En un reciente post de Matias Vernengo, se trata esta causalidad, exhibiendo los problemas teóricos y
empíricos con que se enfrentan las explicaciones del crecimiento dirigido por las ganancias que ha adoptado gran parte de la izquierda y progresismo, para explicar el crecimiento económico en las economías capitalistas.
En estas versiones parece no tenerse en cuenta que en dichas economías no se tiende al pleno empleo de recursos, y por lo tanto el producto responde a las variaciones de su principal restricción: la demanda efectiva exógena, (gasto público, exportaciones, consumo autónomo, construcción de viviendas, I&D, créditos al consumo). Esta última tiene una central importancia para acelerar a la inversión (demanda inducida)de tal manera que conserva la relación del grado de utilización de la capacidad estable. La inversión es inducida o procíclica.
No es la mayor tasa de ganancia la que implica mayor inversión, si es que no existe conjuntamente un aumento de la demanda autónoma. Al revés, se puede crecer con mejor o peor distribución del ingreso
si la demanda autónoma crece, como se ve en la figura.
El gráfico muestra a nivel mundial que la correlación entre distribución y crecimiento es casi nula (-0.083), donde el eje de absisas define la participación salarial en el ingreso, mientras que el eje de ordenadas la tasa de crecimiento del producto per cápita entre 1960 y el 2000. Puede verse la fuente y hacer su propio gráfico con el plot: David Weil de Economic Growth:data plotter aca
Va el muy buen post de Vernengo:
Más información sobre la distribución del ingreso y el crecimiento (wonskish, como diría Krugman)
Hace unos años, Sam Bowles presentó un documento (Kudunomics: Los derechos de propiedad para la economía basada en la información) de la Universidad de Utah. En la cena reafirmó su convicción de que el Equilibrio General de Arrow-Debreu (GE) es compatible con diferentes tipos de comportamiento y pueden ser un impulso para la economía progresista. La teoría marginalista convencional sugiere que la distribución del ingreso es el resultado de la escasez relativa, y, como consecuencia, el salario real debe ser igual al producto marginal del trabajo, la productividad laboral, es decir. Cuando se le preguntó cómo encuadraba él la creencia en GE con el hecho de que los salarios en los EE.UU. no siguen la productividad desde la década de 1970, Bowles parecía desconcertado. Y la relación de la distribución del ingreso y el crecimiento sigue siendo desconcertante para la corriente principal y sus aduladores.
En el campo heterodoxo, la discusión se ha centrado, en su mayor parte, entre los modelos llamados kaleckiano y Kaldoriano. En primer lugar, debo señalar que, desde un punto de la historia de las ideas, el nombre kaleckiano es un nombre inapropiado. Los modelos de Kalecki, donde es la interacción del multiplicador y el acelerador, con shocks y rezagos, lo que produce fluctuaciones. En las diversas formas de su acelerador de la ecuación de Kalecki se incluyó una tendencia, produciendo fluctuaciones en torno a una tendencia. Los llamados modelos kaleckianos derivan de Harrod y los intentos de Joan Robinson de extender el principio de la demanda efectiva de Keynes al largo plazo (PED) .
El PED dice que un aumento de la inversión se corresponde con un aumento exacto en el ahorro, y que el nivel de ingresos es la principal variable de ajuste (en lugar de la tasa de interés como en la Teoría de los fondos prestables). Los modelos kaleckianos básicamente normalizan la identidad ahorro-inversión por el stock de capital, asumiendo (en el caso extremo) que la propensión al ahorro de los salarios es igual a cero, y una propensión a ahorrar de las ganancias(s) está entre cero y uno, y en clave keynesiana la inversión determina los ahorros. La diferencia con el corto plazo es que ahora la acumulación (inversión / capital) determina la distribución del ingreso (la tasa de ganancias), un resultado a menudo se conoce como la ecuación de Cambridge.
Las diversas encarnaciones de los modelos kaleckiano se definen por la forma en que se especifica la función de inversión. Por ejemplo, en el influyente artículo de Bhaduri y Marglin (BM) (requiere suscripción) argumentan que la inversión y el ahorro son funciones de la cuota de ganancia (h) y la utilización de la capacidad (z). En otras palabras:
I (h, z) = shz
Despejando z y derivando con respecto a h tenemos:
dz/dh = (Ih – sz)/(sh – Iz)
Donde Ih es la respuesta de la inversión a la rentabilidad e Iz la respuesta a la utilización de la capacidad. Asumiendo estabilidad, es decir, que el ahorro responde a la rentabilidad más que la inversión a la utilización de la capacidad, se tendrá que el denominador es positivo, por lo que el signo de la ecuación depende del numerador. Si la inversión es muy sensible a la rentabilidad (Ih -sz>0), entonces el sistema es el dirigido por ganancias (exhilarationist en términos BM). Si no, tendremos el régimen dirigido por los salarios (estancacionista).
Como sugerí en mi post anterior, hay algunos problemas teóricos con el tipo de modelo utilizado para argumentar que la economía de EE.UU. es dirigida por ganancias, además de los problemas empíricos aludidos antes. La función de inversión independiente sugiere que la utilización de la capacidad afecta a la formación de capital, si la capacidad es baja hay más inversión, y viceversa, cuando z es alta. En otras palabras, las empresas tratan de ajustar la capacidad a la demanda. Si ese es el caso, se puede esperar que una relación normal entre la capacidad y la demanda se establecería en el largo plazo (en el punto de vista neoclásico la demanda se adapta a la capacidad, lo que es la Ley de Say), lo que podría ser visto como la relativa estabilidad de producto-capital durante todo el período de los EE.UU., en mi post anterior.
Si ese es el caso, la inversión está determinada por el ajuste de la capacidad a la demanda exógena con el fin de llegar a la utilización de la capacidad normal, y es esencialmente derivada de la demanda. No tiene la inversion un papel decisivo en la determinación del nivel normal de utilización de la capacidad, la que debe ser determinada por los componentes exógenos de la demanda. Esta es la base de los modelos de supermultiplicador, desarrollado por Hicks, y luego por Nicholas Kaldor, y se refiere como Kaldoriana en la literatura heterodoxa (para más información sobre esto ver este artículo).
Esa es la diferencia esencial entre los modelos kaleckianos y Kaldorianos, si la inversión es parcialmente autónoma y se determina por la rentabilidad o se deriva de la demanda. De la distribución de los ingresos por supuesto en los modelos Kaldorianos podría tener efectos ambiguos sobre el crecimiento, pero las empresas no invertirán más sólo porque las ganancias crezcan, si es que no hay aumento de la demanda. En este sentido, el empeoramiento de la distribución del ingreso podría dar lugar a un mayor crecimiento si la demanda sigue adelante, por alguna razón (por ejemplo más deuda privada estimule el consumo, o estimule el consumo de un grupo de mayores ingresos). Pero en el crecimiento general dirigida por ganancias que estimule la inversión, como en el marco MB parece ser difícil de explicar desde un punto de vista teórico. Y por lo tanto, la confusión que genera empíricamente (por ejemplo, en el caso de los EE.UU. con la noción de que un auge del consumo inducido por deuda pertenece al crecimiento dirigido por ganancias).
PD: El modelo de Kaldor típico se basa en el trabajo de Thirlwall, pero tambien en el libro de Bortis y en las tesis de Serrano (o su paper, se requiere suscripción) son lecturas esenciales. En español puede ver Serrano & Freitas, en Circus 1.
Hola. Aca les dejo un blog donde hay divcersos temas para hablar y quiza les interese paricipar
ResponderEliminarhttp://hernan-tiempoyespacio.blogspot.com/
Un abrazo