por Alejandro Fiorito, Nahuel y Silvio Guaita
Un post
reciente de Eduardo Levy Yeyati da por descontado que “el dólar alto es
expansivo (facilita exportaciones, sustituye importaciones, genera empleo) a
cambio de reducir costos (incluyendo, aunque no exclusivamente, el salario). Y
viceversa: el dólar bajo genera salarios altos en dólares, y desempleo”. Sin
embargo, al margen
de otras discusiones sobre política económica y del marco analítico general en
el cual se plantea esa afirmación, ¿es así? ¿Se puede decir tan rápido que un dólar
alto es expansivo?
Al respecto, existe
una suerte de sentido común que afirma (sin necesidad de mayores detalles) que
un tipo de cambio alto o competitivo genera, por variados canales, crecimiento
del producto, aumento del empleo y desarrollo. Este punto es el núcleo
propositivo principal de la corriente “neo-desarrollista” con base en trabajos
de Carlos Bresser Pereira en Brasil y Roberto Frenkel en Argentina.
En los trabajos de
estos autores una de las referencias empíricas principales son los trabajos del
economista Dani Rodrik al que muchos consideran heterodoxo, a pesar de sus
definiciones sobre el tema: “Neoclassical
economics teaches you how to think, not what to think”. (ACA)
Tomando como
referencia el trabajo de Rodrik sobre tipo de cambio y crecimiento de 2008 ACA, en un trabajo conjunto con Nahuel y Silvio Guaita (ACA)
nos hemos
focalizado en examinar sus resultados, utilizando sus mismos datos y tratando
de averiguar qué tan robustos son realmente.
Y en ese punto la
evidencia es muy clara: no hemos encontrado para nuestro país ninguna evidencia
de una elasticidad precio de las exportaciones e importaciones, y por tanto
llama la atención el consenso reinante en torno al tema. ¿Cómo son posibles
semejantes diferencias? ¿Será la Argentina un país tan excepcional que requiera
una teoría aparte? ¿O el vínculo proclamado entre tipo de cambio y crecimiento
dista mucho de ser robusto?
Rodrik (2008)
argumenta que de modo análogo a que una apreciación de la moneda daña el
crecimiento, una devaluación lo facilita. Este vínculo se afirma mostrando que,
para un conjunto de países, los períodos de alto crecimiento del producto estarían
correlacionados con devaluaciones en el valor de la moneda.
Si bien no se brindan
justificaciones teóricas para realizar estas afirmaciones, sì se menciona que,
desde un punto de vista empírico, la relación entre devaluación y crecimiento es
positiva. Asimismo, se señala que la influencia positiva del tipo de cambio
competitivo sobre el crecimiento sería estadísticamente significativa para los
países pobres, y no en cambio para los países ricos, como si se tratara de un
estadio temporal de aquellos países en su marcha hacia el desarrollo.
La metodología seguida
por Rodrik consiste en construir un índice para medir la tasa de devaluación de
la moneda de cada país a través del tiempo, utilizando datos del nivel de
precios de la Penn World Table. En particular, elabora una tasa de cambio real
ajustada por el efecto Balassa-Samuelson (coeficiente β en tabla). Es decir, captura
los precios relativos entre bienes transables y no transables, teniendo en
cuenta que cuando un país se vuelve más rico, los precios relativos de los
bienes no transables tienden a aumentar por aumentos de costos (para la
presentación formal ver ACA en Revista Circus N° 5).
Hecho esto, Rodrik opta
por realizar una estimación mediante la técnica de datos de panel con efectos
fijos, comprobando una correlación positiva (coeficiente δ>0 en la tabla) entre
tipo de cambio devaluado y crecimiento para los países en desarrollo (algo que
no se comprueba para las naciones desarrolladas).
Series de
Tiempo versus datos en panel.
En nuestro trabajo,
en cambio, realizamos una estimación de los efectos de una devaluación de la
moneda sobre el crecimiento utilizando series temporales en vez de datos de
panel. Es claro que Rodrik está considerando las ventajas de eficiencia de la estimación
al tomar datos de panel, al tener en cuenta no sólo la variación temporal de
los datos si no también su variación transversal o entre países.
No obstante, el
trabajo de Rodrik depende de dos supuestos fundamentales:
1- El modelo lineal
subyacente es el mismo para todos los individuos y períodos;
2-La dimensión de la
muestra N (en este caso países) es mayor en términos relativos a la dimensión temporal
T = 1 ….n;
Encontramos que el
supuesto 1 es heroico, en tanto este supuesto de homogeneidad es poco realista
dado la existencia de poblaciones heterogéneas (vg.
infraestructura, inversión pública, nivel salarial y desarrollo tecnológico,
entre otros). Por ende, no siempre es posible agregar información temporal ya
que las observaciones adicionales que se pueden obtener pertenecen muchas veces
a poblaciones heterogéneas.
Para lograr el cumplimiento
de la condición 2, Rodrik construye arbitrariamente submuestras de 5 años, para
que el número de países resulte mayor que el número de datos temporales (años).
Pero el supuesto 2 no es necesario, ya que disponen de series largas para cada
país sin la necesidad de acortar la dimensión temporal construyendo ventanas
cada cinco años como hace Rodrik.
