Buscando adentro la fuente de la competitividad externa
Por Fabian Amico
Compartimos la reciente publicación de Fabian Amico en el número 9 de la revista H-Industri@ sobre el vínculo de la sustitución de importaciones con el desarrollo economico y las exportaciones.
Resumen
En los textos fundacionales del estructuralismo, un problema central de la industrialización latinoamericana fue la escasez de divisas. Con la industrialización por sustitución de importaciones (ISI), los principales economistas estructuralistas argumentaron que el fomento de la ISI no constituía una defensa de la autarquía. De hecho, la ISI fue impuesta debido a ciertas condiciones históricas muy específicas. No obstante, el crecimiento basado en la continua reducción del coeficiente de importaciones encontró límites claros. En este marco, la ISI fue concebida como un enfoque contrario al crecimiento “liderado por exportaciones”, que, a diferencia del primero, se basaría en “las fuerzas del mercado”, o al menos, sería mucho más “amigable con los mercados”. Esta taxonomía fue aceptada también por muchos de los economistas estructuralistas, y entre estos no es difícil encontrar referencias a que la ISI tuvo un “sesgo anti-exportador”, causando altos costos e ineficiencias persistentes. Sin embargo, en la fase final de la ISI, Argentina (y otros países como Brasil, México y Colombia) comenzó a mostrar una creciente incidencia de las exportaciones industriales, lo que pone en duda la creencia casi universal que el proteccionismo se había traducido en una ineficiente “asignación de recursos”. La hipótesis defendida en este artículo es que el camino seguido por Argentina (y por los países más grandes de América Latina) fue de hecho un largo proceso donde la sustitución de importaciones funcionó como una instancia de preparación, aprendizaje y maduración del desarrollo industrial que culminó en un aumento estructural de la productividad y hacia los años setenta permitió un aumento significativo de las exportaciones industriales. Los supuestos efectos negativos de la protección fueron más que compensados por la competencia entre industrias domésticas y, a pesar de los ciclos recurrentes de stop and go, el proceso generó persistentes aumentos de la productividad media, y culminó en un aumento de las exportaciones de manufacturas a mediados de los años setenta. En resumen, no hubo un agotamiento de la ISI, sino que fueron las políticas de ajuste estructural y de apreciación persistente del tipo de cambio las que pusieron un punto final a la industrialización nacida en los años treinta.
Ver el paper ACA
Se agradece la difusión!
ResponderEliminarChicos, entiendo que sea fin de año... pero no abusen del alcohol.
ResponderEliminarEl nivel de rezago tecnológico, falta de escala, dependencia tecnológica, falta de insumos básicos, niveles de calidad paupérrimos... nada de eso sea había "empezado" a superar en los 70.
A decir verdad el mundo seguía evolucionando y el modelo "estructuralista" no alcanzaba a tomar velocidad.
La mayoría de las exportaciones industriales se hicieron en aquel tiempo a Cuba con préstamos calzados... que nunca fueron reeembolsados. Para pensar.
estimado,
ResponderEliminarPara saber si ud toma lo mismo, me gustaria saber si acuerda o no con el tema central del trabajo, que es que la sustitucion de importaciones permite una mejora de las condiciones tecnicas para exportar industria. Puesto que todos "evolucionan", si se compara el año 30 con los 70 en posibilidad de exportar. Al mismo tiempo en la Argentina veriamos que lo que se opto desde 1976 hasta el fin de siglo, no fue una teoria ni un camino de desarrollo industrial.
Cual seria la opcion segun ud.?
No existe kaldor verdoorn en la ARgentina?
La sustitucion de importaciones no es un proceso de aprendizaje, que si no se comienza no se hace nunca?
le deseo a ud poca resaca.
Alejandro
No sé, la verdad es que me parece patético después de 50 años seguir dando vueltas con lo mismo.
