Por Andrés Lazzarini *
La última devaluación suscitó importantes debates acerca de los
determinantes del tipo de cambio y su relación con la inflación. La
ortodoxia económica sostiene que el problema es la apreciación cambiaria
resultante de la inflación (que generaron la emisión monetaria y el
gasto público), porque para ellos la inflación es de demanda y la
solución es sólo desacelerar la economía. Por otro lado, los
neodesarrollistas dicen que un tipo de cambio real alto (“competitivo”)
es necesario para incentivar las exportaciones industriales, aunque no
dicen que es a costa de bajar salarios reales. Interesante que ninguno
mencione que la apreciación cambiaria argentina antes de la última
devaluación era inferior al promedio de América latina y que el déficit
de cuenta corriente no llegó a niveles alarmantes.
Sin embargo, la restricción externa existe. En los últimos años, el
déficit energético, las crecientes importaciones de insumos y bienes de
capital, los pagos de deuda y especialmente la fuga de capitales
produjeron una estrepitosa caída de reservas (12.600 millones de dólares
en 2013), obligando al Gobierno a restringir el atesoramiento legal en
moneda extranjera y a un régimen de control de importaciones con poca
planificación productiva. En el ínterin, la devaluación del dólar blue y
la ampliación de la brecha entre el cambio oficial y el paralelo generó
la sospecha entre los grandes jugadores de que las autoridades habían
perdido el control sobre el tipo de cambio. La creciente demanda de
dólares y la no liquidación de granos aumentaron las presiones
devaluatorias, que el Gobierno finalmente validó hace una semana y
media. Con la flexibilización de las restricciones para el ahorro en
dólares, el Gobierno parecería querer retomar el control sobre el tipo
de cambio. El resultado, sin embargo, es incierto. Para la
estabilización del tipo de cambio nominal serán necesarias muchas
reservas, pero los exportadores siguen sin liquidar (a pesar de la suba
de tasas) y en enero se perdieron otros 2500 millones.
En este contexto es de esperar que la reciente devaluación impacte
en los precios de la economía por tres vías. Primero, dado el carácter
semi-industrializado de la economía, con muchos sectores aún por
sustituir, gran parte de los insumos y los bienes de capital con alto y
medio contenido tecnológico provienen del exterior. Los precios normales
de producción reflejan los costos de producción usando las técnicas
predominantes. En ese sentido, es de esperar cambios en los costos de
producción debido al componente importado. Segundo, la devaluación
generará una agudización de la puja distributiva, lo que hará variar uno
de los componentes centrales de los costos, el salario, impactando en
los precios normales de producción. Tercero, el buen desempeño de los
precios internacionales en un contexto devaluatorio generará fuertes
presiones para los precios internos de los bienes exportables (si bien
sería recomendable subir las retenciones para desacoplar los precios
internos de los internacionales, esta estrategia no parece promisoria en
el actual contexto donde los exportadores no están liquidando). Si bien
el estado puede seguir negociaciones para controlar algún movimiento
especulativo de muy corto plazo, es indefectible que la devaluación se
traduzca en inflación, dado que en situaciones normales de producción
los precios reflejan los costos normales dentro de los cuales tienen un
rol significativo y determinante el tipo de cambio y los salarios. El
riesgo más grande que enfrenta la economía es que este proceso traiga
aparejado una caída en los salarios reales con una consecuente caída en
la demanda y, por ende, del ritmo de actividad.
En términos estructurales, la inflación podría ser controlada
mediante políticas industriales que profundicen una sustitución de
importaciones, gradual pero permanente, lo que haría disminuir el
impacto del componente importado en los costos de producción, que
deberían combinarse con políticas de ingreso y negociaciones entre
partes para manejar la puja distributiva. Sin embargo, debido al
contexto actual, para mantener los niveles de actividad y empleo, e
incluso aumentarlos, es esencial que el Gobierno vuelva a tener control
sobre el precio de la divisa. Si la crisis en las reservas se explica
más bien por la fuga de capitales que por déficit de la cuenta
corriente, que es estructural y necesita de políticas específicas,
entonces la situación presente de la cuenta capital requiere de
políticas de corto plazo, vía diferencial de intereses, para afectar el
flujo cortoplacista. Por ello, la estabilización del tipo de cambio
nominal implicará recurrir a préstamos externos destinados a aumentar
las reservas para que el Gobierno gane control sobre esta variable
clave. De lo contrario, la presión devaluatoria será aún mayor en el
tiempo por venir, con el correlato de mayor inflación, agudización de la
puja distributiva, recesión y aumento del desempleo.
