Por Alejandro Fiorito
La correlación positiva entre las
variaciones en el tipo de cambio real (Tc)
y la generación de empleo, promoción de exportaciones y el crecimiento, goza de
un amplio consenso en la profesión. En nuestra región una corriente “nuevo
desarrollista” sostiene que un Tc real competitivo o subvaluado es causa
sistemática de crecimiento y de subas de salario en el largo plazo. Sin embargo
existen en sus canales de transmisión varios problemas teóricos y empíricos.
Se esgrime un “canal de
intensidad laboral”, que consiste en la sustitución de capital por trabajo como
resultado de una reducción en los salarios reales en dólares a causa de una
devaluación, incentivando la contratación de una mayor cantidad de trabajo por
el cambio de precios relativos. Sin embargo, lo cierto es que dada la
estructura productiva, existe más complementariedad que sustituibilidad en la
economía (“el capital no es gelatina”), por lo que ante cambios distributivos los
empresarios se enfrentan a definidos coeficientes de producción que no se
modifican ante cambios de costos salariales. Por ende, dado el producto, si
caen los salarios reales, no se sigue que se contratará más personal que el
necesario para producirlo. Esto último sólo sucedería si creciera la demanda de
sus cantidades producidas y por ende el nivel de actividad. Podría esto tener
solución, sin embargo, por medio de otro canal donde aseveran que la
devaluación tiene también un efecto expansivo de la demanda.
En efecto, este otro canal puede
describirse por medio de una devaluación inicial que reduce los salarios reales
en el sector transable en relación con la productividad laboral, aumentando su
rentabilidad sectorial. Si dicha nueva rentabilidad se puede mantener en el
tiempo, bien con la suba de productividad de transables y/o limitando el
crecimiento de los salarios reales, afirman que las exportaciones crecerán por
encima de la merma del salario real y la demanda doméstica, haciendo crecer a
toda la economía. Es esta una versión de crecimiento “tirado por ganancias” en bienes
transables (concepto que confunde ganancias efectivas con normales), donde llegan
a implicar la generación de inflación por “exceso de demanda”, por la que
postulan su corrección por medio de una contracción fiscal para enfriar una
macro “sobrecalentada”.
La Inelasticidad Precio de las exportaciones e importaciones
Pero la objeción fundamental a este
segundo “canal macroeconómico” es que el comercio transable es inelástico a los
cambios de Tc y en cambio responde
muy bien a los cambios en el producto doméstico (impo) y mundial (expo).
En un trabajo (Fiorito, Guaita y Guaita, 2013) se muestra que este resultado no se cumple no sólo en la Argentina
sino internacionalmente sumándose a una amplia evidencia en trabajos que
muestran para México, Brasil y la Argentina que las cantidades transadas son
inelásticas ante cambios en el Tc,
por lo que una devaluación “exitosa” debería ser enorme para tener algún efecto
en los montos comerciados, haciendo estragos en la demanda salarial doméstica y
la distribución.
En efecto, allí se analiza el
trabajo de Dani Rodrik (2008) -autor profusamente citado por los nuevos
desarrollistas- donde muestra regresiones econométricas en datos de panel que
supuestamente darían fe de la existencia de esta correlación positiva entre Tc y crecimiento para una gran cantidad
de países tan disímiles como China, Alemania, Brasil y Uganda.
Usando sus mismos datos en series
de tiempo para cada país -su extensión temporal así lo habilita-, se obtiene en
casi todos los países analizados por el autor, resultados no significativos o
irrelevantes. Por lo tanto la abundante evidencia de que las devaluaciones
históricamente han sido recesivas en nuestro país, viene a confirmarse con este
resultado y echando por tierra todo el argumento de esta línea de pensamiento.
Cabe agregar que las economías
capitalistas no se encuentran ni tienden al pleno empleo de recursos, por lo
que la inflación no tiene por causa un “exceso de demanda” sino que es
normalmente impulsada por la suba de costos y puja distributiva que dispara la
propia devaluación. Por lo que un ajuste fiscal como el que se propone para
remediar el efecto repase, sólo hace más recesivo todo el cuadro macro al ser
redundante con la devaluación inicial contractiva de la demanda agregada.