ResponderEliminarLa anécdota acerca de que el grueso de las exportaciones industriales más "sofisticadas" de los 70 se realizaron a Cuba con créditos nunca reembolsados no despertó mayores comentarios. Muy raro.
Me parece que TODO el mundo concuerda con el diagnóstico, por otra parte los Nac&Pop siempre viero con desconfianza la capacidad "exportadora" eso pondría en peligro la alianza implícita entre los trabajadores y la burguesía nacional ¿me equivoco?
El modelo ISI era:
1) Precios de productos industriales por encima de los internacionales, pero además...
2) Fuerte rezago tecnológico
3) Muy baja calidad.
Todos factores realimentados por la pretención de crear la mayor cantidad de empleo bien pago (muy por encima de otros países con estructuras productivas similares) y procurando invertir lo mínimo posible (dad la escasez crónica de recusrsos)
A eso hay que sumarle la crisis en la que estaba sumido el sector más "competitivo" de nuestra economía ya sea por pérdida de productividad o cierre de mercados.
Después hablan de "enfermedad holandesa", por favor, piensen mejor en los diferenciales de productividad de un trabajador industrial coreano contra uno argentino, eso explica mejor el fracaso industrializador de Argentina que la supuesta riqueza sobrenatural de las pampas.
A mí me parece patética tu superficialidad.
ResponderEliminar“La anécdota acerca de que el grueso de las exportaciones industriales más "sofisticadas" de los 70 se realizaron a Cuba con créditos nunca reembolsados no despertó mayores comentarios. Muy raro”.
Lo tuyo es exactamente eso: una anécdota (busca el significado en google, es algo así como “un cuento corto sobre un hecho curioso”).
No das cifras ni citas ni evidencia.
Lo que cité en mi artículo (Desde Gerchunoff & Llach, hasta Basualdo, entre otros) coinciden: hubo un avance significativo entre 1964-74, medido en términos objetivos (cuantificables), y aparecen significativas exportaciones especificamente industriales.
Fijate el cuadro 1 (de Teitel & Thoumi) y el cuadro 2 (de Basualdo), y decime si creés que le vendíamos todo eso a Cuba “con créditos nunca reembolsados”. Y dejá los cuentos para los giles.
“Todo el mundo” NO concuerda con una visión tan superficial como la tuya (ver las citas: Pazos, Mahon, Ferrer, Diamand, Schvarzer, Gerchunoff, Llach, etc, etc.)
Lo único que se percibe muy claramente son los prejuicios.
Lo demás requiere estudio, evidencia, razonamiento.
¿Quién habla de alianza entre “burguesía nacional y trabajadores”? Podrías haber preguntado qué pensaba al respecto sobre algo que nadie mencionó.
Pero tu prejuicio puede más.
El “modelo” ISI no era: 1) Precios de productos industriales por encima de los internacionales, 2) Fuerte rezago tecnológico; 3) Muy baja calidad.
Esos eran los datos de la realidad en 1940-50. No eran un “modelo”.
El “modelo” ISI fue una manera forzoza de crecer en esas condiciones (¿tenés otra que a ninguno de estos tarados se le ocurrió en ninguna parte de América Latina?).
El problema no era la “escasez crónica de recursos” sino la escasez crónica de divisas.
Ni se te ocurre pensar que el diferencial de productividad de un trabajador industrial coreano contra uno argentino, pueda deberse precisamente a un fenómeno de “enfermedad holandesa”.
Hablabas de rezago, falta de escala, dependencia, carencia de insumos y calidad, ¿respecto de qué? ¿respecto de cuándo? Porque supongo que no hablarás en términos “absolutos”. Supongo que no pensarás que la situación de subdesarrollo argentino (y latinoamericano) de los años 30 y 40 se podría haber resuelto “definitivamente” siguiendo otro camino (¿cuál? Me muero de ganas de saber).
Entre 1960 y 1974 (más o menos) Argentina creció a las mismas tasas que el mundo desarrollado (aunque menos que Brasil y México). Al menos, la brecha no se amplió.
