Por Matías Vernengo1
1. Las teorías convencionales sobre el tipo de cambio sugieren que en el largo plazo el precio de la moneda refleja procesos de arbitraje, sea de los precios de las mercancías comerciadas entre países, siguiendo alguna versión de la Ley del Precio Único, resultando en la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), o de la remuneración de los activos financieros, en alguna versión de la Paridad de la Tasa de Interés (PTI). La diferencia entre una y otra, en cierta medida, depende si se pone énfasis sobre los elementos de la cuenta corriente o de la cuenta de capital y financiera de la balanza de pagos en la determinación del tipo de cambio.
En el caso de la PPA se trata esencialmente de una extensión de la ley del precio único, y la idea es que, abstrayéndose de costos de transporte, restricciones comerciales, y otras ficciones del mundo real, los precios de canastas de consumo de bienes transables deberían tener precios equivalentes. En otras palabras, si se pudiera comprar más barato en otro lugar, los agentes económicos buscarían la moneda extranjera, y en el proceso la moneda doméstica se devaluaría. La causalidad iría de los precios al tipo de cambio. Por lo general, en versiones ortodoxas de la teoría se supone que las causas de la inflación estarían asociadas a la emisión monetaria, y esta, a su vez, con algún tipo de exceso fiscal del gobierno.
De manera similar, la PTI presupone que la remuneración de activos financieros, abstrayéndose de los diferentes perfiles de riesgo y otros costos de transacción, domésticos y extranjeros tienden a equipararse. La depreciación del tipo de cambio reflejaría la búsqueda de los agentes domésticos por moneda extranjera para obtener activos financieros en moneda extranjera. De esta manera, en lugar de buscar moneda extranjera por motivos relacionados al consumo, y a la balanza comercial o de la cuenta corriente, con el caso de la PPA, los agentes económicos estarían en este caso impulsados por cuestiones financieras relacionadas a la cuenta de capital y financiera de la balanza de pagos.
Aunque cada teoría termina por imponer la preponderancia sobre la cuenta corriente o financiera, y a pesar de los debates sobre la relevancia de los elementos reales o financieros en la determinación del tipo de cambio, ambas teorías sugieren algo similar y son complementarias dentro del contexto de la teoría marginalista dominante.2 Por ejemplo, tomando la conocida argumentación de Wicksell, basta notar que si la tasa de interés monetaria está por debajo de la tasa natural de interés, con lo que habría exceso de inversión sobre ahorro, y con la economía en pleno empleo, un proceso inflacionario sería la consecuencia. En ese caso, la tasa de interés muy baja provocaría fuga de capitales y devaluación del tipo de cambio. Del mismo modo uno podría decir que la inflación doméstica estaría por detrás de la devaluación, y tanto la PPA como la PTI tendrían el mismo efecto.
La diferencia es que en una versión la devaluación resulta de un problema monetario, la tasa de interés baja, y en el otro por lo general el problema es visto como teniendo raíces fiscales.3 En ese sentido, es que uno podría referirse al tipo de cambio que resulta del arbitraje en una economía con tendencia al pleno empleo, como supone la teoría marginalista, como siendo un tipo de cambio natural, una vez que corresponde al tipo de cambio de equilibrio cuando la economía está en su tasa natural de interés, y en lo que Milton Friedman célebremente denominó como la tasa natural de desempleo.4 Aunque ambas, la PPA y la PTI, terminan por derivar en una teoría similar del tipo de cambio de equilibrio, es razonable suponer que, en un mundo con transacciones diarias en el mercado cambiario de más de US$5 billones (trillones en inglés), el predominio de la cuenta financiera y de capital sea difícil de cuestionar.
Notas
1 Profesor Bucknell University, co-editor del Review of Keynesian Economics y editor en jefe del The New Palgrave Dictionary of Economics. Una versión de esta ponencia fue presentada en Lafayette College, Pensilvania en 1 septiembre de 2017 y en la Facultad de Estudios Superiores (FES-Acatlán) en el 26 del mismo mes.
2 Knut Wicksell, que es en gran medida el autor fundamental para entender la macroeconomía moderna, es responsable por una versión preliminar de la PTI, anterior a Keynes que por veces es incorrectamente visto como el autor por detrás de esa teoría. Wicksell es el mayor crítico inicial de la PPA desarrollada por Gustav Cassel. Ambas teorías, sin embargo, presuponen una tendencia de la economía de mercado al pleno empleo, y los diferenciales de tasas de interés de Wicksell tienen implicaciones sobre los precios, que son centrales en la teoría de Cassel. Para una discusión del tema véase Vernengo (2001).
3 Además, en el caso de la PTI Wickselliana la moneda es endógena, mientras que en la PPA de Cassel, mas relacionada con la Teoría Cuantitativa de la Moneda (TCM) la moneda es exógena. En ambos casos la devaluación al estimular las exportaciones y reducir las importaciones, de acuerdo con el principio de sustitución, reduciría las presiones de demanda exacerbadas por el exceso de inversión en un caso, o los excesos fiscales, en el otro. De cualquier modo, es el retorno a la tasa natural de interés, y al nivel de producto de pleno empleo, lo que elimina las presiones sobre el tipo de cambio y sobre los precios al final. Esto sugiere, además, que la endogeneidad o no de la moneda no es una característica central de los resultados sobre el tipo de cambio.
4 Si Friedman hubiera tenido más conocimiento de la historia del pensamiento económico tendría que haber sugerido la noción de una tasa de salario natural, y un nivel de empleo al que estaría relacionada. Los autores clásicos (del abordaje del excedente), como Adam Smith y David Ricardo, pero no así Karl Marx, y marginalistas utilizaban el termino natural para precios. Por eso en la teoría marginalista uno tendría una tasa de interés, un salario y un tipo de cambio naturales.
3 Además, en el caso de la PTI Wickselliana la moneda es endógena, mientras que en la PPA de Cassel, mas relacionada con la Teoría Cuantitativa de la Moneda (TCM) la moneda es exógena. En ambos casos la devaluación al estimular las exportaciones y reducir las importaciones, de acuerdo con el principio de sustitución, reduciría las presiones de demanda exacerbadas por el exceso de inversión en un caso, o los excesos fiscales, en el otro. De cualquier modo, es el retorno a la tasa natural de interés, y al nivel de producto de pleno empleo, lo que elimina las presiones sobre el tipo de cambio y sobre los precios al final. Esto sugiere, además, que la endogeneidad o no de la moneda no es una característica central de los resultados sobre el tipo de cambio.
4 Si Friedman hubiera tenido más conocimiento de la historia del pensamiento económico tendría que haber sugerido la noción de una tasa de salario natural, y un nivel de empleo al que estaría relacionada. Los autores clásicos (del abordaje del excedente), como Adam Smith y David Ricardo, pero no así Karl Marx, y marginalistas utilizaban el termino natural para precios. Por eso en la teoría marginalista uno tendría una tasa de interés, un salario y un tipo de cambio naturales.
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