En nuestro trabajo, esgrimimos
dos puntos críticos a favor del uso de series de tiempo:
1- no es nuestro
objetivo la eficiencia de los estimadores, sino la significatividad y signo
del coeficiente δ.
2-dado que se tienen
series de datos relativamente largas de la Penn World Table (existen datos a
partir de 1950 para la mayoría de los países), no existen razones para
descartar la metodología de series temporales.
Por ende, un análisis
de series de tiempo para cada país en particular redunda en una estimación más
precisa, porque de esta forma se considera adecuadamente la heterogeneidad
entre países y se utilizan todas las observaciones disponibles, sin necesidad
de realizar recortes arbitrarios en la dimensión temporal (es decir, podemos
estimar N modelos de series de tiempo).
La novedad es que,
utilizando esta metodología (de uso habitual en econometría) obtuvimos
resultados negativos allí donde Rodrik obtiene significatividad para los países
bajo análisis (Brasil, Corea del Sur, India, México, Taiwán, Tanzania y Uganda).
Además decidimos añadir Argentina, Alemania y Venezuela (ver Cuadro).
A continuación se
exponen los resultados obtenidos, siguiendo los tres pasos de estimación de
Rodrik, pero utilizando series de tiempo en vez de datos de panel (los
coeficientes en verde son significativos).
En primer lugar, de los 11 países de la
muestra, solamente Alemania registra un coeficiente δ que es positivo y estadísticamente significativo al mismo tiempo.
Es decir, en ningún caso se verificó una correlación positiva entre
devaluación y crecimiento, excepto en Alemania (un país desarrollado).
El resultado obtenido para Alemania
contradice los resultados logrados por Rodrik, ya que, según el autor, dicho
coeficiente no es estadísticamente distinto de cero para los países
desarrollados o con un ingreso superior a 19.635 dólares. Dado que Alemania
supera dicho ingreso, debería encontrarse un coeficiente igual a cero o no
significativo.
En segundo lugar el coeficiente β
representativo del efecto Balassa-Samuelson es positivo a excepción de Tanzania
y Uganda, pero solamente en el primero es estadísticamente significativo al 5%
(o sea, solamente para Tanzania no se detecta dicho efecto). En resumen, obtenemos
el mismo resultado que el trabajo de Rodrik, ya que en la mayor parte de los
casos estudiados, al aumentar el PBI per cápita la moneda tiende a apreciarse.
En tercer lugar, nuestros resultados
basados en series de tiempo registran una coincidencia parcial con el trabajo
de Rodrik solo para el caso de México (donde una devaluación no tiene un
impacto positivo sobre el crecimiento).
Pareciera que los resultados obtenidos por
Rodrik, dependen de la ventana temporal elegida para realizar la estimación
(promedio de datos cada cinco años) y de la arbitraria selección de países que
utiliza para realizar las estimaciones. No parece un método muy robusto para desprender
conclusiones tajantes y constituir, sobre tal base, una suerte de llave mágica
que abra las puertas del ansiado camino al desarrollo.
(presentacion del trabajo)
(presentacion del trabajo)
6 comentarios:
Muy interesante che. Pensando en voz alta: ¿No existe la posibilidad de que haya un "conflicto" al hacer este tipo de regresiones en términos de que justamente cuando una economía se ve obligada a efectuar una fuerte devaluación es justamente porque se encuentra en un contexto recesivo? Sumado a eso, ¿no puede ser también que los efectos tengan cierto retraso? Pienso, obviamente, en Argentina 2002: caída del PIB de casi 11% y devaluación nominal de 300%. Eso, pienso, debe ser estadísticamente significativo.
Saludos. Muy bueno el artículo.
Normalmente las devaluaciones como las que citas, se producen por una crisis de balanza de pagos externa y en nuestra region siempre han sido recesivas, en tanto es poco que pueden habilitar a nuevas exportaciones que entran en precios de paridad por la baja de costos salariales; son estos salarios reales menguados los que bajan la demanda domestica mucho mas, resultando un contexto recesivo agregado. Ni hay canal sustitutivo, ni macroeconomico ni de desarrollo. En el articulo de Circus "El Mito del Crecimiento por el Tipo de Cambio Competitivo" se desarrolla un poco mas esto. http://circusrevista.com.ar/wp-content/uploads/3-Fiorito-Guaita-Guaita-2013-circus.pdf
Matías, se tuvo en cuenta la dinámica que decís, es decir que el efecto de la devaluación tenga cierto retraso. Simplemente no interpretamos esos resultados ya que nos interesaba hacer inferencia sobre el índice de subvaluación y el efecto Balassa-Samuelson en t, como hizo Rodrik.
Ergo, se podría estudiar más en detalle los impactos de los lags del índice de subvaluación en el crecimiento.
Saludos
PD: Supongamos que excluimos variables relevantes del modelo (los lags). En el peor de los casos los estimadores son sesgados e inconsistentes, pero los contrastes de hipótesis son válidos. Ergo, es posible saber si el impacto de una devaluación en t es significativo en el crecimiento en el período t.
Eduardo Conesa lo ha hecho su "caballito de batalla" http://www.eduardoconesa.com.ar/intro_en/
The link is broken. Do you have another?
This is ok
http://circusrevista.com.ar/wp-content/uploads/Fiorito-Guaita-Guaita-2013-circus-81-104-2.pdf
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