La primera medida económica de importancia de 2017 fue la completa
desregulación a la salida de capitales. Fiel a su estilo, la prensa del
régimen lo titulo al revés. La noticia fue la liberación de “trabas al
ingreso de capitales”, cuando en realidad sólo se eliminó la obligación
de que los capitales calientes permanezcan 120 días en el país, magros 4
meses, una medida que no desalentaba a ningún capital productiVo y sólo
dificultaba parcialmente la especulación de cortísimo plazo.
La flagrancia de la medida sirve para reconsiderar algunas cuestiones
de fondo sobre la real naturaleza del gobierno de la Alianza PRO, lo
que exige abandonar la dimensión local para elevarse a la escala
planetaria. La nueva realidad política post 2015 no puede explicarse
como una mera alternancia dentro de un régimen democrático estable.
Tampoco se trata de una puja intraburguesa por la definición del modelo
de desarrollo; de la oposición, por ejemplo, entre sectores que buscan
que prevalezca la explotación de recursos naturales versus la
industrialización. Mucho menos de la contradicción entre capital foráneo
y local.
La nueva realidad es la expresión de un proceso de mayor complejidad
cuyos resultados en términos de sustentabilidad social y política
podrían ser inquietantes por dos razones fundamentales. La primera,
porque aun en caso de que a la actual administración “le vaya bien” en
sus propios términos, no crea empleo. Esto es así porque se concentra en
el desarrollo de sectores con ventajas comparativas estáticas, como
agro y energía, o sectores ya establecidos de la industria, los que en
conjunto no son lo suficientemente demandantes de mano de obra, es
decir; el modelo no es sustentable socialmente porque deja afuera a
parte de la población. La segunda remite a que el nuevo régimen basa su
funcionamiento en la entrada de capitales, principalmente bajo la forma
de endeudamiento, una toma de deuda que además no se dirige a sectores
generadores de divisas para el repago. En consecuencia el modelo tampoco
es sustentable financieramente en su frente externo.
La pregunta del millón es por qué se reincide en una política
económica que conduce a la insustentabilidad social y financiera, cuando
tanto la teoría como la experiencia histórica, local y global,
“conocen” el resultado.
La respuesta conduce directamente a los componentes de la
contradicción principal: la economía global es conducida y controlada
por una miríada de firmas multinacionales cuyo principal objetivo de
política a nivel planetario es evitar las interferencias a la libre
circulación de mercancías, incluido el capital financiero. En
contraposición, los procesos de desarrollo en economías del tamaño de la
Argentina, y en un mundo que se cierra, presuponen el sostenimiento de
una demanda pujante en los mercados internos para, sobre esta base,
desarrollar nuevos sectores económicos e incluir a la mayoría de la
población en la producción y el trabajo. Esta necesidad determina una
alianza inseparable entre los regímenes llamados populistas y las
recetas económicas desarrollistas; heterodoxas por definición.
La primera síntesis provisoria, entonces, es que la contradicción
principal de economías como la Argentina es entre las necesidades de las
multinacionales, que gobiernan la economía global y se encuentran
funcionalmente integradas con el poder económico local, y los procesos
de desarrollo con diversificación de la estructura productiva. Las
clases dominantes locales, en tanto auxiliares en términos gramscianos
de las hegemónicas de los países centrales, no son “sujetos demandantes
de desarrollo”. Al mismo tiempo, este desarrollo constituye un
imperativo para la inclusión y, en consecuencia, para la sustentabilidad
social de largo plazo de la economía. Aparece, entonces, una tensión
política intrínseca, inmanente al desarrollo del capitalismo periférico y
de muy difícil solución: ningún sector de las clases dominantes demanda
la diversificación de la estructura productiva al tiempo que no puede
existir estabilidad social y política sin inclusión, la que demanda
diversificación de la estructura.
Si se observa la experiencia internacional surge que los procesos de
industrialización tardía, como los casos paradigmáticos del sudeste
asiático, entre otros, tuvieron a su favor el factor geopolítico en el
contexto determinante de la Guerra Fría. Esto es, la voluntad y el apoyo
contante de Occidente para que tal desarrollo se produzca. Estos
países, contaron además con burocracias productivistas y autoritarias
que disciplinaron y condujeron a sus clases dominantes. No parecen ser
los casos de las economías latinoamericanas donde el factor geopolítico
jugó en contra, es decir; con la potencia hegemónica continental jugando
en contra del desarrollo y no a favor. Luego, los modelos neoliberales,
no disruptivos, de países como Chile pueden funcionar porque los
sectores que se desarrollan sobre la base de las ventajas comparativas
estáticas y vinculados a los recursos naturales, alcanzan para incluir a
la mayoría de la población. Un caso similar es el de Australia, que
además contó con el factor adicional de su pertenencia al Commonwealth.
El desafío político que enfrentan países como Argentina es entonces
mayúsculo. El desarrollo de su estructura productiva, es decir; su
diversificación en un marco de expansión del mercado interno, demanda un
proceso de “doble ruptura”. La primera, con las clases dominantes
locales que conducen y se benefician del modelo actual. La segunda, con
la integración global de estas clases en el régimen planetario conducido
por las multinacionales. El desarrollo con grados crecientes de
autonomía, integración productiva e inclusión social es, entonces, un
proceso revolucionario y de consecución realmente azarosa.
Puede definirse a esta contraposición polar entre inevitabilidad e
imposibilidad como la “paradoja del desarrollo”. La restauración
neoliberal en curso, no ataca la paradoja, simplemente avanza en la
dirección contraria: eliminar cualquier interferencia al gobierno global
de las multinacionales. En este camino, la completa desregulación a los
movimientos de capitales fue apenas un paso más.
Original: Pagina 12
No hay comentarios:
Publicar un comentario