Hacia los años 70 tenías una industria (con “rezago, falta de escala, dependencia, carencia de insumos y calidad”, etc, etc) que antes no tenías.
Unos 20 años atrás no le podías exportar ningún producto industrial a nadie.
Ni a Cuba.
Eso es una mejora relativa (fijate Teitel & Thoumi).
Yo tengo claro que aún estábamos en el subdesarrollo, pero quizás vos no te das cuenta que no era lo mismo que en 1940 (¿O era lo mismo?).
A menos que creas que podíamos haber llegado al paraiso del desarrollo siguiendo otra política (¿Cuál? Me muero por saber, lo juro).
“El mundo seguía evolucionando” y Argentina también si considerás con realismo el punto de partida. Lo que siguió fue muchísimo peor (¿O no?).
Repito: si creés que la superación del subdesarrollo se va a dar con un take-off mágico, estamos sonados. Tampoco el texto sostiene que era una panacea. Hay que leer bien. Como bien dice Diamand, el proceso se desarrolló a contramano de quienes pensaban que había una “ineficiencia” industrial congénita e insuperable.
Pero subdesarrollo e ineficiencia son cosas muy distintas.
Para pensar, ¿no te parece?.
Fabián Amico
Alcides, vos decís "Después hablan de "enfermedad holandesa", por favor, piensen mejor en los diferenciales de productividad de un trabajador industrial coreano contra uno argentino, eso explica mejor el fracaso industrializador de Argentina que la supuesta riqueza sobrenatural de las pampas."
ResponderEliminarDado que los trabajadores no trabajan sólo utilizando sus manos, cuando hablamos de la productividad 'de un trabajador' tenemos que aclarar y ser muy precisos sobre los términos del asunto. En primer lugar la productividad depende de la tecnología utilizada y de las condiciones naturales y sociales en que se desarrollan las actividades. Un trabajador podrá ser muy laborioso, pero su rendimiento inevitablemente depende del tipo de tecnología que tenga a su disposición, de los equipos de trabajo de los que forma parte, de las condiciones naturales, etc. Si la configuración de precios, tipo de cambio, etc., genera un efecto ‘enfermedad holandesa’ que dificulta la acumulación de capital en la industria, inevitablemente ‘la productividad del trabajador’ argentino que se desempeña en el sector industrial será baja, así como es alta la productividad de su par que se desempeña en el sector agrícola. ¿Acaso vamos a decir que el segundo es más laborioso que el primero? Voy a suponer que no estás diciendo algo tan disparatado…
Saludos
¿Qué les parece si reelemos el trabajo de Amico?
ResponderEliminarAllí se habla de: "En esas condiciones de capitalistas débiles y sindicatos fuertes, el capitalismo argentino es, por necesidad, una experiencia tortuosa y contradictoria" (Canitrot)
Claramente había un desfasaje entre las aspiraciones de los trabajadores y su "productividad".
En el cuadro con la tasa de distribución del ingreso en Argentina se ven con claridad valores propios de países mucho más desarrollados con stocks de capital (y por lo tanto productividades) mayores que en Argentina ¿es un dato razonable? ¿No es una de las claves del fracaso de las ISI? ¿Por qué no lo asumen?
¿Cuál era la tasa de distribución del ingreso en Corea? ¿Japón? ¿Cuáles eran las tasas de ahorro de esa gente? ¿saben hoy en día cuánto ahorran los chinos de sus magros ingresos?
Me parece patológico hacer foco en la "enfermedad holandesa" cuando Argentina era un país (y es) con tendencia crónica al endeudamiento y las crisis de balanza de pagos.
El modelo de las ISI era:
1) Precios de productos industriales por encima de los internacionales (falta de escala y altos salarios relativos)
2) Fuerte rezago tecnológico (reciclado de tecnología amortizada de los países centrales -más barata-)
3) Muy baja calidad (mala calidad de insumos -menos precio- , pobres recursos humanos y maquinaria anticuada)
Sería bueno comparar con los modelos de desarrollo de TODOS los países de industrialización tardía.
