El viejo Almacén. BsAs

Surplus Approach

“Es necesario volver a la economía política de los Fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx. Y uno debe proceder en dos direcciones: i) purgar la teoría de todas las dificultades e incongruencias que los economistas clásicos (y Marx) no fueron capaces de superar, y, ii) seguir y desarrollar la relevante y verdadera teoría económica como se vino desarrollando desde “Petty, Cantillón, los Fisiócratas, Smith, Ricardo, Marx”. Este natural y consistente flujo de ideas ha sido repentinamente interrumpido y enterrado debajo de todo, invadido, sumergido y arrasado con la fuerza de una ola marina de economía marginal. Debe ser rescatada."
Luigi Pasinetti


ISSN 1853-0419

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22 oct 2013

¿Dependencia Tecnológica Sur-Sur?


¿Dependencia tecnológica sur-sur?
 





















 La balanza comercial de productos con valor agregado entre la Argentina y Brasil sigue inclinándose hacia el país vecino. ¿Hay políticas públicas para revertir este escenario? ¿Es posible un comercio estratégico si toda la región exporta lo mismo?
Cuando se habla de dependencia económica, cultural o tecnológica con relación a la Argentina, se suele pensar de forma refleja en relaciones de tipo norte-sur. Ahora bien, ¿existen relaciones de dependencia sur-sur? En el ámbito de la industria y la tecnología, la respuesta parece ser afirmativa.

Históricamente, la Argentina ha dependido bastante del desarrollo manufacturero brasileño. “Argentina es un país caracterizado por un grado de dependencia tecnológica muy grande que, en los últimos 10 años, lejos de haberse revertido, se profundizó”, sentencia en diálogo con TSS Martín Schorr, investigador del CONICET en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLASO). “El superávit comercial está sostenido básicamente por el sector agropecuario, algunas agroindustrias y el sector minero. El resto del entramado industrial es fuertemente deficitario”.
Del total de las exportaciones argentinas a Brasil en 2011, las manufacturas de origen industrial (MOI) representaron un 67%. A primera vista, no parece un mal número. Sin embargo, dentro de las MOI, solo el 6,7% corresponde a máquinas, aparatos y accesorios eléctricos, es decir, bienes con mayor grado de desarrollo tecnológico. Por su parte, el porcentaje de MOI que Argentina importó de Brasil el mismo año fue 87%; dentro de ellas, el 18,5% eran máquinas, aparatos y accesorios eléctricos.
De esta manera, en ambos casos, el déficit comercial se lo lleva la Argentina, a pesar de que la situación en el país hermano tampoco es la mejor. “Brasil viene perdiendo espacio en el resto del mundo en lo que refiere a la exportación de bienes tecnológicos, pero en parte lo compensó con exportaciones hacia el Mercosur. De hecho, el principal destino de las exportaciones de ese tipo de productos es Argentina”, afirma Eduardo Crespo, economista e investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).

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Si se observa el intercambio en general, ya no solo con Brasil, el saldo también es negativo. En el área de electrónica, por ejemplo, el déficit en la balanza de pagos en 2003 fue de 1900 millones de dólares, mientras que en 2011 trepó a 8000 millones de dólares. Al respecto, el economista Alejandro Fiorito, investigador de la Universidad Nacional de Luján (UNLu), explica: “El ingreso de China al mercado mundial disparó todos los precios de nuestros commodities. Brasil también bajó su participación en MOI, pasó del 83% en 2000, al 72% en 2008. Toda la región empezó a exportar más commodities y menos industria”.

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1 comentario:

Alcides Acevedo dijo...

Interesante... ¿ésta fue la década ganada?
Por lo visto Argentina es más de lo mismo ¿qué cambió estructuralmente con respecto al período menemista?

A eso hay que agregar las discrepancias con Brasil en relación a la OMC y los acuerdos comerciales con la Unión Europea.

¿Qué nos espera?