Después de
tres días de acalorada y documentada discusión en Galway (Irlanda), un workshop
internacional de economistas críticos - muchos con amplio reconocimiento - ha
elaborado un documento (aquí reproducido) conciso y
sólido, que parte del evidente fracaso de las políticas de austeridad en
Europa. El documento propone revertir el orden de prioridad de la política
económica europea: el crecimiento de la ocupación es el objetivo prioritario,
que debe perseguirse con una adecuada política fiscal y distributiva que
sostenga la demanda agregada; la política monetaria resulta subordinada a
aquella fiscal en asegurar niveles mínimos para la tasa de interés. A
diferencia del programa de compra de deuda lanzado por el BCE - titulado
«Outright Monetary Transactions» - condicional a la firma de un memorándum que
requiere la aplicación de políticas de austeridad, aquí la condicionalidad se
invierte. La intervención del BCE se asegura para aquellos países que se
empeñen en llevar adelante políticas «anti-austeridad», precisamente aquellas
que permiten conjugar crecimiento y estabilización de las cuentas públicas,
estableciendo una verdadera «condicionalidad Keynesiana». Ningún comportamiento aventurado: los países
se comprometen a cumplir una «regla fiscal» de estabilización a través de
políticas fiscales expansivas, sostenidas por el BCE. La inflación no es un
espantapájaros, considerando los amplios espacios de capacidad productiva
inutilizada. El comportamiento aventurado, ciego y cínico, es aquel de la
austeridad.
Que estos
razonamientos se difundan y conviertan en un instrumento de discusión política
es naturalmente un paso fundamental . Una interesante iniciativa a este
respecto tendrá lugar en Madrid, organizado por un grupo de economistas
críticos (econonuestra.net) el 23-24 de Noviembre, con la adhesión de
asociaciones estudiantiles de España, Portugal, Grecia e Italia (documentación
y programa se encuentran en: economy4youth.com).
Documento: Una visión alternativa de la Crisis en la Eurozona
De acuerdo al diagnóstico de la corriente
principal de pensamiento económico, la crisis en la Eurozona se reduce a una
crisis fiscal causada por un excesivo gasto público y una brecha de
competitividad entre Norte y Sur de Europa. La solución de la ortodoxia es
cerrar la brecha a través de “austeridad fiscal expansiva” y reducciones
salariales. Incluso el FMI admitió que esta vía es un callejón sin salida.
En nuestra opinión la raíz de la crisis del Euro
yace tanto en la inadecuada configuración institucional de la Eurozona, que no
dispone de un genuino prestamista de última instancia y de políticas fiscales y
salariales suficientemente coordinadas, como en un mercado financiero
internacional con excesiva liquidez y poco regulado que felizmente ha
financiado cada desbalance, sin importar su sostenibilidad.
Europa continental ha experimentado modelos de
crecimiento mutuamente dependientes. El crecimiento del Norte de tipo
mercantilista liderado por las exportaciones no hubiera podido sostenerse sin
un modelo (notablemente fácil de financiar) liderado por el endeudamiento en el
Sur, acumulando déficits comerciales y deuda pública y privada. Como secuela de
la crisis financiera, la deuda privada se convirtió en deuda soberana. El caso
de Irlanda es un ejemplo extremo de este proceso. Las forzadas políticas de
austeridad que siguieron aumentaron el desempleo a un nivel socialmente
inaceptable. De continuarse, estas políticas llevarán a una depresión económica
prolongada y aún más descontento social.
Las instituciones europeas no han sido y aún no
son capaces de lidiar con los desbalances estructurales en un modo adecuado.
Desempleo masivo y privación social como resultado de las políticas de
austeridad amenazan la supervivencia de la democracia en la Unión Europea.
Perspectivas Alternativas
Sobre la base de nuestro diagnóstico estamos
convencidos de que Europa debe revocar el régimen político de austeridad. Esto
requiere un profundo cambio institucional y de política.
En términos de política monetaria, creemos que
el BCE debería actuar como un creíble prestamista de última instancia para
aliviar la crisis de deuda soberana. Un paso adicional es la regulación
estricta de los mercados financieros, siendo necesario separar banca de
inversiones de banca comercial.
En términos de política fiscal, el nexo entre el
BCE y la condicionalidad fiscal debería transformarse fundamentalmente. La
política monetaria debería apoyar y adaptarse a reglas fiscales progresivas que
apunten a la creación de empleo y al crecimiento. El déficit fiscal sólo puede
“consolidarse” en una economía que crece.
Estas políticas de estímulo al crecimiento son
consistentes con la estabilización de largo plazo de la relación Deuda/PBI. En
la presente situación de masiva desocupación, estas políticas no traen
aparejadas un riesgo significativo de inflación.
Creemos también que el ajuste debe ser apoyado
mediante el estímulo al consumo a través de mayores salarios, a comenzar por el
núcleo de países en superávit (como la República Federal de Alemania), donde
políticas de restricción salarial han contribuido considerablemente a las
crecientes desigualdades en la distribución del ingreso y a los desbalances de
cuenta corriente en la Eurozona.
Si el Ministro Federal de Finanzas alemán cree
en lo que dice, que ningún país puede vivir más allá de sus propios medios por
siempre, entonces debe ser igualmente claro que ningún país puede vivir
indefinidamente por debajo de sus propios medios. Esto implica que un cambio en
la política salarial en Alemania debe ser una parte importante de la solución.
La mutua prosperidad de los países de la
Eurozona y de sus ciudadanos a través de la expansión de la demanda, en vez de
continuar a contraer la misma a través de consolidación fiscal en beneficio de
la alta finanza, debe ser reconocida como el imperativo para la viabilidad
política del proyecto Euro. Debemos tener la honestidad intelectual y el coraje
de actuar en consecuencia.
Firmado
por:
----
Amit
Bhaduri
Jawaharlal Nehru
University, New Delhi, India
Thomas Boylan
National
University of Ireland, Galway, Ireland
Sergio
Cesaratto
Università degli studi,
Siena, Italy
Nadia Garbellini
Università degli Studi di
Pavia, Italy
Torsten Niechoj
Rhine-Waal University of Applied Sciences, Kamp-Lintfort, Germany
Gabriel Palma
University of Cambridge, UK
Srinivas Raghavendra[2]
National University of Ireland, Galway, Ireland
Rune Skarstein
Norwegian University of Science and Technology, Norway
Herbert Walther
Vienna University of Economics and Business, Austria
Ariel L. Wirkierman
Università
Cattolica del Sacro Cuore, Milano, Italy
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