Piensen en el paradigna de Japón: "Calidad total", "just in time", "Kaizen", etc, etc... esas "innovaciones" llegaron a la Argentina recién con el menenismo, y se denunciaron como prácticas esclavizantes y abusivas a pesar de ser la norma en países centrales.
Yo tenía un compañero coreano en la facultad, contaba lo terrible que eran la fábricas en su país, parecían más bien como cuarteles, decía. Nada qué ver con Argentina ¿se entiende?
Y sí: los orientales son mucho más laboriosos que los argentinos, tienen una capacidad de concentrarse en el trabajo que no se ve aquí, mala suerte... nada de "enfermedad holandesa"... más bien falta de contracción al trabajo esclavo, es así de triste.
Comparto la visión pesimista de Prebisch, la ISI fue lo mejor que se pudo hacer en su momento, como para la generación del 80 fue lo mejor el modelo agroexportador.
Claramente hacia mediados de lo 70 Argentina había perdido la carrera no sólo con Brasil sino con TODO el resto de paises que rapidamente se estaban industrializando (Oriente)
En definitiva: no se puede reivindicar (después de 40 años) un modelo que generó desequilibrios crónicos (alta inflación, licuación de ahorro previsional, crisis de balanza de pagos) y consecuentemente alta inestabilidad política (golpes de estado, guerrilla, etc).
En cuanto al aumento de las exportaciones "industriales" hay que dejar fuera el aceite de girasol, habría que desagregarlas un poco para que la verdad salga a la luz.
Seguis comparando banalmente experiencias muy distintas.
ResponderEliminarrapidamente:
1 En esos paises no tenias recursos primarios donde poder elevar el salario industrial. Y en algun tipo de cambio alto (bajos salarios) podian exportar productos que no implicaban alta productividad del trabajo.
En nuestra region por el contrario, tenes la posibilidad de exportar bienes primarios, y luego del 30, aparece el problema de la diferenciacion del tipo de cambio, por la existencia de bienes manufacturados.
De alli que la diferencia entre los que pugnaban por la "agroexportacion" en desmedro de un modelo de sustitucion de importaciones e industrializacion.
2 Alli precisamente entra en juego lo que afirma Diamand, sobre las EPD, que no sucedia en los paises asiaticos sin recursos naturales que exportar.
3 Ni que hablar por ultimo del tema geopolitico para el desarrollo de Taiwan y Corea, con el apoyo norteamericano, comprando todo lo que producian.
Por eso, podes estudiar mucho mas esas experiencias, pero te estas perdiendo diferencias sustanciales para "aplicar".
Hasta ahora lo unico que se puede aplicar son inyecciones. Dejate de linealidades esclavizantes, que lo unico que lograran es esclavizar. No veo alli mucho desarrollo de la fuerzas productivas.
Alejandro Fiorito
Mirá te contesto:
ResponderEliminar1) La competitividad de los países "sin recursos naturales (Japón, Corea)" no era producto del tipo de cambio, era producto de de la tasa de productividad, ya lo había mencionado: Calidad Total, toyotismo, etc.
Además de impresionantes tasas de ahorro lo que les permitía sostener superávits de cuenta corriente con los que compraban bonos a Estados Unidos, muy raro, se desarrollaron vendiendo a crédito (lo mismo que China ahora, para pensar)
Hay que empezar a largar las explicaciones "fáciles" basadas en la malda intrínseca de la oligarquía, la "maldición de los recusrsos naturales" o la "enfermedad holandesa".
2) Claro, me olvidadba, los países de oriente tuvieron la gran suerte de carecer de "recursos naturales", una ventaja indiscutible.
3) El tema geopolítico: les recuerdo que la Unión Soviética hace más de 20 años que se desintegró, y hace más años todavía que se había manifestado como inviable.
