excedente, determinar por
un nivel dado de salario real y los métodos de producción en uso - medidos en
trabajo abstracto (que Marx llamaba plusvalía), una determinación coherente
de la tasa general de ganancia y, poco después, de los precios de producción.
Asimismo, la teoría del valor de Marx no
postula que los precios de producción, precios que cubren los costos de
producción más la tasa de ganancia general (entorno a la cual los precios de
mercado oscilan) serían proporcionales a la cantidad de trabajo abstracto
directo e indirecto socialmente necesario para la producción. La teoría del
valor sirve para calcular la tasa de ganancia general que será incorporada a
esos precios de producción antes e independientemente de la determinación de
los mismos, de modo de impedir un razonamiento circular y proveer la base para
un análisis materialista y objetivo de la generación, distribución y evolución
del excedente en el tiempo.
En la tradición marxista hay, sin embargo, ungran énfasis, raramente acompañado de una base textual sólida, sobre el supuestopapel ético, histórico, filosófico (e incluso “contradictorio) de la teoría del
valor de Marx.[3] Por
otro lado, muchos autores críticos de Marx hablan también de otros papeles de
la teoría, cuando no la consideran inútil, puramente ideológica o “metafísica”.[4]
Sin embargo, para su correcto entendimiento,
la teoría del valor de Marx debe, en la visión Sraffiana, ser pensada en
términos de su papel en una estructura analítica basada en la idea de excedente
que Marx compartía con los economistas clásicos como Smith y Ricardo (el tema
de la sección II). En estos términos, como veremos en la sección III, los
conceptos económicos utilizados por Marx son razonablemente simples y en
general consistentes con la “contabilidad social” típica de este abordaje. Y el
carácter analítico (y no filosófico ni mucho menos ético) del concepto de valor
de Marx, como única fuente o sustancia de valor, debe ser entendido (como
veremos en la sección IV) a partir de la idea central de que el sistema de
precios relativos solamente redistribuido entre los sectores en valor de cambio,
de acuerdo con las normas de la competencia, un excedente generado en la
producción a partir del trabajo asalariado. En el caso más general, este
excedente se distribuye no solo como ganancia entre los diversos sectores, sino
también como ganancia comercial, renta de la tierra e intereses del dinero.
Además, para los
sraffianos, el problema de la teoría del valor de Marx no es que esta teoría
sea “metafísica” o cosa parecida y sí que, ya sea midiendo el salario real y
las condiciones técnicas de producción en trabajo o de otras unidades técnicas,
hoy sabemos que el uso de la determinación simultánea y no secuencial de la
tasa de ganancia y de precios de producción permite una solución más exacta y válida
sobre condiciones mucho más generales de las que alcanzó Marx en su época (como
veremos en la sección IV). [5]
Una interpretación sraffiana de Marx también
nos permite analizar críticamente la idea, común a la mayoría de los autores de
tradición Marxista, de que la teoría del valor trabajo no puede ser abandonada
o superada, pues implicaría el abandono de otras ideas importantes de Marx
sobre temas como la “ley de tendencia decreciente de la tasa de ganancia”
(discutida en la sección V) o del fetichismo de la mercancía y la explotación
de la fuerza de trabajo (tratados en la sección VI). A partir de ahí
presentamos un breve comentario sobre la posición del propio Sraffa respecto de
la teoría de Marx evolucionando a través del tiempo (sección VII). Se sigue una
corta sección de observaciones finales (sección VIII).
Un apéndice intenta
mostrar cómo los conceptos económicos utilizados por Marx son razonablemente
simples y en general consistentes con una “contabilidad social” típica de este
abordaje.
Para continuar leyendo ACA
en portugues: ACA
[2] Ver Steedman (1977), Garegnani (1974), Garegnani (1959).
Esta crítica consiste en la generalización y el perfeccionamiento técnico de
puntos que surgieron poco después de la publicación del volumen III de El
Capital (en 1894) por economistas matemáticos rusos comenzando por Dmitriev en
1898 (Gherke (1998), seguidos de Borktievcz en 1905 (Howard & King (1998))
y por Von Charasoff en 1910 (ver Kurz y Salvadori (1995, cap. 13)).
[3] Actualmente ha ido creciendo la influencia de nuevas
tentativas de resolver las cuestiones de la teoría de Marx en términos estrictamente
analíticos como, por ejemplo, el abordaje del “sistema único temporal”, que no
será discutido aquí. Críticas sraffianas a esta solución pueden ser encontradas
en Mongiovi (2002).
[4] Como, por ejemplo, Joan Robinson (1979).
No hay comentarios:
Publicar un comentario