Para los “viejos desarrollistas” los
instrumentos del desarrollo eran la sustitución de importaciones, la diversificación
de exportaciones, las políticas de ingresos, etc. Consistiendo como lo
denominara Ocampo, en un desarrollo liderado por la actividad del Estado. Para
los “nuevos desarrollistas” todo pivotea alrededor del tipo de cambio…demasiados
objetivos para una sola variable.
En los noventa, por el uso de un
ancla cambiaria en numerosos países de la región, el decálogo neoliberal del Consenso
de Washington sólo aplicó nueve de sus recomendaciones sin la décima: el “tipo
de cambio competitivo”. Pareciera que el destino manifiesto del nuevo
desarrollismo en la región, es completarlo.
(presentacion del trabajo)
(presentacion del trabajo)
Original: Pagina 12
4 comentarios:
No entiendo ¿dónde quedó todo el discurso Nac&Pop acerca del efecto virtuoso de las devaluaciones?
Ahora resulta que el TCRC es parte del andamiaje del Consenso de Washington.
Como sea, pregúntenle a las economías regionales, el turismo o los servicios informáticos cómo nos está yendo con el actual TC y el impacto sobre el empleo.
Estimado, no hay que confundir niveles con variaciones. Esta claro que si un productor es tomador de precios para su producto, existe un tipo de cambio, dada su productividad, que le permite exportar. De eso no se sigue, que una devaluacion le permitirá exportar mas, en tanto la demanda mundial esta dada, no existe el capital gelatina, o de otra forma no existe estrictamente el mercado de factores (L, K,). Esto ultimo se sabe desde hace mas de 50 años. Luego lo que se ve con la inelasticidad precio del tcr, es que nunca se produce la situacion inicial que plantean estos autores nuevo desarrollistas, puesto que es inelastico. Lo que si sucede en cambio es una caida del salario real en dolares, que es recesivo. Asi lo atestigua la historia de las devaluaciones en nuestro pais. El tipo de cambio no explica con sus variaciones el crecimiento, pero sí explica la inflacion. Esto es debido a la resistencia a la baja de los salarios, particularmente importante en nuestro pais. Lentamente en el Brasil va creciendo dicha resistencia tambien. saludos.
Pero hay muchas variables por las cuales un país A puede decidir importar de B en vez de importar de C aún cuando C pueda producirlo a un precio ligeramente por debajo del de B. En la diversidad de países a nivel mundial, eso genera una gama de precios y no un nivel sobre el cual "podes exportar" y debajo del cual "no podes exportar". Por lo tanto un tipo de cambio puede hacerte competitivo para exportar a Brasil pero no a España; un tipo de cambio real más depreciado puede hacerte competitivo para Brasil y España, pero no para Egipto, y así sucesivamente. Creo que las elasticidades que hicieron las devaluaciones recesivas durante el Stop and Go, aquellas que analiza Diaz Alejandro,Braun y Joy, Sidrauski, etc ya no parecen ser las mismas. No cree?
Estimado: Dos cosas: 1) tenemos un mercado internacional donde somos tomadores de precios en los productos que exportamos, y el precio en dolares esta dado tambien para la mayoria de paises, por lo que no hay varios precios para igual tipo de producto. Hacer mas barato un producto, no implica desplazar demanda internacional (que esta dada)agregando que si puede pasar en el tiempo, tambien esta el pass through que retorna a su nivel anterior la ventaja. 2) los datos de cualquier regresion que hemos probado, con datos no sólo de los 50 y 60, dan inelaticas: esto es las devaluaciones no mueven las exportaciones, por lo que no se produce el canal macroeconomico que se postula desde el nuevo desarrollismo. Por favor, si ud. tiene datos que se muestra una elasticidad precio, envielas. Otra manera de verlo es como lo exponen Crespo y Lazzarini, en Eshet del año pasado, donde las devaluaciones afectan sólo a productores marginales que entran en precio internacional, y las expo "no mueven el amperimetro". Es claro que para que entraran muchos mas, la devaluacion deberia ser enorme, pero eso minimiza la demanda domestica, dando en el agregado situaciones recesivas. Historicamente se ha dado asi. En conjuncion con una clase obrera que puja, como la argentina, se obtiene otro resultado logico: la inflacion explicada por costos y puja, empiricamente por tipo de cambio y salarios.
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