Resulta que los norteamenricano "abrieron" su mercado a los productos industriales de oriente... a cambio de... "Bonos del Tesoro".
Es así, USA viene empapelando con bonos a las economías industriales de oriente desde hace décadas.
¿Se dan cuenta? resulta que Japón, Corea y Taiwan crecieron por miedo al comunismo... ahora se sumaron al crecimiento China y Vietnam... países nominalmente "comunistas" ¿por qué Estados Unidos les compra?
Repito lo de Canitrot: "En esas condiciones de capitalistas débiles y sindicatos fuertes, el capitalismo argentino es, por necesidad, una experiencia tortuosa y contradictoria"
No se puede estar en la misa y el la procesión al mismo tiempo.
Alcides,
ResponderEliminarVos decís “Allí se habla de: "En esas condiciones de capitalistas débiles y sindicatos fuertes, el capitalismo argentino es, por necesidad, una experiencia tortuosa y contradictoria" (Canitrot). Claramente había un desfasaje entre las aspiraciones de los trabajadores y su "productividad". En el cuadro con la tasa de distribución del ingreso en Argentina se ven con claridad valores propios de países mucho más desarrollados con stocks de capital (y por lo tanto productividades) mayores que en Argentina ¿es un dato razonable? ¿No es una de las claves del fracaso de las ISI? ¿Por qué no lo asumen?”
Después decís que el problema no es la “enfermedad holandesa”. Por lo visto no entendés el concepto de ‘enfermedad holandesa’ ni tampoco has leído y/o comprendido a Diamand. La enfermedad holandesa, sea ésta interpretada en clave clásica o marginalista (ver Corden, para lectura neoclásica) implica una situación donde la remuneración de algún ‘factor’ (pongamos, los salarios de los trabajadores), está determinada por la alta productividad (precios incluidos) de algún recurso natural hecho que torna inviable la competitividad de terceros sectores, pongamos, la industria. ¿Qué es lo que tenemos que asumir? Ponete media pila, lee bien la bibliografía sobre enfermedad holandesa y después hablamos.
Luego parecería que atribuís el desempeño económico a la laboriosidad “Y sí: los orientales son mucho más laboriosos que los argentinos, tienen una capacidad de concentrarse en el trabajo que no se ve aquí, mala suerte... nada de "enfermedad holandesa"... más bien falta de contracción al trabajo esclavo, es así de triste.”
Si estuviéramos hablando de países ‘nuevos’, como Argentina, EEUU, Chile, Canadá, etc., ese argumento de café porteño quizás funcionaría… Pero si hablamos de China, Corea y Japón, no deberíamos desconocer que se trata de civilizaciones milenarias… Los chinos siempre fueron laboriosos. Por lo menos eso es lo que indican todas las crónicas. Y hasta el siglo XVII seguramente también fueron el pueblo más rico de la tierra. Sin embargo, desde fines del siglo XIX y hasta el final de la segunda guerra mundial se contaban entre los pueblos más pobres del mundo. ¿Dejaron de ser laboriosos en el siglo XIX para retomar su tradición de laboriosidad en 1978? ¿Y los coreanos? ¿Se volvieron laboriosos a partir de los 50s? ¿Antes eran una manga de vagos que no concentraban en el trabajo? En fin, no creo que te vuelva a contestar… prefiero discutir esos argumentos con mi tía, quien suele mirar a Mirta Legrand, pero que entre pavada y pavada por lo menos me sirve un mate con bizcochitos con grasa.