Original: Pagina 12
Ahá, a ver si entendí: ¿la nota cierra pidiendo a los gritos recurrir al endeudamiento externo como única salida a la actual crisis?
ResponderEliminarBueno, eso mismo piensa Kicillof, que hace pocos días pidió como un ruego a la asociación de bancos extranjeros 10 mil millones de dólares (salió en todos los diarios)
http://www.lanacion.com.ar/1660464-kicillof-pidio-ayuda-a-los-bancos-extranjeros-para-conseguir-dolares
Muy triste, mientras siguen con la idea de comenzar en algún futuro cercano la "sustitución de importaciones" (no se sabe bien cuales) lo único que se les ocurre es salir a pedir prestado, una lástima, las tasas empezaron a subir y Argentina sigue en default.... espero que tengan suerte.
Ok, pero vos que propones ante esta situación?
ResponderEliminarSaludos
¡Aguante Alcides corriendo a todos por izquierda! ¿Para vos habría que huir hacia adelante nacionalizando el comercio exterior y expropiando las tierras de la Pampa Húmeda? Fiorito, me parece, hace tiempo que tiró la toalla y ahora se contenta con dialogar civilizadamente con los mercados. Literalmente se convirtió en un “keynesiano de derecha”.
ResponderEliminarSilvio Guaita dijo...
ResponderEliminarOk, pero vos que propones ante esta situación?
¿Yo qué propongo? la verdad es que no se me ocurre nada demasiado brillante... observo y tomo nota, nada más, no digan que leer en Página12 que se debe salir de apuro a tomar deuda no causa un poco de perplejidad...
Mencionar la remanida sustitución de importaciones a esta altura invita también a la ironía ¿no les parece?
Ah, les aviso a los que quieren estatizar el comercio exterior: Argentina sigue en default... nos van a incautar la carga... vamos a terminar con menos dólares de los que tendríamos si vendemos a través de las "cerealeras" apátridas... muy raro.
DAAAAALE Alcides, tirate una propuesta, ya sos como parte de este blog, te empecé a tomar cariño!
ResponderEliminarBueno, pero una vez que esto se solucione (bien o mal) ya nadie va a poder decir que no le avisamos con anticipación.
Si estatizan el comercio exterior, asaltamos el palacio de la republica de los niños tambien!
saludos
bueno Alcides, nunca te lei nada brillante. No hay problema.
ResponderEliminarCon esto solo entenderas que tenemos una vision clasico keynesiana, que no es necesario hacerla coincidir con todo lo que hizo este gobierno. Hace mas de un año que indicamos el problema. http://grupolujan-circus.blogspot.com.ar/2012/11/coherencia-de-largo-plazo-y-pragmatismo.html
y dijiste:
"Alcides Acevedo dijo...
¿Perdón? ¿ahora hay que salir al mercado de capitales?
Este preocupante cambio de discurso marca el fin de una época".
por lo que tu idea es la chicana, ok. Be my guest.
No sé, creo que hay una confusión aquí, personalmente me considero una persona más bien afín a la "ortodoxia"... lo que me llama la atención en Argentina son los fenómenos en "cámara lenta", digo, los problemas con las reservas se remontan a varios años atrás, hubo un período de acumulación con sostenimiento del valor nominal del tipo de cambio (inflacionario) y desde hace años un proceso de estancamiento y caída de reservas para sostener un ritmo de devaluación por debajo de la inflación... todo eso sazonado con unas lindas tasas de interés negativas ¿pensaban que iba a durar para siempre? hablamos de años enteros con la misma mentira.