Después hablás del ahorro (¿será tan difícil leer a Keynes, Kalecki –KK- o alguno de sus buenos seguidores?). Para vos, por lo visto, las claves serían la laboriosidad y la frigalidad: “¿Cuáles eran las tasas de ahorro de esa gente? ¿saben hoy en día cuánto ahorran los chinos de sus magros ingresos?... Además de impresionantes tasas de ahorro lo que les permitía sostener superávits de cuenta corriente con los que compraban bonos a Estados Unidos, muy raro, se desarrollaron vendiendo a crédito (lo mismo que China ahora, para pensar)”
Si entendieras el planteo de KK sabrías que los países no crecen porque ahorran mucho sino que ahorran mucho porque crecen. Esta pavada del ahorro y la frugalidad como bases del crecimiento también las decían de Japón… cuando este país crecía a tasas ‘chinas’… o ‘japonesas’ (de aquel entonces). Hoy, cuando Japón ha dejado de crecer desde hace casi 2 décadas, su tasa de ahorro de los hogares se encuentra en niveles similares a los estadounidenses (2% aproximadamente)
http://www.wisebread.com/comparing-savings-rates-us-vs-japan
Y la tasa de ahorro agregada de Japón hoy no es mayor que la registrada por países como Perú, Argentina, Ecuador o Paraguay…
http://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GNS.ICTR.ZS
¿Los japoneses dejaron de ser frugales y decidieron tirar la chancleta? En fin, estoy pensando qué le voy a contestar a mi tía.
me parece que no tiene mucho sentido discutir la necesidad de la industrialización y que el Estado debe tener un rol activo en dicho proceso. Es claro que si no se desarrolla la industria protegiéndola, nunca se van a exportar bienes industriales que es la única forma de superar la restricción externa al crecimiento.
ResponderEliminarHay que discutir como se mejora el proceso de industrialización por sustitución de importaciones, como se puede mejorar la escala (integración latinoamericana) desarrollar más tecnología (INTI, Ministerio de Ciencia y Tecnología), el financiamiento de exportaciones industriales (como mejorar el BICE o desarrollar un BNDES argentino). En los casos de los países del Sudeste Asiático que menciona Alcides el Estado tuvo un rol importante en la protección y en el financiamiento del desarrollo industrial, está claro que el mercado por si solo no desarrolla la industria en ninguna parte por más laboriosos que sean sus habitantes. Un ejemplo es Bolivia: los bolivianos son muy trabajadores (claramente más que los argentinos) pero Bolivia no desarrolló ninguna industria de relevancia y Argentina si.
Creo que hay mucho para trabajar para mejorar la sustitución de importaciones. Los fracasos nos tienen que servir para entender lo que se hizo mal para cambiar la forma de implementación y no para pensar que no se puede sustituir y que tenemos que seguir vendiendo soja.
Un caso concreto de un intento se sustitución son los coches ALSTOM de la Línea D de subtes, la idea del acuerdo del 2004 (Decreto Nº 1914/2004) era desarrollar los talleres de La Plata que estaban abandonados, lamentablemente la integración local fue de solo el 2%. (48% brasileño y 50% frances) Esto significa que hay que mejorar la sustitución (ver que falló: controles, financiamiento, escala) y no que tenemos que importar todo (terminamos importando el resto de los coches de Subte 279 coches por 653 millones de dolares de China, Decreto Nº 118/2010).
Hay planes para desarrollar los ferrocarriles (creo que en eso la mayoría esta de acuerdo) pero los rieles son importados, cuando en los setenta se fabricaban en Argentina.
No sé, no pretendan que escriba un tratado:
ResponderEliminarEduardo Crespo dijo...
Después decís que el problema no es la “enfermedad holandesa”. Por lo visto no entendés el concepto de ‘enfermedad holandesa’ ni tampoco has leído y/o comprendido a Diamand.
Con respecto al ingenioso argumento de la "enfermedad holandesa": es lo único que tienen, centran TODOS sus análisis en ese único factor.
Bueno, no el único... pero sí el más importante.
Una pregunta: ¿el sector agrícola argentino vivió un boon de productividad entre 1950-1970?
¿Los precios se dispararon? ¿los países centrales subsidiaban sus productos y nos dejaban de comprar?
Una cosa es el caso "holandés" que dió lugar al concepto de "enfermedad holandesa", no veo en Argentina semejante caso de "wind fall" productivo y de ingresos.