ResponderEliminarNo sé, yo veo que se perdieron otros 10 años, y desgraciadamente se viene un ciclo de ajuste.
Y no hay ninguna alquimia financiera, cambiaria o keynesiana que lleve a la prosperidad mágicamente, me remito a la experiencia de TODOS los países de industrialización tardía... aunque en una de esas es tarde para hablar de salidas "industrializadoras" clásicas... propongo entonces como eje para la economía las exportaciones por encima de satisfacer las necesidades del mercado interno ¿vieron qué fácil? por lo menos evitás las crisis cambiarias y mentiras como el enclave de Tierra del Fuego y la "industria" automotriz argentina.
jamas habras visto aca hablar de magia ni de temas sin intento de dar una logica. Al reves, veo bastante magico, el decir que podes crecer por exportaciones. Salvo que seas un enclave muy pequeño, se crece por demanda domestica. Tenes un problema con la realidad Alcides. Los paises que se han desarrollado, contaron con situaciones "extra" que ningun otro tuvo. Comenzando por la guerra fria y el papel de ayuda de EEUU. Para nosotros, la solucion de EEUU fue represion y no ayuda. si pensas que podemos desarrollarnos por exportaciones, no solo estas fuera de cualquier empiria, sino que teoricamente te diria lo que aquel martir Jan Hus (1369-1415), de la inquisicion le dijo a una vieja que acercaba una ramita para que el fuego ardiera mejor y se quemara mas rapido:
ResponderEliminarSancta simplicitas!
Alcides, y como aumentarías las exportaciones?
ResponderEliminarPorque si venis leyendo los artículos del blog (si comentas asumo que leiste algo más que el título) sabés que las expo dependen de la demanda mundial y son insesibles o practicamente insensibles a las variaciones del tipo de cambio.
Segundo, asumiendo que podés crecer por expo como decís, hay que tener en cuenta que no somos los unicos paises queriendo crecer. Entonces, por que otros paises dejarían que abaratemos nuestro tipo de cambio para venderles más?
Ahora, vos podrías decir, bueno que se junten los paises y devaluen en bloque. Me imagino una super coalision dejando fuera, Alemania, Estados Unidos y China por ej. Por que esos paises aceptarían perder mercados para darnos lugar a todos nosotros? Digo, ellos ya fabrican lo que nosotros queremos fabricar.
Ganar mercados no depende unicamente de abaratar los costos de las exportaciones.
No chicos, yo no dije que podés crecer por las expo... digo que las expo deben tener un valor suficintemente alto, son cosas distintas, no sé, en cualquier economía la importancia del sector de la construcción solamente tiene un impacto que es difícil empatar con "exportaciones".
ResponderEliminarY nadie dice que para "exportar" industria hay que devaluar, eso es un verso, se devalúa para bajar las importaciones y equilibrar la balanza de pagos, si fuera tan fácil exportar devaluarían todos.
Es cierto que muchos países (desde Japón hasta Israel e incluso Irlada) recibieron "ayuda" o "permiso" para desarrollarse o crecer, también, hay que decirlo, pusieron bastante de su parte.
Ahora bien, por suerte Argentina es un país bastante insignificante, tenemos mucho margen para crecer sin entrar en conflictos comerciales importantes con nadie, buscando "pequeños" nichos tecnológicos, no sé, cualquier empresa tecnológica pedorra en el mundo factura mil o dos mil millones de dólares al año, ¿cuánto exporta Argentina de alta tecnología?
¿Cuánto exporta Israel? ¿Suiza? ¿Singapur?
¿Entienden? si Argentina pudiera exportar 5 mil millones al año en alta tecnología (sin pagar patentes) si resuelve el problema energético y aumenta razonablemente la producción agrícola se terminaron los problemas... claro, la venta de autos debería caer una poco, y tendríamos que evitar procesos de apreciación cambiaria que lleven en manada a la gente a pasear por Miami... pero parece que no se puede.