Insisto: Argentina heredó del modelor "agroexportador" un sociedad con fuerte componete de "clase media" que fue reforzado por las irresponsables políticas del peronismo que edificó un sistema economicamente inviable, inflacionario y de fuerte inestabilidad política.
Eduardo Crespo dijo...
Si estuviéramos hablando de países ‘nuevos’, como Argentina, EEUU, Chile, Canadá, etc., ese argumento de café porteño quizás funcionaría… Pero si hablamos de China, Corea y Japón, no deberíamos desconocer que se trata de civilizaciones milenarias… Los chinos siempre fueron laboriosos.
No sé, de Max Weber para acá corrió mucha agua acerca de los enfoque sociológicos del desarrollo...
Hay elementos "idiosincráticos" que juegan en contra de los argentino: la improvisación, el "arreglar con alambre", el individualismo... pero no tiene sentido plantear esas cosas, prefiero algo más concreto:
Las innovaciones organizacionales introducidas por la industria japonesa después de la segunda guerra llegaron (parcialmente) a la Argentina durante el menenismo y se denunciaron como "flexibilización esclavizante".
Eduardo Crespo dijo...
Si entendieras el planteo de KK sabrías que los países no crecen porque ahorran mucho sino que ahorran mucho porque crecen. Esta pavada del ahorro y la frugalidad como bases del crecimiento también las decían de Japón… cuando este país crecía a tasas ‘chinas’… o ‘japonesas’ (de aquel entonces). Hoy, cuando Japón ha dejado de crecer desde hace casi 2 décadas, su tasa de ahorro de los hogares se encuentra en niveles similares a los estadounidenses (2% aproximadamente)
Claro, claro: el huevo o la gallina.
Lo cierto es que si durante los momento de máximo crecimiento los japoneses y coreanos no ahorraban las cuentas no cierran, la revaluación del tipo de cambio que originaría la "enefermedad holandesa industrial" hundía la competitividad de esos países hasta sacarlos del mercado.
De hecho le vendieron a crédito a Estados Unidos (basicamente), muy raro, lo mismo que los Chinos ahora, ellos tienen montañas del "Bono del Tesoro" americano ¿no es un elemento de análisis?
¿Sabés cómo hicieron en Japón y Corea para destruir la tasa de ahorro? mirá la tasa de interés (iguanl que en Argentina en los últimos años).
A propósito: en China no existe la seguridad social, la gente ahorra porque no tiene remedio, eso implica que hay formas de inducir la "frugalidad".
Alcides, podés explicar mejor el vínculo entre tipo de cambio real y ahorro. Según los datos que yo conozco el vínculo es lo opuesto de lo que señalás: un RER más apreciado se correlaciona con mayores tasas de ahorro (incluso controlando por el nivel de ingreso per cápita).
ResponderEliminarPor ejemplo, Serven y Montiel (2008):
http://www-wds.worldbank.or/servlet/WDSContentServer/WDSP/IB/2008/05/27/000158349_20080527141139/Rendered/PDF/wps4636.pdf
slds.
Gualra
Chicosss: Alcides es claramente un neurótico obsesivo cuya vida transcurre comentando blogs ajenos (no tiene uno propio) compulsivamente agrediendo, mofándose y anunciando cual lilita recharged calamidades innúmeras a cuanto bloguero se le ocurra postear alguna defensa del gobierno actual, o la situación económica, o sus perspectivas. Podría pensarse que está a sueldo de la CIA si no fuera por la bajísima calidad de sus comentarios y su imposibilidad absoluta de comprender argumentos ajenos. (no creo que la CIA gastara tan mal su dinero). Me lo he encontrado en tantos blogs haciendo lo mismo que en el de ustedes, que me gustaría pedir que le prohibieran la entrada, salvo por el hecho de que leer comentarios y posteos inteligentes y honestos resalta más cuando él comenta, digo, por su falta de inteligencia y honestidad.
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